miércoles, 16 de enero de 2013

Un ejemplo de manipulación descarada


Quiero destacar una vez más la importancia y la gravedad de la fabricación del consentimiento. Esa definición del chanchullo mediático que Noam Chomsky perfila y denuncia. El lavado de cara con que el dark side del sistema intenta marear la perdiz mediática para ir barriendo y almacenando sus basuras bajo la alfombra de la desvergüenza, con una pericia sibilina, con un zafio entramado de nudos, que se quiere vender como delicado encaje de filtiré o de bolillos. 

España, actualmente, es un dechado caótico de corrupciones interminables. Un pozo negro de basura, detritus y mierda moral. El pp está que se sale en ese pozo; recuerda la era González e incluso la está superando. Al menos entonces se consiguió que un ex ministro como Barrinonuevo fuese imputado y que Vera y Roldán fuesen a la cárcel por  implicaciones en el caso Gal y en todo lo demás. Es cierto que el máximo responsable, como es notorio, o sea González, se fue de rositas sin pasar por los tribunales y sin imputación alguna y que aún anda por ahí dando sermones sobre política y moral de partido (una de las causas por las que el socialismo español ha perdido la confianza de los ciudadanos y que el PSOE no asume) 
Cospedal afirmó en su día que si en su partido se descubriese algún caso grave de corrupción, dimitiría. No dimitió cuando se descubrió la Gürtel, al contrario, fue el magistrado Garzón  el que tuvo que abandonar el caso y la carrera judicial. Ahora, cuando sale a la luz la gran evasión de Bárcenas, el administrador de finanzas ppero en plena Gürtel, con millones en Suiza, Cospedal no hace amago alguno de cumplir con su promesa. Y no sólo eso, Floriano sale al ruedo para no decir nada. Recordamos sin poder evitarlo, los gritos del pp contra el PSOE, cuando un ministro justicia fue a cazar sin estar al tanto de que necesitaba una licencia de caza. Y dimitió inmediatamente.

Pues bien, ahora el pp juega a destapar sus pocilgas, a "dejarlas en manos de la justicia", pero la realidad es que tras el destape de la porquería sólo quedan imputaciones abstractas y pagos de fianzas multimillonarias que salen de los mismos dineros evadidos, prevaricados y escaqueados. Nadie va a la cárcel, a nadie se le bloquean las fuentes del dinero fraudulento, todos mantienen intacto el botín de sus saqueos, a nadie se le exonera del cargo a no se que dé marcha atrás por su cuenta, como Güemes, es más, sólo salen a la luz los delitos de "antes", no los de ahora,  y nadie devuelve las apropiaciones indebidas que es el eufemismo que suaviza el robo y del expolio. Urdangarín, por ejemplo, se pasea por los tribunales, pero los millones estafados no se devuelven. Lo mismo pasa con Rato, Blasco, Fabra, Berberá, Camps , Bárcenas, etc, etc... Y ¿cómo calificar a quienes conociendo las imputaciones y la verdad de las estafas, los mantuvieron o los siguen manteniendo en cargos de alta responsabilidad? ¿Por qué ese delito no es delito para la justicia?


Puesta sobre el tapete la cuestión ética a escala nacional, pasemos ahora a sus conexiones con la escala internacional. "Casualmente", cuando el pp se ahoga en la ciénaga, sin remedio, cuando cae en picado la intención de voto, cuando no hay día en que no salga a la luz una retahila de parásitos ladrones, y sin más que añadir, España, "milagrosamente" y de pronto, tocada por la varita mágica del Loco del tarot,  sube a la cima del Whasington Post y de Reuter como un ejemplo ¿de qué?...¡de crecimiento!; y lo que es todavía más destarifado, demente y cínico: ahora resulta que España se ha convertido en un paradigma del que Francia debe aprender como se afronta una crisis. Toma ya ( ¿ o, mejor, tima ya?) Porque esto es, en efecto un timo mediático tan vergonzante y repulsivo que da asco.

Hollande y la mayoría de franceses demócratas, sensatos y solidarios, y que no tienen nada de tontos, han apostado por cometer el peor "crimen" que se puede perpetrar en estos momentos: desobedecer al fürer de Wall Street subiendo los impuestos a los ricos y levantando la economía, mantener el empleo todo lo posible sin tocar los derechos ni las libertades ciudadanas. Y la mafia internacional de los mercados está amenazando a nuestra vecina del Norte con los perros rabiosos del rating, del spread y con el numerito del secuestro en África de un periodista. Como hiceron en tiempos de Zapatero con los voluntarios de una ONG en Mauritania o con el barco que atraparon los colegas piratas en las costas del Índico. Y también sacando a la calle a la ultra derecha católica disfrazada de gallina caponata, gritando contra una ley que admite las bodas entre homosexuales. Intentando desestabilizar un peligroso ejemplo  de economía y de sociedad insumisa ante el imperio absolutista de la pela salvaje y sin conciencia. 

