miércoles, 17 de febrero de 2016

¿Los faroles de Jordi?



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Ayer me llegaron los ecos de preocupación acerca de la trama Pujol. Un largo catálogo de marranadas, ya tan sobadas y conocidas, en las que flota la podredumbre a sus anchas. Al parecer el ex honorable Jordi ha amenazado nada menos que con hacer trizas la democracia si se decide a tirar de la manta en caso de que lo suyo se llegue a castigar con el rigor adecuado. Al parecer, cuando en los años ochenta se descubrió el pastel de la banca catalana, el tres percent y demás porquería adjunta del clan Pujol y sus convergencias no precisamente democráticas, y todo el mundo político calló y miró para otro lado, fue porque la cara "b" del maestro Yoda, amenazó con cantar La Traviata, Rigoletto y Nabucco en una sola sesión operística, pertrechado nada menos que de unos dossiers fantásticos que había ido comprando a los "patas negras" del CNI, que ya para entonces habría cambiado el significado original de sus siglas y se habría convertido en un Centro Nacional de Indecencia y no de inteligencia, como era la primera intención del asunto. 
Estas malas noticias no son tan malas como se puede pensar a primera vista y  oída y viendo los derroteros por los que el enjuague a tutiplén ha ido derivando. La amenaza de Pujol, que al parecer tiene muchos visos y visas de ser real, muy real, no tiene que alarmar a la democracia para nada, sino quitarle un gran peso de encima. Si una democracia es lo que su nombre pretende definir, la amenaza de Pujol es precisamente un incentivo para animarle a que no lo dude más, no maree la perdiz con faroles y tire de la dichosa manta, porque los demócratas están deseando hacer limpieza y que la costra espesa y  corrupta que impide respirar a nuestras comunidades cívicas se caiga de una vez por todas. Que don Yoda "bis" no se autoreprima el instinto acusica y no se le ocurra dejar para mañana lo que hoy pueda ayudarnos a completar el cambio que tenemos entre manos. Un chanchullo semejante, una cueva de ladrones y rufianes de tal laya, que se tapasen unos a otros durante casi cuatro décadas, chantajeados por un elemento como Pujol y su peña y, para más inri, "protegido" por la solvencia moral de semejante CNI, sería cualquier cosa menos una democracia en un Estado de Derecho, con lo que la posibilidad de que tal engendro saltase en pedazos sería en esencia una grandísima liberación para la sociedad entera, que ya está saturada de escándalos diarios y con una ganas absolutas de que toda la basura salga a la luz de una bendita vez y podamos colocar donde toca las piezas del puzle político y económico.
De verdad, Pujoles, no os reprimáis el cabreo y actuad en consecuencia. Pillad la manta y no penséis en otra cosa que en sacudirla con ganas, bien alto y claro, con todo  tipo de detalles. Acabaríais en chirona, desde luego, como de todos modos sucederá tarde o temprano,(no confundir con Girona, que la cosa no va con segundas), es verdad, porque delinquir, habéis delinquido hasta el agotamiento de todo móvil y motivación causal, pero, eso sí, con mucho  más glamour del que ahora disfrutáis. Los canallas, tipo Benavent el de Valencia, por ejemplo, suelen redimir  parte de su curriculum repulsivo cuando se arrepienten, como el buen ladrón, cambian de registro y ayudan a la sociedad a enmendar la plana a la delincuencia política que siempre va de la mano del dinero fácil y podrido, de una devota hipocresía como cosa natural, del apego ansioso a los dominios territoriales del caciquismo, de la mentira como herramienta de "trabajo" y la indecencia como blasón familiar, que confirma la calaña de toda una estirpe. O sea, que menos amagos y más determinación, menos amenazas de boquilla y más hechos materializados. El deshonor público y el descrédito social no pueden caer más bajo, todos y todas ya esperamos lo peor de lo peor desde que el General Armada dijo que el elefante blanco no estaba dispuesto para salir a escena, que se había quedado dando vueltas en a sabana por esos safaris remotos en espera de mejores perspectivas y de que un buen cazador le diese el protagonismo adecuado,  así que desde ese lumpen solo se puede subir, ya no hay escala política ni social más underground en la que enrolarse como democracia y como aguante punitivo . De los males, el menor, o sea, el menos dramático, es, precisamente, destapar la olla podrida que humea y cuece a fuego lento esta especie de venganza de Don Mendo en versión catalufa.
No se corte Jordi, si vos plau, salga de esa su tradicional discreción tapaderil de medio pelo, y cante, cante, cante como los grandes del gremio, por peteneras o por sardanas, como se sienta menos mal, hasta que se hayan terminado las partituras...Aunque mucho nos tememos que no tenga agallas para hacerlo, que perro ladrador poco mordedor, que quien mucho alardea poco aporta. Que mucho bla, bla, bla, pero nada macizo que aportar a la causa de la verdad. Una vez más, mucho ruido y de nueces res de res. Item, ná de ná. 
Por lo menos si Pujol no piensa hablar que no alardee de lo que no es capaz de hacer y al menos guarde un poco de imaginería menos enmierdada, siquiera una chispita redimida de dignidad sin pringar, que no dice nada en su favor despreciar a sí a la ciudadanía, poniéndole delante la zanahoria del destape y luego nada. Y no tema en ningún momento que las barbaridades narradas en pretérito anterior superen o desdoren las actuales, que no somos idiotas y estamos al loro de que sin ese pasado  mafioso con el que usted amaga y no se atreve, nunca habría sido posible un presente semejante. Lo que sí podría ayudarle ahora, sería la decencia de contar la verdad sin tapujos y que esa verdad nos permitiese hacer de una vez esa limpieza general que necesitamos tanto como respirar. Aunque mucho nos tememos que con esa denuncia usted y su parentela, seguramente, tampoco se irían de rositas y que mucha más basura de su clan se haría de dominio público. No les mola morir matando si el petar no renta nada y en cambio pueden seguir sacando tajada por encima de todo y repartir por esos mundos infinitos del parné sus dividendos, sumandos y multiplicandos urbi et orbe, que ustedes son tan píos y tal fieles a lo suyo como generosos en el reparto global de beneficios, de paraíso en paraíso, como hace la gente devota y creyente. A dios rogando y con el mazo dando, en todos los aspectos. obviamente.
Por eso cuando amenaza sin hacer nada más para que esa amenaza tenga sustancia, es como si ladrase a la Luna, o sea, entretener y desviar la atención con las salpicaduras de las alcantarillas en otras direcciones, tan corrompidas y pilladas como lo suyo, en el mejor  estilo del reino de Berlusconia y su paradigmática macchina del fango, pero de hablar en serio con  datos, fechas, cantidades y nombres, nanay. Guau, guau, guau...Qué mundo más perro, ¿verdad, ex honorable?

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