Cara y cruz de una decisión transcendental

El 15-M se plantea la vía electoral

Una alternativa que pretende "devolver el poder a la ciudadanía, manteniendo el funcionamiento asambleario" como principio esencial y que no renuncia "a la movilización social y la desobediencia civil".

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La ciudadanía se mueve y reflexiona. Hace un repaso de lo sembrado, de lo cosechado y de la orientación de la cosecha. En un proceso sano y democrático. La reflexión, la revisión y las propuestas renovadoras o retrógradas en las asambleas son impresindibles para que sigan vivas. Según sean las aspiraciones y las miras de los diversos ponentes que representan visiones, más que opuestas, complementarias. Lo bueno del 15M es su espíritu libre y sano; sin barreras ideológicas que enjaulen la conciencia y la honestidad.

La vía electoral como propuesta es una posibilidad absolutamente lícita e imprescindible en un sistema democrático al uso actualmente. Aunque la democracia no tiene porqué seguir eternamente los mismos cauces si se comprueba que esos cauces se quedan cortos y son ineficaces y manipulables al cien por cien cuando las leyes que los canalizan son leyes incompletas y amparan la desigualdad, el delito  y el abuso como ocurre ahora mismo. En un sistema sano y transparente, la participación en las urnas es básico y necesario. Pero...hay bastantes objeciones al respecto. Preguntas que debemos formularnos honestamente y proponerlas en las asambleas para reflexionarlas en común.

a) ¿Ofrece el sistema parlamentario actual un cauce justo y en igualdad real o es una trampa institucional para que la inquietud por los verdaderos intereses cívicos se vaya acomodando a lo mismo de siempre?

b) La inclusión del 15M como movimiento social en el bloque parlamentario ¿no desvirtuaría el sentido profundo de su función? ¿no acabaría por convertirlo en otro partido más, con sus "profesionales" enganchados al sueldo fácil y a la rutina establecida y cada vez más lejos de la realidad? Eso ha pasado hasta ahora con todo intento renovador que se ha querido "civilizar" metiéndose en el ajo politicante y abandonando la política real.

c) La vía electoral sería perfecta si el funcionamiento de la ley electoral y de partidos fuese justo. Pero no es el caso. ¿Qué porvenir activo esperaría al 15M en un parlamento donde sólo tienen peso real los dos partidos "estrella" y los demás prácticamente son invisibles e inoperantes, como es el caso actual que padecemos? Más fuerza tiene en el conjunto político y parlamentario (sobre las conciencias) la presencia de una plataforma cívica o ILP, por medio de la recogida de firmas, que la opinión gris y ninguneada de cualquier diputado que no pertenezca al pp o al PSOE.  En el propio ámbito insensible de la partidocracia tiene más peso e impacto ético, humano y real la voz de la PAH que las de Llamazares, Lara o Alberto Garzón o que las voces de Rosa Díez y Tony Cantó. Los ciudadanos de las ILPs no cobran ni viven de las rentas públicas, pero han hecho de la gratuidad y del servicio generoso y transparente una de las bases fundamentales de sus vidas, (Ada Colau, por ejemplo, igual que muchas personas comprometidas y anónimas que trabajan tanto como ella en diversos puntos de la geografía española, no está desahuciada ni en la ruina) e incluso ponen de su bolsillo un dinero que no les sobra, para los gastos de demandas o asesoría, acogida a los dañados o información. Pero su conciencia se ha empeñado en una tarea humana de una relevancia y de una urgencia solidaria que deja de lado y a la altura del betún cualquier ridiculez "institucional" y protocolaria. 

d) ¿Qué espacio real en el Parlamento tendría el 15M en este estado de cosas? Como mucho ser un partido minoritario de cuarta clase, un poco "hippy" y perroflauta, digamos que  "particular" o peculiar, con lo que hasta el tiempo y el lugar en el elenco de partidos se verían mermados por la "importancia" del número de votos. España es muy rancia, inmovilista y muy "clásica" a la hora de votar; y aunque esté de acuerdo con las propuestas del Movimiento asambleario no lo identifica con "la política" tal y como está, lo que es un elogio para el 15M, pero una dificultad para los votos en cantidad suficiente como para arrasar y convertirse en un partido mayoritario y realmente operativo. O sea, que la política "seria" -en la rutina mental de la costumbre e inercia del pensamiento político español- no considera que los 15M tengan capacidad suficiente ni experiencia para intervenir con conocimiento de causa en los asuntos del Estado. Y seguramente tienen parte de razón, porque nunca han gobernado ni pertenecen a una ideología tradicional que les dé un marchamo de garantía. Esos prejuicios son reales. Y se reflejan en las urnas. Siempre. Por eso mismo los partidos ecologistas, por ejemplo, jamás han sacado un sólo escaño ni IU ni Compromís, ni los antepasados verdes de Equo han llegado nunca a ser nada más que testimonios marginales en la merienda caníbal del bipartidismo.

