martes, 26 de enero de 2016

La voz de Iñaki


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Este proceso parirá un ratón

EL PAÍS  

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Muy optimista te veo, Iñaki, con lo del ratón. Yo lo veo aún más negro. El panorama. Creo que nadie va a parir nada si la cosa sigue como va, y parece que no tiene visos de hacer variación alguna. Para poder parir, aunque sea el ratón de la metáfora, hace falta la fertilidad previa, el acuerdo inicial de una unión entre dos gametos cómplices para que el insignificante ratonzuelo se pueda ir engendrando y tomando forma de roedor. Aquí ni eso. Ni un primer intento de fecundación, ni siquiera in vitro; ni siquiera en un laboratorio frío y desangelado,aséptico y artificial, pero al menos sería un intento de poner en marcha algo de vida. Y va a ser que no.  Y a lo mejor ni siquiera es inutilidad ni canguelo irresponsable, ni papanatismo idiotizante, ni ganas de repetir elecciones. A mí esto ya me está dando un tufo demasiado raro para adaptarlo a cualquier proceso dentro de cánones normales.

Ya ha habido señales que dan que pensar, desde que el pp se ha ido por el desagüe como posibilidad desgobernante. Incendios en el Norte, y en ristra, como los del corredor mediterráneo cuando el pp llegó al poder en 2012. Luego inundaciones por todas partes y ahora terremotos...Las fuerzas de Mordor no se resignan a perder un bastión importante al Sur de Europa y claro, están creando un plano paralelo al que teletransportarse como el que no  quiere la cosa.
Me estoy empezando a preguntar si hay vida política más allá del 20D. O si en esa fecha crucial para un cambio tan deseado por todos menos por el pp, la casta pasó sin notarlo, como el reino de la Bella Durmiente pasó al pleno en el día del pinchazo principesco,  a un más allá empantanado de trastos invisibles donde todo parece moverse a cámara lenta entre follón con sordina, nieblas y calimazos de distinto grosor y si no estarán viviendo ya en otra dimensión de ectoplasmas y efectos fantasmales y aún no se han ni nos  hemos dado cuenta de la situación. Al parecer a los mayas les pasó algo similar. Desaparecieron de  repente y cambiaron de plano; según cuentan los chamanes, habían evolucionado en aspectos que ya les hacían incompatibles con el Planeta Tierra, no se sabe si por demasiada perfección o por demasiado desastre. Por eso, a lo mejor, ahora no pueden hacer nada por más que se intenta, como le pasaba a Buce Willis en El sexto sentido. Hablaba, la gente estaba allí, pero nadie le oía, se sentaba al lado de su mujer en un restaurante para cenar con ella, pero, ni flowers, era invisible... Sólo un niño, como en el cuento del traje invisible del Emperador, afirmaba de cuando en cuando, que en ocasiones veía muertos. A ver si es algo así lo que les pasa. No sé... 
Es muy escamante que pasando tantas cosas no pase nada. Que habiendo un Jefe de Estado no lo parezca, que habiendo una derrota total y una investidura imposible, el imposibilitado siga en la Moncloa como si nada y su partido ni se cosque. Y aquí no gobierne nadie, nada más que las frases hechas y los golpes de tos en twitter, que van por libre de pura inercia. Que tampoco es normal que los demás partidos sólo se ocupen de jugar a la gallinita ciega mientras la vida sigue y el corro de ellos está paralizado en foto fija y sus guiones vuelan de hoja en hoja, a cámara lenta, por el paisaje onírico que envuelve las escenas del guiñol gigantesco repartido en todos los plasmas y pantallas del país entero. 

Yo creo que esto no es normal. Ni que así nadie de la casta pueda parir nada. Ni siquiera un ratoncito casi invisible en su anónima pequeñez. A lo más que podrían  llegar es a un embarazo histérico. Como el de María Tudor. Un quiero y no puedo. En caso de que estuviesen vivos, claro. Pero llevan trazas de haber pasado de plano, como los mayas, y de haber conquistado por fin, el sexto sentido, ya que los otros cinco se les han quedado inservibles y hechos cisco por abuso y desuso en la tierra de Mordor. No tienen vista para ver lo que hay, ni oído para la escucha, ni boca para el diálogo, ni olfato para la corrupción ni tacto para entenderse, ni inteligencia para analizar y llegar a una síntesis de todo ello. Ni madurez para darse cuenta de que no es que falla "el otro", sino que el fallo es mutuo y múltiple. Com-partido. Al completo. Que no se salva ni uno. Tanto es así, que Ada Colau, previendo lo que viene, quiere hacer otro proyecto donde la ciudadanía (los que están vivos de verdad) se implique del todo y comience otra época social y política que no tenga nada que ver con este batiburrillo de impresentables y mequetrefes.

Lo dicho, cuando sólo queda disponible el sexto sentido hay que empezar a preocuparse en serio...Porque en ocasiones todos están muertos y no se han enterado. Por eso nada puede cambiar de verdad y todo,dando vueltas sobre el mismo eje de la entropía habitual, acaba en solemnes exequias protoclarias. La vida es cambio, libertad y frescura. La muerte lo deja todo seco. Atado y bien atado. Petrificado en plan estatua. Es lo que tiene permitir que una momia diseñe el modelo de Estado y que los adeptos a la arqueología lo mantengan intacto como la máscara de Tutankamon. Otros cuarenta años más...O lo que fuere menester para que nada cambie aunque se simule que se quiere cambiar...

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