martes, 22 de enero de 2013


Huracán Bárcenas V (La contabilidad B)

por Arturo González
22ene 2013
Cualquiera que no sea un estricto mendigo callejero sabe que la contabilidad B o paralela es una práctica tentadora y común en muchísimas empresas. Por ello no es descartable ni temerario pensar que los partidos políticos hayan podido acudir a tal práctica. La contabilidad B y el dinero negro son la genuina representación de una parte importantísima de la actividad económica española. La moral del engaño, o del recurso forzado en el triste caso de los desempleados, no está sancionado socialmente, y penal o administrativamente es sumamente benévola: si no te pillan, te lucras según planeaste; y si te pillan, la multa es indolora.
Pero es que, además, la prescripción favorece la impunidad, en medio del marasmo burocrático. Es posible que los supuestos delitos del señor Bárcenas o de miembros destacados del Partido Popular que hayan cobrado en dinero llamado negro, sobrepase ya el tiempo marcado para la prescripción, al margen de la cuantía de lo defraudado. De modo que, si se comprueban las acusaciones, nadie entrará en la cárcel. La justicia no puede hacer más. Solo quedará el oprobio público, que, como se sabe, no afecta a su reconocimiento social ni personal: todos encuentran justificación. Engañar a Hacienda está bien visto y además reconforta. Hasta los votantes muy probablemente les perdonarán. Un partido que se llamara Corruptos reunidos no quedaría el último en unas elecciones. La democracia puede ser un reguero de corrupciones que emponzoña y trasciende a los no corruptos.
Y ya el colmo de la desvergüenza y de la malignidad política reside en que el Partido Popular decida que es él mismo quien se investigará sus cuentas, en un increíble caso de masturbación política, o una auditoría externa elegida y retribuida por él. ¿Creerán los españoles esos resultados? Evidentemente, no en su inmensa mayoría, dentro de la que cabe incluir a un importante número de sus simpatizantes. Es más: ¿una auditoría a cargo de alguien ajeno puede detectar las triquiñuelas de una contabilidad trucada? Si yo hago una donación de mil euros y no se contabiliza oficialmente y se reparte sin asiento entre los miembros, ¿es detectable por un auditor? Sea cual sea la respuesta, la única opción válida es lo que pueda aportar documentalmente el señor Bárcenas. Porque de lo contrario, es raro que el periódico que ha destapado el asunto haya firmado a la vez su sentencia de muerte en un asunto tan grave.
El encubrimiento es una forma delictiva derivada de una actuación consistente en ocultar al delincuente o ayudar a que se beneficie de los efectos del delito. Pues bien, yo emplazo a la cúpula actual del PP para que en el término de 10 días dé el nombre de las personas que se han beneficiado de los sobres extra de Bárcenas o, de lo contrario presente sin más dilación querella contra el diario El Mundo. De no producirse esa declaración ni esa actividad judicial, podemos pensar perfectamente, salvando siempre la presunción de inocencia, que la actual cúpula está entrando en el campo del encubrimiento. Déjense de frases huecas, como ‘no me temblará la mano’ o ‘que cada palo aguante su vela’, ya que lo que exige la ciudadanía es que se aclare todo y así dar contenido a una frase que si no se lleva a cabo pudiera calificarse también de hueca, como es ‘caiga quien caiga’. Basta de bromas y de exculpaciones no creíbles si no quieren ser reos, como queda dicho, del acto delictivo del encubrimiento. La disipación convincente de dudas es la manifestación suprema de la política y del sentir democrático.
Mi pronóstico: 1. Todo depende de la documentación que puedan tener tanto el señor Bárcenas como el diario El Mundo. 2. Lo que aporten testigos como única prueba apenas tendrá incidencia. 3. Penalmente pienso que no habrá condenados, si acaso, y lo digo con dudas, el señor Bárcenas. 4. Pero políticamente será un terremoto si algo hay de fundada sospecha, y que será especialmente devastador si algunos de los actuales dirigentes hubieran cobrado, Presidente del Gobierno incluido aunque hubiese sido por tiempo limitado. 5. Ocurra lo que ocurra, la confianza en la democracia quedará muy dañada.

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