domingo, 31 de enero de 2016

¿Escaqueo o consulta imprescindible?

Pedro Sánchez se sacude con una consulta a las bases la presión contra un pacto con Podemos

Los militantes socialistas irán a las urnas para validar el pacto que pueda conseguir Sánchez como llave de la Moncloa.

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Una vez más la noticia se vuelve resbaladiza y deriva a opinión subrogada.
Analizando la realidad de lo que llevamos viendo en este turno de consultas y enredos varios, ¿qué debería hacer Pedro Sánchez, como portavoz electo más destacado de los socialistas? ¿Hacer caso a los miembros de la ejecutiva del aparato "técnico", que insisten en un acuerdo desnaturalizado con la derecha y abominan ante una coalición natural de izquierda? 
Es normalísimo que Pedro Sánchez quiera aclarar qué es el Psoe y de qué lado está la izquierda, porque ahora mismo lo que parece imponerse, en  ese socialismo a duermevela, es una dislexia total, que ha llevado a los barones y baronesa, a perder completamente el sentido de la orientación. A lo mejor es que la nomenclatura aristócrata de tanto baronesado les ha hecho perder el oremus y se nos han ido por los cerros de Úbeda, tras la desaparición y caída en picado de la "o" de obrero, en la sigla.  En un socialismo de verdad y no de atrezzatura, como parece éste que soportamos, la decisión de consultar a las bases ante un desafío como el que se está afrontando en el Estado, debería ser el trámite más normal, si las bases, precisamente están exigiendo el pacto de la izquierda, si para eso se ha votado un Parlamento plural y tirando a la izquierda. Otra cosa es que ahora ERC o DyL, se abstengan y posibiliten que vuelva a gobernar la derecha, que gracias a esa abstención supera en dos votos a la coalición de izquierda, mermada, también, e injustamente, por la ley electoral y su sistema D'Hondt(-de no las dan, se las llevan...) .Qué menos que consultar a quienes han votado para que los portavoces obedezcan a la voluntad popular y no a los apaños entre ambiciosos y trepas, interesados en que nada cambie nunca, para seguir chupando del bote estatal, haciendo el paripé de lavarle la cara a la quincalla de los intereses oligócratas de siempre, y que esto parezca una democracia parlamentaria y para el pueblo, pero a años luz de ese pueblo, y así salir del paso, para acabar como si no hubiese habido elecciones, desde el mismo hemiciclo y desde las mismas bancadas: entre las garras de la troika con la pérdida definitiva de la soberanía. Mientras el pueblo que debería ser "soberano"  se ha convertido en vino de garrafa por obra y desgracia de un cacicato vergonzoso derechón, de un socialismo de pegatina y paso atrás, de una una unidad popular machacada en el mortero de una pretendida 'regeneración' trufada de hegemonías tóxicas para torpedear la democracia desde dentro y acabar obedeciendo a la OTAN, al sistema, al TIIP, a la Merkel y a las mismas ambiciones corrompidas de las que estamos asqueadas y asqueados. Haciendo posible el triunfo del teorema Tancredi. 

Ante semejante panorama, un socialista que de verdad ha descubierto el juego sucio de la aparatosis crónica del sistema, como parece que le ha sucedido a Pedro Sánchez, lo único decente que le queda por hacer es preguntar a ese pueblo, a esa ciudadanía de base que un día le votó como portavoz y que ellos y ellas le indiquen el camino que desean seguir. 
Poco importa que hace un mes, Pedro Sánchez dijera que Podemos no le gusta. A mí tampoco me gusta, pero creo que Podemos en coalición con la izquierda, gana mucho. En Valencia, como experimento tripartito es un acierto. Otra cosa sería Podemos a su bola, porque el sistema del rodillo hegemónico es un fraude a la hora de gobernar y tiene mucha más facilidad para corromperse. Pero un Podemos, armonizado con el Psoe, Unidad Popular y los grupos federalistas autonómicos, que ponen el punto territorial y el fundamento básico para no irse por las ramas, es un proyecto de verdadera altura política y social. Porque además, escucharían a la derecha, y sabrían cooperar con lo bueno que aportase el lado conservador, que en eso se distingue un proyecto progresista de uno cerril, en que el cerril no escucha a nadie más que a sus tripas. 

En fin, me parece de lo más acertado que Pedro Sánchez ejerza el derecho democrático de la consulta a las bases. Como lo hace también, y en todo, UP. Ojalá Podemos y el Pp lo hiciesen también. Como aprender a dimitir; en Valencia, Marga Sanz, la portavoz de IU, presenta  su dimisión tras los resultados electorales. Pero al parecer  y de momento, eso es sólo cosa de la izquierda y su coherencia decente. Por eso IU es un patrimonio ético y ejemplar que no puede perderse. UP es simplemente el fruto fresco de ese árbol que lleva mucho tiempo dando sombra y frescura al alma social. 

No perdamos la esperanza de que la limpieza, la transparencia y la honestidad acaben abriendo vías bifurcadas de salida y regeneración. Y adelante, Pedro Sánchez, amigo, compa, que no te frenen las momias y el miedo a la libertad de Carcópolis. Ni esa prensa que parece estar incapacitada para ver el lado positivo de la realidad, si no lleva por delante la $olvencia del pa$tón, y sólo fomenta la desconfianza, los pensamientos enredados y la frustración. ¿Será que también es parte del sistema y así colabora a que todo lo bueno se hunda y lo mediocre o lo patético, "triunfe"? Puede que no sea así, pero, desde luego, funciona como si lo fuese.

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