viernes, 5 de febrero de 2016

Dilemas



Pedro Sánchez está haciendo lo que puede. Su buena voluntad negociadora es indiscutible; sin embargo hay un escollo importante en esa vía que ha tomado. La decisión de consultar a todas las fuerzas políticas, a derecha y a izquierda le honra, es muy sana y democrática, pero en el caso puntual del pp se rompen los esquemas lógicos de ese razonamiento si se quiere llevar una trayectoria ética necesaria.
El pp, en su estado actual, no es convocable para ninguna negociación posible; está inutilizado como herramienta para gobernar, decidir y legislar; se ha encerrado a sí mismo en un bunker de inmundicia donde se defiende como gato panza arriba, y no es nocivo por su ideología conservadora, sino por su carencia de praxis moral, de principios éticos, de escrúpulos y de simple vergüenza. Ha perdido por completo la auctoritas, el peso ético imprescindible en lo más elemental de lo moralmente lícito para poder gobernar y legislar; para ser creíble se necesita ser de fiar. Si aún quedan españoles que se identifican con esas conductas y las aprueban y disculpan votándoles, tenemos un problema gravísimo, que sólo la intervención de la Jefatura del Estado junto a un Tribunal Supremo que no esté compuesto por magistrados del pp, podrían conseguir neutralizar el desfalco político, con una desautorización legal y aplicando algún recurso que ilegalice las prácticas del pp y lo coloque al margen de la legitimidad hasta que reconozca sus fallos garrafales y los repare. Hasta que dimita la plana mayor actual, se haga un congreso en el que se aclare todo, se pida perdón a la ciudadanía, se hagan elecciones primarias y los militantes de base y votantes, una vez informados y enterados, decidan qué hacer, sabiendo que la Ley no va a permitir una reelección de los representantes corrompidos ya sea por hechos directos o por complicidad y tolerancia a la corrupción.

Se plantea otro dilema fundamental a analizar ¿es compatible la legitimidad de los electores del pp con la viabilidad ética imprescindible de un  Estado e Derecho? ¿El voto de siete millones de personas puede legitimar la indecencia? ¿Desde cuándo la honestidad se adquiere por número y no por la cualidad de los actos que se realizan? ¿Es democráticamente sano y válido que si siete millones de personas quieren ser gobernadas por delincuentes, con el perjuicio manifiesto para el resto de la ciudadanía y el destrozo del bien común, haya que aprobar esa elección? ¿Qué debe hacer el Estado en un caso así? Si el censo electoral es de 22.746.489, está claro que si restamos los 7.000.000 de votos del pp, nos queda una mayoría de 15. 746.489 de votantes que no le han votado. Es más del doble. Si trata de cantidad, que es la medida numérica de la democracia, tampoco es justo que más de quince millones y medio de votantes tengan que tragarse la voluntad impuesta por 7.000.000 de colegas. Las cuentas no salen. A ver si afinamos y colocamos las piezas del puzle donde tocan.

Pedro Sánchez en su afán y su urgencia por arreglar la gobernabilidad está entrando en un terreno farragoso y confuso, en vez de aclarar que es imposible aceptar como interlocutores a los miembros de una asociación política dedicada a delinquir y a escudarse en la impunidad institucional más que a gobernar, que está usando la condición de aforados  como herramienta para delinquir y hacer de la prevaricación y del cohecho un sistema de medrar y enriquecerse y colocando corruptos en el Senado para librarles de dar cuentas a la Justicia. Es gravísimo y nos estamos jugando la validez, el derecho y la dignidad del propio estado. Lo del pp es una verdadera amenaza que está intentando minar hasta la credibilidad de España en el extranjero, -Margallo y De Guindos ya están en campaña boicot,  por si acaso acaba gobernando una coalición de izquierdas. Hay muchos modos de ser golpistas a favor de los propios intereses y barriendo para adentro.

Es muy preocupante que se considere más grave el independentismo catalán que la descomposición moral del propio estado, que a su vez es la principal causa del brote agudo de independentismo que ha tenido lugar durante la nefasta legislatura ppera. Es horrible, indecente, bochornoso y hasta antiestético, escuchar frases como "los que quieren romper España" aplicadas  a los catalanes que exigen legitímamente el derecho a decidir y no se considere que el pp es una legión de zapadores minando y dinamitando España bajo el fervor de las banderas, escudos y tronos, y usando esa patria que les llena la boca para  llevarse crudos los dineros públicos arruinando a sus conciudadanos sin el más mínimo remordimiento. Por si queda alguna duda al respecto ahí está la confesión directa de la ministra Ana Pastor durante una entrevista en RNE, en plena traición de su inconsciente o acto fallido como se llama en psicología: "Es incompatible estar en política y ser honrado". En el  fondo ella misma lo sabe y la zona más sana de su conciencia se lo ha hecho decir en voz alta.

