viernes, 17 de mayo de 2013

Querido Grillo, el 15M y lo tuyo, partiendo de una experiencia social muy parecida, son caminos divergentes


MADRID Vendrá 'en breve' a España

Beppe Grillo, al 15-M: 'Protestar en la calle vale, pero hay que ir a las urnas'

Quico Alsedo | Madrid 
6
Miembros de Democracia Real Ya se reúnen con el político italiano en Roma y organizan un encuentro este fin de semana en Madrid.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Dice el refrán que sabe más el tonto en su casa que el listo en la ajena.  Seguramente a Grillo en su casa le ha ido de maravilla con su sistema populista para llegar a convertir el cabreo nacional en partido político sin más programa que el mismo cabreo convertido en institución. La descalificación permanente de los demás partidos, el grito demagógico constante y el vacío de programa concreto. 
No es el caso de España. Ni el del 15M. Aunque Democracia Real Ya, tenga en marcha sus aspiraciones políticas , completamente legítimas, en esa dirección y haya salido del propio 15M. Una opción tan válida como cualquier proyecto que piensa y trabaja para mejorar la sociedad.
Hace un año, más o menos, un grupo asambleario de los acampados en Sol propuso entrar en la política convencional, se debatió y se votó que la mayoría del 15M no aceptaba ese rol, porque cree que su función es distinta. Entonces DRY, eligió y se presentó por  su cuenta como opción para el Parlamento. Al resto mayoritario les pareció que es estupendo que DRY haga lo que ve en conciencia y cree que debe hacer y se alegra mucho de que con esa opción se sientan felices y útiles para la sociedad. Pero sigue convencido de que su papel como movimiento asambleario no está en un partido al uso, sino en el ágora, en los barrios, en los plenos de los ayuntamientos, en las iniciativas pedagógicas, participativas y de presión consciente y no violenta sobre la máquina del Estado cuando pierde con facilidad las proporciones y el sentido de su existencia si los ciudadanos libres de ataduras y vínculos con el politiqueo, no le recuerdan con le scanner de la realidad cotidiana, el rumbo de su camino y lo sacan de la anquilosis y de la indiferencia que produce la rutina machancona de la institución, distante, fría y calculadora. Deshumanizada por lo consuetudinario del trámite lejano, cada vez más, a la ciudadanía.
El 15M es el alma social y política genuina que los politicantes no han conseguido vender al diablo de los mercados, de la banca y de la corrupción porque no ha querido entrar en la rueda del poder, se ha quedado en la disponibilidad para el servicio puntual, articulada en forma de Plataformas o Iniciativas Legislativas Populares, adaptadas al crecimiento de la conciencia y sus necesidades, deberes y derechos, que se van formando orgánicamente por la demanda y la denuncia social, y con la sostenibilidad creíble que da el ocuparse puntualmente de aquello que el poder politicante no alcanza ni a valorar ni a resolver.
Precisamente el discurso de todos los políticos "tradicionales" respecto al 15M es la invitación constante a que se conviertan en una opción votable en las urnas. Es decir que entren en el engranaje que emplea su tiempo y su energía en reunirse para leer documentos, discutir enmiendas, votar, levantar actas, tardar meses y años en resolver problemas que con un 15M al lado se pueden resolver en horas o en pocos días. Que pueden salvar vidas incluso impidiendo y paralizando actos criminales por parte de la banca y del gobierno que la protege como a las niñas de sus ojos, quizás por la afinidad y el cariño cómplice que se tienen entre sí. Como parar un desahucio, por ejemplo. Como organizarse para crear puestos de trabajo alternativos donde consumidores y productores se intercambien lo que producen unos y necesitan otros, sin intermediarios que desplumen y exploten a ambos. O por ejemplo, intercambiar tiempo, servicios y ayudas, que por la vía admisitrativa y paralamentaria al uso son inalcanzables. Estar atentos a lo legislado para supervisarlo y corregirlo cuando sea necesario y perjudique a la ciudadanía y al bien común para favorecer oligocracias, élites y bolsillos muy particulares en-sobrados. Y todo eso, en las Plataformas, "mareas" o ILPs, se convierte en información, análisis, reivindicación, presión cívica, recogida de firmas a miles para reclamar y hacerse visibles en el Parlamento sin ser partido político domesticado, sino voces claras y certeras cuyas aportaciones mueven mucho más que votos y decretos: mueven la conciencia y, sobre todo, la cambian. Seguramente porque las mueve la solidaridad y la generosidad gratuita de otro modo de entender la vida mucho más gratificante y sencillo, que demuestra la facilidad con que los seres humanos pueden conseguir lo justo y necesario sin corromperse, retrasar todo y enredarse en burocracias obsoletas. Y hacer de todo ese entramado -y con la mejor intención, casi siempre- un vitalicio modus operandi et "cobrandi".
O sea que, como en el caso de Tony Cantó , Carmen Alborch o Andrea Fabra, por poner algún ejemplo, si  se es un pésimo actor sin trabajo, una picaflor de cargos sin eficacia ninguna durante tres décadas pululando de cargo en cargo y sin aterrizar nada más que en las fotos, o una hija, nieta y biznieta de cacique sin más curriculum ni mérito que la fama o el pedigrí, demostrando que se puede llegar a ser diputados a dedo del capricho o el enjuague de cualquier lista electoral de partido que se someta a la regla pactada, pero que a su vez encubre la trampa inmoral de vividores y cuentistas, narcisos inútiles o maleducados e ineptos sin más oficio ni beneficio que pasearse por el hemiciclo y decir ordinarieces, burradas o simplemente hacer bulto y lucir su body guapísimo, teñidísimo y carísimo, porque les pagamos un pastón por no hacer nada.
Es evidente que uno de los cometidos del 15M al buscar el liderazgo de la conciencia ética ciudadana, de evitar la figura inflacionada del uno inter pares, el culto al ídolo y demás inutilidades perniciosas, es precisamente, además de demostrar que el antiguo "pueblo" no es un rebaño, sino una sociedad formada por seres cada vez más conscientes, libres, solidarios y cor-responsables, es mostrar el despilfarro innecesario de recursos  y las pérdidas de eficacia y soluciones, que ocasiona una ley electoral encarrilada al beneficio del bipartidismo por decreto y dedazo, no por democracia verdadera ni respeto a la ciudadanía. Con todo el desastre social, político, económico y ético  que eso conlleva.

