miércoles, 24 de febrero de 2016

Así, no


Ha sucedido lo peor. La triste y penosa claudicación de Sánchez, o sea, del Psoe, que a partir de este turbio episodio queda reducido por ahora a una sigla mutilada, que acaba de perder de una vez la "s" de socialista y la "o" de obrero, para convertirse en PCOE,  Partido Caduquista Obsoleto y Español, muy español, de lo de siempre.

Es escandaloso escuchar a Rivera "tender la mano" al pp, un catálogo de corrupción como no se recuerda jamás -han superado al felipismo en institucionalización corrupta y cínica metodología- con la sucia coartada de poner como pantalla a los siete millones de estafados y/o cómplices que les han votado. Un mensaje ladino y absurdo que deja en evidencia y desautoriza cualquier propuesta de ese apaño a dos, de espaldas al resto mayoritario de opciones políticas, que quedó al margen de una verdadera negociación, a la que Sánchez, en el mismo alarde de "humildad" que Iglesias, no se ha dignado a asistir, dando un trato preferente, en petit comité y sin testigos, al riverismo pperiforme. Mientras los tribunos de la plebe intentaban ponerse de acuerdo, el diunvirato de la neo-casta iba por su cuenta haciendo planes de espaldas a la chusma...Una cacicada más y un espectáculo tan opaco como lamentable. Ya está todo dicho por parte del PCOE. Ya sabemos a qué atenernos y cómo en un marrullero tollendo ponens y viceversa, se han cargado el socialismo, aprovechando su esencia para legitimar lo contrario y  para convertirlo en patética caricatura de su propia historia.
La reforma laboral del pp se queda en pie con unos ridículos hilvanes de fondo y de lejos. Los contratos, dos años y ya veremos; desempleo y precariedad abusiva, tirón de orejas por ley a los estafadores laborales, nanay, ley de transparencia y anticorrupción depuradora missing, los desahucios ni se nombran, ¿Catalunya? , ¿qué eso?; ley electoral con sistema D'Hondt adosado, silencio y de puntillas a ver si no se nota y sigue colando. OTAN y demás ardor guerrero armamentista, nada de nada. Inmigración y refugiados, tabú. Revisión de la soberanía y relaciones con Europa, nasty de plasty. Revisión de la laicidad del Estado y asunto concordato, mejor ni nombrarlos. Intocabilidad de derechos a los pensionistas y stop a meter mano en la hucha de las pensiones sufragada por los impuestos de los trabajadores, top secret. Y de la recuperación de la memoria histórica, una amnesia consensuada de lo más "in". Indecente.
Se acabó. Requiem aeternam dona eis, Democratia. Los verdaderos socialistas, que aún son muchos y muchas, no volverán a votarles después de esta mascarada. Eso seguro.

La delatora imagen de los dos lideretes vestidos igual pero con el toque diverso del rojo y el azul de sus corbatas, caminando al mismo paso, diciendo lo mismo y haciendo los mismos gestos, que ayer nos ofreció la tele, más que evidenciar a  dos políticos capaces de algo válido era como un trailer de serie  televisiva "b" o "c", de esas que dan en Divinity o peli descolorida y retro, de la Paramount, producida por alguna secta americana, cuyos protagonistas podrían ser una pareja de mormones vendiendo biblias neocón. Una serie titulada, por ejemplo, The bunglers friends. O sea, en castellano celtibérico: Los amigos chapuzas. O también,en plan peli, Gattopardo Fashion 2.0.

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