jueves, 11 de febrero de 2016

La voz de Iñaki


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Sánchez recibe a Rajoy

EL PAÍS 

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El mérito de Pedro Sánchez es haber conectado con el sentimiento y las aspiraciones de la ciudadanía desde una perspectiva más social que financiera. Más humana que meramente estratégica, y es precisamente, esa particularidad la que, dando la vuelta a la tortilla de la "lógica" de lo viejo, se ha convertido en una verdadera estrategia de liderazgo de la izquierda sobre el decadente y ya fúnebre bunker de la derecha. 
En lo momentos difíciles lo que se premia es el valor inteligente y las agallas responsables.

El caso Sánchez-Rajoy se entiende muy bien si se estudia desde el plano de una antigua ciencia que hoy se ha trivializado y mercantilizado en manos de cuentistas y charlatanes, pero que médicos y científicos del pasado utilizaron con éxito  como orientación para completar diagnósticos y encontrar soluciones explicables a fenómenos confusos: la Astrología. Entre ellos, además de los científicos de Mesopotamia, China o Egipto, Alcuino de York, Paracelso, Nostradamus, Galileo o Keppler entre otros y por supuesto una de las herramientas de investigación sobre los patrones del inconsciente utilizada por Karl Jung y sus discípulos, en la nueva visión de la psiquiatría postfreudiana . (*)
(*)“Con considerable seguridad puede esperarse que una situación psicológica dada, bien definida, se acompañe de análoga configuración astrológica. La Astrología consiste en configuraciones simbólicas del inconsciente colectivo, que es el tópico principal de la psicología: los 'planetas' son los dioses, símbolos de los poderes del inconsciente”. Carl G. Jung 

Según sus fechas de nacimiento, Rajoy está bajo el signo de Aries y Sánchez en el de Piscis. Aries pertenece al arquetipo Fuego, Piscis al de Agua
Aries, al ser el primer signo de la rueda zodiacal tiene la fuerza inicial de los comienzos, es el recién nacido a la experiencia, tiene el empuje ciego del inexperto, psicológicamente es un niño, con su vigor sus ganas de estar y de hacerse notar, pero con mala comunicación, y por eso es el empeño ciego y el empecinamiento de la rabieta la energía que le mueve, mucho más que la flexibilidad y la adaptación que desconoce y como las llamas, fuertes al inicio, se apaga pronto en su propia euforia por arder, sólo convertido en la fuerza solar de Leo o en las brasas de Sagitario (los otros dos signos del mismo elemento ígneo) el fuego tiene consistencia para que ni el agua ni el vento lo apaguen y que, en cambio, sea ese fuego el que la caliente, la haga hervir e incluso la evapore;  el Piscis, por el contrario es el último signo del Zodiaco, es el recapitulador, el anciano, el que sabe comprender el significado profundo de las apariencias, es humilde y se adapta con facilidad, como el agua, es el agua oceánica y la necesidad de los cambios,(los otros dos signos de agua son Cáncer, el agua que fluye en ríos, torrentes y cataratas y Escorpio , el gua quieta de lagos, lagunas y embalses) un mundo "inseguro" que  Aries no acaba de asimilar porque aún no ha aprendido a encajar la frustración como parte natural del aprendizaje, y si no se sale con la suya ya no tiene ánimo ni fuerza para hacer otra cosa ni admitir nada que no sea lo que él piensa y cree. Aries siempre necesita ser el jefe, no sabe obedecer ni cooperar, por eso sólo "triunfa" solo, no se fía de los demás, ni sabe delegar, solo mandar y desde la cumbre, si lo que le rodea se lo permite, es corredor de sprints, pero no de fondo o gana por goleada o pierde del todo; no sabe escuchar ni consensuar; como los niños. Cuando encuentra delante la adversidad si no la puede destruir embistiendo o reduciéndola a cenizas antes de apagarse, se derrumba ante ella. Aries no tiene madera de líder, sino de guerrero en la vanguardia, de ariete, donde o se gana todo a base de romperlo o se muere matando. Cuando no consigue nada, simplemente, se apaga y entra en un estado de inercia confusa que le impide pensar y decidir. Se inutiliza. El problema que un Aries tiene con la corrupción es que no la ve aunque la practique, porque nada de lo que él hace puede ser defectuoso ni criticable. Su soberbia y vanidad van en paralelo con su ignorancia voluntaria, admitir sus defectos y pedir perdón por ellos cuando perjudican a los demás,  no entra en su código personal ni grupal, puesto que el grupo al que pertenece se convierte, de un modo natural, en su propiedad y no en su referente. El reto a superar para Aries es asumir la necesidad de aprender a obedecer y a aceptar lo que le supera y siempre desde la humildad, para poder liderar con éxito.  Un Aries humilde es un verdadero triunfador, vital, creativo y un gran maestro, pero un Aries que elige quedarse atado al instinto de su soberbia primaria y no sabe usarla como energía transformadora de sí mismo sino en martillo apisonador para los demás, se convierte en un estorbo y en un cretino malhumorado, amargado e intratable. En una rémora inútil para cualquier proyecto o para simplemente, convivir.

