miércoles, 24 de febrero de 2016

Marcha 27F por los derechos de las personas refugiadas

MANIFIESTO 27F
 

Valencia 27 de febrero de 2016
      
El continente europeo ha recibido en 2015 más de un millón de seres humanos que huyen de las guerras y los conflictos de países como Siria, Afganistán o Irak y otros países de África y América. 


Son guerras iniciadas, financiadas y mantenidas por intereses económicos y geo-estratégicos del sistema dominante a nivel mundial y sus lacayos locales y regionales. El balance de personas muertas, heridas y desaparecidas es atroz. Debemos ayudar a los países en conflicto a encontrar salidas democráticas, participativas y autóctonas, sin presiones políticas, económicas o militares de
potencias extranjeras. Las personas tienen derecho a solicitar refugio en un lugar seguro, lejos de las bombas, la destrucción y la muerte.
      
El viaje que emprenden estas personas en búsqueda de refugio hasta llegar a la Unión Europea es inseguro e injusto. Más de 3000 personas murieron el año pasado en el Mediterráneo (300 solo en enero de 2016). Según la OIM, el 36% de los migrantes son menores, de los cuales unos 10.000 han desaparecido a su llegada a Europa. Las agencias humanitarias de NacionesUnidas advierten que ese número seguirá aumentando.


El artículo 14.1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos determina: “En caso de persecución, toda persona tiene derecho a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”.
Los Derechos Humanos no se están garantizando. Por eso exigimos al Estado español y a todos los Estados miembros de la Unión Europea que activen los dispositivos de protección necesarios en caso de crisis humanitarias .


Europa tiene un contrato con las personas refugiadas en cuanto a derechos y obligaciones que debemos exigir que cumpla (Convención de Ginebra 1951). Se debe abandonar esta actitud cínica, de desprecio, paternalista y miope. No se trata de caridad, es una cuestión de justicia.
Europa debe cumplir sus compromisos y obligaciones. El no hacerlo, como hasta ahora, la convierte en cómplice y por lo tanto en responsable de una barbarie. Las personas que habitamos Europa no queremos ser cómplices de este genocidio. No solo denunciamos el inmovilismo, sino la criminalización de las personas voluntarias que están trabajando en condiciones límite, como en el caso de PROEMAID, los y las bomberos de Sevilla. Como consecuencia delas políticas europeas se viven situaciones dramáticas a diario, como la de una madre entregando su bebé de tres meses completamente mojado a un voluntario porque ella, aterrorizada y exhausta después de la travesía
por el Egeo, no era capaz de sostenerle.
Debemos parar esta situación.


Exigimos vías seguras ya para todas las personas migrantes.
No podemos seguir asistiendo a esta barbarie, hemos de movilizarnos exigiendo una solución humanitaria. 

Entre todas y todos vamos a exigir que los estados europeos asuman sus responsabilidades con las personas refugiadas. ¡Vías seguras de entrada a Europa ya! ¡No más muertes en el Mediterráneo!

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