A esos mercados no les importa para nada la corrupción galopante de España, ni que el gobierno esté hundido hasta las cejas en el fango de la inmoralidad más apabulllante, ni que 6.000.000 de parados, miles de desahuciados y un elenco espeluznante de suicidios sean el resultado de ese ridículo e insostenible concepto de "mejoría". 
A la mafia global sólo le importa la manipulación y seguir exprimiendo el euro para levantar el dolar. Y ante la pérdida de confianza de los ciudadanos españoles en los  esbirros del sistema, que no gobiernan, pero son obedientes al 100% a los dictados de la omertá con el mercado del fraude mundial y hacen pagar el pizzo  a todos los ciudadanos menos a sus fieles evasores y trapicheantes banco-politicoides.  Es un plan clarísimo que pretende el fin global de las políticas sociales, que por otra parte, son las únicas políticas justas. Francia no cumple los cánones del clan y por eso se intenta aislarla. Porque es un pésimo ejemplo para la pedagogía del desguace. 
Es el colmo del cinismo poner de ejemplo contra Francia a España y a Polonia. Países que "crecen" ahora en sus exportaciones, no gracias a la ayuda del gobierno, sino a su pesar. Porque hay empresarios que están pasando las de Caín para mantener sus plantillas de buenos trabajadores, a base de sudar sangre y lágrimas. Y superando las zancadillas, los ERES , la presión, la falta de inversión y de fluidez del consumo más elemental, los despidos forzosos y la incapacidad manifiesta de estos inútiles esperpentos pseudopolíticos, que para colmo se atribuyen unos patéticos y anémicos "brotes verdes"que ellos han estado tratando  arrancar de cuajo. Y que sólo son brotes de injusticia y maldad convertida en institución.
No se puede crecer jamás de verdad cuando sólo aumenta el dinero del mercado internacional ni cuando para satisfacer su gula y su bulimia hay que sacrificar la dignidad, los derechos, la libertad y hasta la vida de millones de seres humanos. Es demencial. Y la prensa, si fuese libre, honesta y lúcida, debería hacer una crítica a ese tipo de declaraciones completamente narcisas, plutocétricas, aberrantes y deformes. Monstruosas. 

A los analistas económicos pro-sistema, sólo les importan los números y los porcentajes, como si el machaque de millones de seres humanos reducidos sin compasión a la miseria sólo fuesen insignificantes efectos secundarios de su plan de enriquecimiento delictivo. Daños colaterales sin importancia. Peccata minuta.
Se supone que la economía es una herramienta al servicio del bien común y  no un dios todopoderoso gestionado por una exigua y minoritaria clase sacerdotal sin más dogma y liturgia que forrarse a costa de destruir, precisamente, el bien común y la ética más elemental, que es la salud de la sociedad. Y el único futuro posible de la raza humana. 
Lo que ellos veneran y tratan de imponer a toda costa es la extinción, primero, de la conciencia y, luego, de la vida. Incluida la de ellos mismos. Si no pueden ver ni comprender el resultado  letal de sus métodos, que les acabará afectando también, no están capacitados para gobernar nada. Porque, como en Mátrix, han perdido su alma y su humanidad. Son máquinas pensantes. Cerebros residuales sin evolucionar, que funcionan a base de automatismo tecnológico. Series numeradas de tóxicos autodestructivos. En su taza llena de cambalaches no se puede servir el té del progreso real, porque ya están repletas de narcóticos y adormideras: el opio, la absenta y el láudano de la extinción.

Como podemos comprobar no hay cabos sueltos. Toda la inmundicia global, igual que todo el bien, está conectada entre sí. Acierta de pleno el juez Garzón cuando se empeña en la creación de un tribunal internacional que pueda ocuparse de esa red terrible que condena a los inocentes y exculpa de responsabilidad penal  a los culpables, porque son los que mueven los hilos de este penoso espectáculo de marionetas con la complicidad de la inopia fabricadora del consentimiento. 

La conservación de la vida, de la salud de los humanos y del Planeta pasan por la desobediencia pacífica e inteligente a toda la componenda perversa que ahora intenta, trágicamente, dominar el mundo; hay que superar ese estado primitivo y mecánico por medio de la resistencia civil y noviolenta. Activa y creadora de nuevos parámetros y formas de vida, nuevas instituciones, verdaderamente democráticas, que sí serán los brotes verdes capaces de germinar en otra dimensión. En la que sólo podrán vivir y crecer los limpios de corazón y de intenciones. Los que osan fiarse del hemisferio derecho y educar al izquierdo para que se limite a su función de ordenar y regular los asuntos de menor cuantía. Y no se dedique a tomar decisiones que le desbordan y que no dependen de su función.

Sólo prevalecerán los que aplican al cerebro y al instinto de conservación, la sabiduría de la solidaridad y la justa misericordia del alma.  La inteligencia emocional. Y la imaginación creativa; sin miedos ancestrales que producen miseria, apegos, crisis horribles, poderes innobles, enfermedades y todo tipo de abuso para mantener en activo un sistema cavernario en un tiempo completamente distinto.

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