Piscis, está en las antípodas de Aries, es el arquetipo del abuelo zodiacal que ya ha trabajado en  muchos planos de la experiencia, ambos arquetipos  son el principio y el final de los procesos. Si para Aries lo principal es salirse con la suya, Piscis considera que "la suya" no es nada si no es también "la de todos". Tiene un gran sentido y necesidad de una moral transformadora no solo de sí mismo sino también de la sociedad, de hecho muchos reformadores sociales y políticos son Piscis. Tienen grandes cualidades para el trabajo en común y cuando están bien aspectados por una buena disposición, no les importa ser el primero o el último, sino dar lo mejor que tienen para que el bien común sea posible. Confían en la humanidad y de un modo natural sienten respeto y compasión por sus semejantes y son capaces de anteponer lo colectivo a lo personal espontáneamente cuando las circunstancias lo requieren. Son  generosos. No son obstinados sino muy flexibles, y tanto, que pueden a veces, convirtiendo la cualidad en defecto, aceptar cosas poco claras y moralmente reprobables, como la corrupción, si no están despiertos y atentos a un código categórico que valore las decisiones en función del bien común más que del bien parcial o meramente instrumental. Eso explica que Aznar y González, que también son Piscis, hayan caído tan bajo, seguramente por falta de base educacional, de discernimiento y de principios éticos  lo suficientemente claros. Un Piscis con pocos valores éticos es posible y a veces hasta inevitable, por la cantidad de justificaciones que son capaces de elaborar, que derive en manipulador y demagogo. Porque llega un momento en que , disuelto en su propio océano de estímulos y enorme receptividad, se pierde y puede llegar a convertirse en adicto a lo que más desprecia y teme. Es un signo en el que la dualidad entre la sombra y la luz es al mismo tiempo maestra y riesgo. Un Piscis bien aspectado, con principios claros y una ética esencial, puede ser un catalizador de regeneración social, un líder espiritual, un servidor nato al bien común, un legislador de los que marcan época y benefactor de los más marginados y abandonados. Un maestro de filosofía de vida y un gran pensador práctico. No sabemos el signo astrológico de Sócrates, pero su biografía tiene todas las trazas de un Piscis. Jesús de Nazaret, también, aunque Navidad cae en Capricornio, parece que los datos evangélicos que hablan de los pastores cuidando ganado por la noche, indican que nació entre  febrero y marzo, cuando el invierno decae y los pastos crecen, el ganado salía a pastar a grandes distancias y había que velarlo por las noches. Sea como fuera, el caso es que la biografía de Jesús, es, como en el caso de Sócrates, un calco del mejor modelo Piscis


La interesante y curiosa paradoja de este caso es el cruce de los arquetipos y de sus funciones, porque Rajoy, -que por sus cualidades astrológicas innatas, 'debería' ser el gran iniciador de un tiempo lleno de entusiasmo vital y de proyectos innovadores respondiendo al mejor aspecto de Aries-, por bloqueo voluntario en el peor aspecto del signo, le ha cedido ese rol a la experiencia del más "abuelo", o sea, a Piscis-Sánchez, que se ha convertido en el verdadero innovador recapitulando las antiguas propuestas tradicionales del socialismo auténtico, y así en la forma opuesta al proceder del Aries-Rajoy, , Piscis-Sánchez consigue ser el motor institucional de la transformación de inercias políticas y adecuar las propuestas a las necesidades sociales, justo, con un método opuesto al de Rajoy, que desea imponer sus propuestas por encima de las necesidades sociales, más como un mandato irrevocable que como propuestas modificables y porque así lo requiere  el bien común mediante el entendimiento en la diversidad.
Es muy interesante y reconfortante observar  como nada está escrito de antemano y que en el universo inteligente, cuántico-intencional no hay presiones ni sentencias previas, que todo es modificable, porque el destino es el resultado del acierto o del error de nuestra libertad al elegir, y como la esencia de los arquetipos de origen puede ser aplicada libremente por medio de la elección de conductas e ideas usando el libre albedrío orientado, en un momento histórico determinado, en función del ego o del nosotros. 
En realidad la carta astrológica no determina nada, solo nos orienta; es como la caja de herramientas que traemos para la vida, la maleta con lo imprescindible o como la brújula y el mapa para el camino. No se nos dice en qué ni como hay que emplearlas, eso depende de nosotros exclusivamente,  solo es una ayuda para que no nos perdamos si es que elegimos libremente no perdernos. Todos y todas participamos y estamos constituidos de la misma sustancia energética y de la combinación diversa de los mismos cuatro elementos (Aire, Tierra, Fuego y Agua que equivalen en cualidades a  la Intuición, a la raíz del Conocimiento profundo y fértil, a la Lógica aplicada y  la Inteligencia emocional que posibilita nuestra fluidez y adaptación al medio) en el mismo paisaje cósmico y telúrico, bajo el mismo firmamento y sobre el mismo planeta. Esto nos demuestra que son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan.