Pedro Sánchez debería reflexionar muy seriamente acerca de si la gobernabilidad y los pactos para facilitarla se pueden llevar a acabo sentándose a negociar con un partido de filibusteros que ni siquiera son capaces de reconocer su filibusterismo y mucho menos de enmendarlo. ¿Trataría de pactar con yonkies para gobernar? Pues el pp está al mismo nivel. Su adicción al tener, al poder al corromperse corrompiendo, le ha arrebatado la capacidad y la mínima lucidez para discernir y reconocer su propio estado de degradación. Y eso también deberían verlo Rivera y C's. A no ser que también estén en la misma onda que el pp y tampoco vean el calado y la gravedad de la situación.
Las ideologías no son garantía de decencia ni de indecencia en sí mismas. En todas partes cuecen habas. La única garantía moral la proporciona la honradez de las personas que practican y materializan esas ideologías. Una ideología decente prostituida por afiliados inmundos que además justifican y protegen la misma delincuencia, es una basura, por muy limpias y éticas que sean sus propuestas teóricas. Lo digo por C's. Por el pp ya ni me molesto. Está claro que lo suyo no tiene arreglo si no son capaces de ver lo enfermos que están.

Pero Pedro Sánchez debería ver lo que hay y  a lo que se arriesga antes de seguir por el camino de una apertura sin condiciones a las cloacas. C's  también, pero se juega menos. Es seguro que IU/UP y Compromís, ni por su puesto Podemos, que esta usando esa estrategia negacionista en interés propio para precipitar nuevas elecciones ahora que el CIS le ha colocado por encima del Psoe en intención de voto, no aceptará esas proximidades destroyers. Eso está más claro que el agua. Si el problema más grave que tenemos es el hundimiento de la economía y los derechos a causa de la corrupción en todo, los mismos que han causado el destrozo, o sea, el gobierno del pp, no pueden aportar nada válido para arreglar lo que ellos no consideran que deba arreglarse porque estiman que ese destrozo es un gran logro. Por tanto es perder el tiempo y la energía en pedir peras al olmo.

El dilema es peliagudo. Y habrá que echar mano de mucha inteligencia, de mucha ética, de coherencia transparente y de un gran valor para afrontar el lance de una tenaza vis a vis entre el pp y Podemos apretando con saña la buen voluntad de Sánchez y las ganas de ambos de liquidar al Psoe como rival derrotado. Que la fuerza acompañe a Pedro Sánchez, una buena persona y un hombre honesto. La va a necesitar y nosotros, las ciudadanas y ciudadanos que soportamos este maremagnum de disparates, también.

Más dilemas y preguntas de última hora.

¿Es Pablo Iglesias el único que puede negociar en Podemos y en él empieza y acaba el proyecto? ¿Hay alguien capaz de ver más y mejor o esto es todo?

¿Todos los podemitas piensan lo mismo que él y han decidido en asamblea que sea Iglesias el único interlocutor en las negociaciones sobre el posible gobierno de coalición? A lo mejor es cosa del apellido hegemónico tomado al pie de la letra, porque recuerda más a la disciplina vaticana del pastor y las ovejas que a un partido nacido supuestamente de las bases sociales.

¿Tienen derecho Iglesias y Rivera a boicotear la voluntad ciudadana de pluralidad expresada en las urnas?

¿No despotricaban porque el pp boicoteaba y reventaba en el Congreso todo lo que no eran propuestas de su grupo hegemónico?

¿No están demostrando los nuevos retoños que son tan falsos, marrulleros, convencionales e incapaces de romper inercias como el propio pp?

¿A esto se referían con lo del cambio, a mudar de  caras y  nombres mientras se mantienen las mismas trampas, indecencias y palos en las ruedas de siempre?

¿Se han dado cuenta de que lo que hacen se llama demagogia y no democracia?

 ¿No consideran patético que teniendo entre todos los grupos más decentes la sartén por el mango para hacer algo nuevo y grande, haya que repetir unas elecciones, gastando un dineral que habrá que quitar de los gastos urgentes, para hacerles el juego e intentar conseguir lo contrario de lo que quiere el pueblo, volviendo al rodillo o al biparty tradicionales del viejo régimen?

Pues eso.

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