Grillo quiere arreglar la política, el 15M quiere que sean las personas las que se arreglen por dentro para que su política y sus vidas vibren en otra onda,que el conjunto mejore a la vez que mejora el individuo y viceversa. Por eso, el 15M entiende a Grillo, le respeta y no le dice que lo suyo es más de lo mismo. De lo que nos ha traído a este desbarajuste global, europeo y nacional. Pero Grillo no parece haber entendido lo que significa el 15M.

Los miembros de este movimiento no desean para nada convertirse en partido político porque han comprendido que la institucionalización de las mejores propuestas acaba con ellas. Pero la institucionalización también, a su vez,  es el paso organizativo imprescindible para funcionar. Sólo que con otra visión más despierta, inteligente y solidaria. Más justa. Y que es sanísimo que además de una parte gestora institucionalizada en un parlamento, con los poderes legislativo, ejecutivo y judicial, y un senado, exista una ciudadanía democráticamente activa, despierta, dinámica y viva, pedagógica, gestora de valores, que se convierta en la conciencia dinámica y encarnada en la realidad que lo institucional olvida y arrincona con una facilidad pasmosa.

Que el motor inicial del 1M fuese la indignación, no quiere decir que ésta deba ser el motor constante de su fuerza. Como hasta ahora parece que sea la bandera dei grillini. La indignación, por pura higiene mental, emotiva y práctica no puede ser crónica como un reúma. Debe madurar y canalizarse adecuadamente. Encontrar herramientas de cambio y vivir mucho más pendiente del bien común, que de perpetuarse como válbula de escape para la frustración y el cabreo social. El 15M lo tuvo muy claro desde el principio y por eso no tiene líder, ni "fundador", ni representante oficial fijo. Y no es por desorganozación ni porque no haya miles de personas dignísimas de diversas edades, que podrían representar a todos con una eficacia e inteligencia magníficas; es que no es lo que se pretende, como en el caso de Grillo, que desde el principio se fue erigiendo como cabeza pensante y gritante de todos los indignados italianos que no confían ya en ningún resorte de  una política convertida en casta.

Grillo parece que quiere arreglar la política dentro del mismo recipiente corrompido en el que se está pudriendo, en cambio el 15M quiere que sean las personas las que se arreglen por dentro, participando en el trabajo de construir sociedad, para que su política y sus vidas vibren en otra onda.
El 15M además de moverse en la calle cuando hace falta, no sólo per farsi vivi , cultiva los encuentros personales, hace actividades como yoga, meditación, terapias de grupo para solución de conflictos y conocimiento de uno mismo, hace grupos de apoyo y de autoestima a los desesperados por el paro, el abandono social, la pérdida de vivienda, etc. Conciertos. Talleres de cocina, horticultura o panadería. Actividades poéticas, culturales y educativas. Lo hacen en plazas, en marchas, parques, jardines y rincones de las ciudades y pueblos. Y desde luego no prohibe jamás a sus miembros que digan en público y en los medios, lo que piensan, como hace Grillo con sus seguidores de partido.
Lo del 15M es otra cosa. Es algo nuevo, creativo, que en España nunca habíamos visto ni experimentado de ese modo: para todos, abierto, libre, respetuoso, amoroso y gratis. 

Por eso, es bueno saber que el ignorante en su casa es más listo que el "sabio" en la ajena y que antes de hablar y dar consejos conviene tener claro  a quienes se les dan y si de verdad los necesitan.
Por eso, el 15M entiende a Grillo, le respeta y no le dice que lo suyo es más de lo mismo. Los hechos lo confirman y lo seguirán confirmando si la cosa sigue como va hasta ahora. Pero Grillo no parece haber entendido  todavía lo que significa el 15M. 
Si se grita tanto y durante tanto tiempo, a parte de hacerse papilla las cuerdas vocales, los propios gritos y su eco no dejan escuchar la magistral melodía del silencio, donde todo, todo, tiene solución y respuesta. Hasta la politicancia inútil y corrupta de los politicantes.



Modestamente, y sin ánimo de molestar, creo que el camino del 15M está más cerca de la revolución portuguesa de los claveles y Mahatma Gandhi que de Beppe Grillo




No hay comentarios: