Venezuela a la deriva: el eterno relato del mal menor
Se entiende muy bien la situación del pueblo venezolano, por supuesto
y que la única salida es el diálogo y el fin de las rivalidades para
que sea el bien común el principal objetivo. Pero lo cortés no debe
quitar lo valiente y no reconocer la condición y las tendencias y los
vínculos con el establishment de quienes están de verdad detrás del
conflicto venezolano, es estar cerrados a la realidad.
Venezuela
es un eslabón-víctima más en la cadena dominadora del mundo por parte
de la plutonomía o plutocracia, cuyo exponente más indiscutible es USA.
Que lleva en ese plan desde el fin der la II Guerra Mundial (Corea,
Crisis de Cuba, invasión y destrucción de Vietnam del Sur y del Norte,
Camboya, Laos, Líbano, Irak, Siria, Libia y en paralelo, Latinoamérica)
Con China no puede porque tiene tanto poder y dimensiones como USA y la
prefiere como cómplice del desguace global y del finiquito climático.
Qué
curioso que el mismo caso se haya venido dando sucesivamente en Panamá,
Chile, Argentina, Bolivia, Uruguay, Perú, Ecuador, Brasil, Nicaragua,
El Salvador, Guatemala, Venezuela...y que algunos de los propios
sufridores como el autor de este artículo, se empeñen en que esa sesión
continua nada tiene que ver con el sheriff del Norte que se considera
el patrón de todo el Continente, se llame como se llame, porque todos
los presidentes USA y sus gobiernos , han actuado exactamente igual a la
hora de colocar sus intereses patrios por encima del resto de la
humanidad, sus derechos, libertades y supervivencia, sirviéndose de
todos para hacer lo mismo constantemente, aun con la máscara de
"buenos".
Llevamos contemplando el mismo escenario desde finales
del siglo XIX. USA son los herederos de los imperios europeos. Y en los
s. XX y XXI, el mismo plan sigue en pie, corregido y aumentado. América
es un potencial de recursos naturales y el amo millonetis del Norte no
lo quiere soltar bajo ningún concepto. Ni siquiera tiene que invadir
nada, le basta con envenenar a los habitantes de cada territorio,
cortando recursos impidiéndoles vivir con boicots comerciales y
dificultando al máximo los trámites y la fluidez de la economía, y
condicionando "su paz" a la obediencia y sometimiento de cada territorio
a su poder absoluto: el del dinero y la amenaza militar. Si los
políticos les aceptan, todo se "normaliza" aunque jamás se alcance un
nivel de vida decente en el bienestar del país, al menos se come lo que
sea, los pobres nunca salen de la miseria, pero los cada vez más pocos
ricos ricos lo son cada día más.
No necesita intervenir en
directo, ya se encargan de ello los esbirros de la burguesía de cada
país domesticados en EEUU, donde se disuelven como pueblo y se
convierten en casta millonaria. Con eso basta para que en Latinoamérica
desaparezca la conciencia y se sustituya por la desesperación de la mera
necesidad de supervivencia entre los pobres, que garantiza
históricamente el dominio de la oligarquía del dinero, la limosna, la
precariedad laboral y el saqueo de recursos naturales, casi siempre
unida a la parafernalia religiosa, que reparten las sectas que alimentan
la ideología dominante usando lo divino para justificar las peores
atrocidades de lo inhumano.
Para entenderlo mejor, es muy sano y
recomendable leer y estudiar la experiencia a pie de conflicto de Noam
Chomsky, con pelos, señales, nombres, apellidos, lugares y cantidades,
en cualquiera de sus obras, pero especialmente en ¿Quién domina el mundo?
Para
curarse de una enfermedad hay que ir al médico, que sabe y ha
experimentado durante años los procesos patológicos que causan el mal.
No basta con saber que se está enfermo, eso no cura, al contrario nos
quita las fuerzas para seguir en el empeño hasta agotar a todos; es
imposible que los propios enfermos fabriquen sus medicinas si no tienen
fuerzas ni saben como hacerlo.
Debería intervenir una ONU justa,
humanitaria, libre e independiente, pero ya se ha encargado USA de que
esa ONU sea parte de su Gran Área y dependa de ellos hasta para tener su
sede material. ¿Por qué USA tiene un presupuesto para "ayudar" en el
extranjero? ¿Por solidaridad y empatía? Pues no, es simple estrategia
económica y territorial y para lavarse la imagen y dar el pego como país
ejemplar.
Por eso, es tan difícil acabar con conflictos tan
perversos, como son los civiles. Una invasión nos une, pero una guerra
civil nos destroza por dentro, porque es ideológica más que
organizativa. Es la descomposición del propio estado. El objetivo de
todos los fascismos, precisamente aparentando una unidad populista, que
en verdad solo domina el dinero y los poderes que compra. Es además una
manipulación emocional y de sentimientos,-donde los media, son el
motor-, que acarrea la ruina de todos mediante el estímulo del odio y el
miedo. Nos derrota con toda seguridad, porque consigue que seamos
nosotros mismos nuestro peor enemigo. Por eso los enemigos más eficaces,
aplican desde siempre el mismo sistema: divide y vencerás.
Venezuela
debe romper la inercia de la confrontación para sobrevivir al desastre,
unirse desde la base social, desde la cooperación y el apoyo mutuo sin
hacer caso de bandos, partidos ni caudillos, exigiendo a los cabecillas
que se sienten a dialogar pensando en el bien de los seres humanos antes
que en el ego del poder, del partido, de los intereses que tienen
precio, buscando solo el triunfo pírrico de un bando o de otro, que
siempre es un fracaso total en la realidad -deja tantas heridas sin
curar que nunca terminará el odio de generación en generación-, y
también buscando el apoyo de países más éticos y humanitarios que los
instigadores al desastre y el chantaje, tanto como para no caer en las
trampas del Flautista de Hamelin yanky, ni en la obsesión de la manía
persecutoria.
Una vez derrotado el miedo, llega la serenidad y el
autodominio, el reconocerse como hermanos necesitados unos de otros,
algo mucho más decisivo y sanador que la miserable fuerza de las armas
que solo son pan para hoy y, siempre, siempre, hambre y desastres para
mañana.
Un saludo cordial y mucho ánimo para esa Venezuela, que
todas queremos ver ya, por fin libre de trampas y de sufrimientos que
nadie merece.
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