d) ¿El peor de los riesgos? Entrar en el juego de la inoperancia consensuada que hace verdaderos estragos y acomodarse a ella como cosa normal. Apegarse a cargos representativos y a la seguridad de un trabajo muy digno en apariencia y muy parasitario e ineficaz en la realidad de cada día. 

e) Curiosamente las más encendidas soflamas e invitaciones que llegan al 15M para que se incorpore al monopoly del poderío proceden del ala derecha del mismo enjuague. Es una forma de control y de descafeinar conciencias acoplándolas blandamente a la mugre sempiterna, que no da síntomas de entender las señales de los tiempos y de la historia, porque está prisionera en la misma jaula cómoda y confortable que se ha construido. 

f) Cuando la crisis ha golpeado ¿qué han hecho los parlamentarios más comprometidos para presionar al partido popular ahora o al PSOE en la anterior legislatura? Nada. Hablar. Despotricar. Solamente. ¿Se han declarado en huelga y han dejado solo al pp en el hemiciclo para que conste que es Juanpalomo y que los demás no cuentan? ¿Han puesto una querella al gobierno por la barbarie que ejerce a bastonazos amorales? ¿Acaso provecharon el rodeo pacífico al Congreso para salir en bloque y unirse a la acción testimonial ante la policía para defender a los ciudadanos refrendando sus justas y legítimas exigencias? No. Ni por asomo. Se atrincheraron aterrorizados como conejos en sus escaños-madriguera como si los ciudadanos que sólo querían ser escuchados fuesen los clones de Robespierre guillotina en ristre. Curiosa e inexplicablemente se sienten más solidarios con el pp y sus delincuencias que con aquellos a los que deben el escaño y la representación. Y el sueldo.

g) Si algunos miembros del 15M quieren hacer formaciones politicantes con la mejor intención, para participar en el Parlamento como miembros disfrutadores de privilegios que les apartarán por completo del objetivo inicial, son muy libres de hacerlo y de seguir en el 15M, por supuesto, nadie les echaría por eso. Pero que lo hagan en su propio nombre, exclusivamente, que no se apunten los nombres del resto de asamblearios como sostenedores de su idea porque no tienen el consenso total ni mayoritario. Ni siquiera la aprobación ética de una mayoría. Que no intenten aprovecharse de la pluralidad para manipular una unanimidad que en ese tema no existe. Y que recuerden que el bien común está reñido con el lavado de cerebro masivo y con el lamentable ejemplo del egocéntrico Beppe Grillo, que sobre todo se representa a sí mismo y a muchos otros que ven en él al gritón histriónico que llevan dentro y no atinan a expresar en público porque les da vergüenza y le temen al ridículo y prefieren ser los palmeros de un bufón sin más programa electoral concreto que la descalificación de todo lo que no sea él, enganchado al espectáculo exhibicionista de sí mismo. Que una vez llegado al poder ha prohibido a sus segudores directos hablar con la prensa, conceder entrevistas y dar sus opiniones, porque no admite el menor indicio de posible disensión. Tal cosa hará, a no tardar mucho, o bien que el 5stelle se libere de Grillo o que Grillo se quede solo por diáspora del cortejo, que seguramente irá comprobando que la sociedad necesita algo más que cabreo sordo sin programa, pero aprobado por muchos en las urnas. También se puede estar equivocados estrepitosamente  por mayoría absoluta, como actualmente en España, sin ir más lejos. El número de votos nunca garantiza la calidad de lo votado, sino sólo la magnitud cuantitativa de una esperanza, habitualmente manipulada, que muy pocas pocas veces se corresponde con las expectativas y las promesas electorales. Es ahí donde entra el rol democrático y orgánico de las asambleas, plataformas e ILPs, que nunca deberían convertirse en partidos políticos para equilibrar la visión real de la sociedad y reclamar y exigir que los representantes de los ciudadanos ejerzan como tales y no como bedeles de sus partidos. La aportación de las asambleas al Parlamento es como el aire fresco en un circuito cerrado y enrarecido, proclive a infectarse y enfermar, como pasa ahora. Como el sol entrando en un sótano. Decía la antigua medicina que donde entran el aire limpio y el sol no necesita entrar el médico. La participación ciudadana como asesora en los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, es fundamental en una verdadera democracia del siglo XXI.