Hay muchas franjas del conocimiento, muchas facetas y espacios que se dejan de lado a la hora de interpretar la realidad simplemente porque se desconocen, y que pueden aportarnos más luz para entender el sentido hasta de los despropósitos. 
Cuando conocemos un poco mejor los motivos de las conductas o las bases de un temperamento o de un carácter, las condiciones de vida y ambiente de las personas, nos ayuda a comprenderlas mejor, a separar su individualidad de sus errores y a descubrir sus capacidades, y así, sin acritud ni odio, poder juzgar y reprobar nuestras peores acciones sin perder el respeto y entender las causas que producen los efectos. 
La Astrología como ciencia antropológica es una herramienta muy útil para la  función sanadora de la especie. Concretamente en la Medicina es un complemento muy interesante a la hora de buscar la etiología profunda y psicofísica de la enfermedad, y en mi caso la valoro mucho como testimonio práctico de algunos médicos astrólogos que tengo la suerte de conocer. Esa ciencia tan mal valorada lo mismo ayuda en la familia que  para entender las relaciones interpersonales, laborales o la vocación y el trabajo, la política y la sociedad. Explica, como la filosofía o la psicología, muchos porqués que tantas veces nos bloquean porque no  hemos podido conocernos aún a nosotros mismos y mucho menos a los demás. Lo he podido estudiar de cerca desde hace ya casi treinta años. Y vale la pena.

En el fondo, no estaba equivocado el lema que presidía el dintel de los templos clínicos dedicados a Asklepios, el dios de la Medicina, en  la Grecia antigua: γνῶθι σεαυτόν, gnothi seautón (conócete a ti mismo). 

P.D. 

Para completar el panorama y como curiosidad, añadiré que en las nuevas formaciones políticas hay que destacar que tanto Alberto Garzón como Pablo Iglesias son del signo Libra, signo de Aire y renovación moral hacia el equilibrio y la justicia como ética y estética, signo que comparten con reformadores como Gandhi, por ejemplo. Y para completar, nos queda Albert Rivera que es Escorpio, el signo del agua quieta, el arquetipo de la vida que surge de la putrefacción de lo que ya ha muerto, transmutando y fermentando, como un compost, lo muerto en vida, por eso es natural que sintonice con Sánchez-Piscis y que acabe dialogando cómoda y  equilibradamente con los Libra-Pablo y Alberto,  y aunque no pacte, tampoco se oponga ni obstaculice las medidas justas y necesarias, porque a él también le preocupa la transparencia y la salud moral de la política y es muy posible que  el propio proceso del diálogo negociador le haga cambiar algunas líneas rojas que ya le empiezan a molestar en su propia ideología hasta ahora más heredada que elegida libremente. Eso mismo puede ocurrirle a Pablo Iglesias, que también en este proceso, si quiere, puede adquirir la madurez que le falta para alcanzar un verdadero liderazgo moral, que en nada se parece a una hegemonía que organiza y manda con criterio y fuerza, a la antigua usanza y ha caducado, pero que, a pesar de sus propuestas en el fondo no convence a muchos porque no hay madurez sino estrategias y tácticas, algo  muy parecido a lo que le ocurre a Rivera, con la ventaja de que  Rivera tiene menos problema con las fijaciones que los Libra. Es más flexible. Garzón se diferencia de ambos porque tiene más clara su propia evolución personal y eso le ha supuesto tener que afrontar, como Sánchez-Piscis la incomprensión y la crisis con los brahmanes de su propio partido de origen, al que -como Sánchez,le debe mucho y quiere de corazón, pero al que, igual que Sánchez,  sabe que si no se renueva acabará aplastado por la avalancha de unos tiempos donde lo seguro desaparece en lo transversal y lo sólido se licua en la batidora de un mundo convulso  en crisis permanente, en donde el rol principal será el de la democracia directa, trabajando en grupos sectoriales y la fuerza será más contundente y eficaz cuanto más de base y asamblearia sea. Lo que ahora triunfa como global y de grandes dimensiones, tendrá que acoplarse y reducirse a lo territorial por pura supervivencia. Por eso la participación y la pedagogía colectiva, repartida desde el municipalismo solidario a lo estatal, será la forma más justa y apropiada para los tiempos que llegan. Como sucede al final de los imperios, para sobrevivir habrá que reducir y simplificar, también en los estados, confiando en que las redes sociales y las nuevas tecnologías se conviertan en vínculos entre comunidades y movimientos donde la comunicación aporte ideas y herramientas que mejoren métodos y sistemas. Otro mundo muy distinto, donde lo mediático perderá valor si no aterriza en lo próximo y tangible.

En el conjunto sólo sobra y desentona Rajoy-Aries por su estancamiento obstinado en lo que ha no sirve y el contrasentido de su misma función, que debiendo ser renovadora y creadora sólo es un remedo y una repetición de lo que ya, está más que demostrado, que  no sirve para unos desafíos como los actúales y un futuro tan imprevisible. Y no es por la edad sino por la actitud que en su ideología ha elegido mantener.

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