En cambio ese tipo de intervención como parte del poder rígido está en las antípodas del 15M. Y quienes estando en este movimiento no lo perciben así, es que están en él pero no pertenecen a su espíritu renovador; tienen otra visión, y sólo pretenden que el  mismo roto de siempre se zurza y se amañe, que ya establecido funcione como en sus inicios, sin apreciar los cambios drásticos que los nuevos tiempos nos están imponiendo y para los que no sirven las viejas herraminetas en el estado en que están, que los recortes se acaben, que no haya desahucios, que no haya corrupción en un sistema cerrado de partidos que se corrompen sin distinguir corrupción de mantenimiento, que se pueda seguir enganchados al derroche inconsciente y happy very very wonderful que nos ha machacado y que se vuelva al mismo "estado de malestar" barnizado de burbuja, de trapisonda y de chanchullo votable. No ven el futuro en transición y simplificación, en nuevos valores que descubrir, atascados en la anomalía de un presente sin sentido ni rumbo. De eso ya tenemos de sobra. ¿Entrar al Parlamento en este estado, para cambiarlo y creerse tan fuertes, honrados e incorruptibles como para no contagiarse gota a gota y day by day por el mal oscuro y opaco de la parlamentosis degenerativa? Eso sólo se le ocurre a los ilusos e ingenuos o a los lobos trepadores y pícaros camuflados bajo la suave piel de ovejas noviolentas y demócratas, a la sombra de los que luego crecen las gúrteles y sobre-entendidos beneficios. Cualquiera de las dos modalidades son inservibles para el proyecto democrático y cívico del bien común. Del 15M tal y como es y no como quisieran y les gustaría  que fuese a los catequistas apócrifos de Cánovas y Sagasta. 

Estamos en el siglo XXI. Si no llevamos levitas, chistera ni polisón o escarpines de tafilete, ni vamos en diligencia sino en AVE y en avión ¿cómo es posible que sigamos manteniendo el mismo modo de intentar gobernar una realidad que no tiene nada que ver con aquel modo añejo y chapucero de entender la política, que ni siquiera entonces les funcionó?

Lo repito una vez más, hasta ponerme pesada: hay que releer la historia, estudiarla y hacer ejercicios de comparación histórica para calibrar, aprender y poder hacer una diagnosis y una crítica serena de la actualidad. No es difícil, y sí muy interesante para no repetir lo de siempre como una maldición. Engancha cuando nos ponemos a ello. Y si le dedicamos a esa tarea el tiempo que le dedicamos a la  minipimer  televisiva de inteligencias, seguramente España se curaría de sus males bastante antes de que el deterioro no tenga solución.
Recordemos que si no cambiamos nosotros, nuestra conciencia, uno por uno y una por una, el cambio social no llegará nunca. Y si llegase sería mucho peor. Como ahora está ocurriendo. Es patético que se pueda engañar y humillar a todo un país con su consentimiento "democrático". Ese despertar nace en las asambleas, en las plataformas, en el intercambio de actividades, conocimientos e información.

 Dijo Aristóteles que el hombre es un animal social, pero ahora, agotada la animalidad por desgaste, el hombre se está convirtiendo en conciencia social a través de su despertar personal interactivo, sacudido y acelerado por las mismas conmociones sociales que provoca y sufre al mismo tiempo. Ya no necesita la lucha de clases, sino que las clases en realidad han desaparecido; sólo nos distingue el dinero y la cultura que se han divorciado ostenosamente. Porque la cultura en los millonarios mercaderes o reyes ,banqueros e incluso en cierto tipo de periodistas o  políticos, no existe y su inteligencia está atrofiada por saturación de lo perecedero  y déficit de lo perenne, - si no fuese así emplearían sus capitales en ayudar al nacimiento de un mundo más justo y sano por la misma cuenta que les tiene- pero sí existe ese avance en las clases medias y humildes que estudian y aprenden lo que los millonetis y superossseas, no conocen o sólo les suena por encima. Por eso las clases desaparecen engullidas en las nuevas necesidades de una aldea global y más líquida, casi gaseosa, sin haberse librado todavía de las cenizas de la solidez. Si los abusones se arruinan, no tienen nada y necesitan las habilidades y destrezas inteligentes que no poseen y deberán pagar por ello, en cambio si el que ha aprendido y estudiado se queda sin dinero,  su inteligencia cultivada, su profesión y su cultura experiencial le servirán para crear mucho más que dinero: vida, recursos y prosperidad para muchos, con las ideas y el ingenio.

No lo olvidemos nunca y no permitamos que garrulandia acabe con la vida del Planeta y con la misma especie humana por seguir ciegamente acumulando lo que nunca se va a poder gastar porque una vez asolado todo, no habrá nada que comprar ni vender. Y sería una terrible broma del destino morirse de inanición, de sed y de envenenamiento medicamentoso y ambiental, aferrados como lapas a ordenadores, tabletas, móviles y wifis, sepultados en billetes de banco que ya no sirvan para nada.
Si no les paramos, eso será inevitable. Luego, es necesario que quienes ven esa realidad exijan a sus representantes que vayan al oculista y se cambien de gafas. O se las pongan por primera vez, para remediar la miopía astígmata que les aqueja.
Nada de grillos chirriantes ni de hormigas arrastrando su carga de avaricia en perfecta uniformidad mecánica; sino abejas que vuelan orgnizadas, discretas, sencillas, felices, solidarias, laboriosas y multiproductivas. Libando la belleza y el polen en el jardín ilimitado de la vida.