George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
miércoles, 14 de octubre de 2015
Otra guinda de la coppa...
LA PAPANDURRIA
Voilá, mesdames et messieurs,
la política teatral
de un país desportillado;
bienvenidos a la tierra
del auto sacramental,
donde a costa del Estado
los gobiernos elegidos
en cada limpia y decente
ceremonia electoral,
igual que el dilecto trono
que nos tiene tuneados,
se esmeran y perfeccionan
el arte en el escenario:
con tragedias, melodramas,
con comedia y astracán,
con sainetes y zarzuelas,
y ese empeño contumaz
que invita a representar
pero desconvoca el ser,
que se engolfa en la ficción
y escapa a la realidad.
Primero fue Josemari,
el héroe de Perejil
y el carnicero de Irak,
el que inició la escalada
con bodorrio familiar
iluminado por Gürtel,
aquel hada milagrosa
que convirtió el Escorial,
ése que pagamos todos,
con popular horterada,
precisamente, en escoria.
Luego, para apostillar
el arte del beneficio
de los caprichos privados
convertidos porque sí,
en presupuesto de Estado,
le tocó a su malestad
le roi , -que se ha jubilado
por conducta intempestiva
y elefante exterminado-,
retomar la alternativa
y se nos piró a Botswana,
a disfrutar como un rey
su escopeta nacional,
a cargo del presupuesto
que tuvo que rescatar
su cuerpo desportillado,
y su honor a las alturas
de un zapato desgastado,
sin poderlo disculpar
ni justificar de paso
un descaro tan real.
Tras los trucos de la Infanta,
las pifias de Urdangarín,
las zalagardas de Rato,
las de Blesa y de Botín,
las púnicas de Granados,
el carnaval de Valencia,
los trinques de Cospedal,
los Bárcenas rematados,
los narcos y los feijoses,
las Aguirres inocentes,
chulapas de tiros largos,
vampiresas de verbena,
las thelma & luoise del cinismo,
que denuncian a destajo
a los mismos que protegen
y colocan en sus cargos,
ahora llega de remate,
otro enjuague de Mariano,
experto en el registrar
las propiedades ajenas,
que no contento del todo
con aplicar sus desvelos
al entorno familiar
colocando a sus hermanos
cuñados y demás hierbas
de aroma clientelar
en situación preferente,
pero esta vez, de verdad,
y no de cuenta corriente
ni timo transaccional,
ha decidido endosar
al bolsillo ciudadano
los gastos de su papá,
un abuelete muy majo,
como todos los demás,
que necesita cuidados
de modo particular,
como todos los ancianos
que llegan a tal edad
y no merecen recortes
ni abandono ni desprecio,
sino el trato más humano
con cariño y con respeto
por encima del glamour,
del poder adquisitivo
y de la clase social.
Mas en la mente cacique
que domina la sesera
del partido popular
y esa sensibilidad
de pura lija del nueve,
en lo que atañe y concierne
a la pura humanidad,
sólo cabe decretar
que el padre de un presidente
se convierta por sí mismo
en gasto presupuestal.
Toma castaña pilonga,
toma del frasco, Carrasco,
toma, pilla y a por todas,
que al parné lo pintan calvo,
que cuando llegue Diciembre
y tengamos que dejar
el chollo que era perenne,
parte del uno por ciento
del forring office global,
ya no quede ni una gorda
ni un céntimo, ni un real,
que esa chusma renuente
populista y demagoga,
ya no pueda hincar el diente
a ninguna prestación
que han pagado previamente
con impuestos y con tasas
que nunca son suficientes,
cuando la cosa se trata
de colocar a los padres,
y al resto de la familia
en el nivel más pudiente
y a costa de los impuestos
que aprovecha el Presidente
con derecho de pernada
y una cara de cemento.
Mariano lo tiene claro
como dueño del cortijo:
¿Qué otra cosa puede hacer
un buen hijo por su padre,
un hermano o un cuñado
o simplemente un amigo,
movido por sentimientos
tan nobles y solidarios,
aprovechando el cotarro
y la linda carambola
de ejercer un alto cargo,
cuando además el que paga
es el parné del Estado,
que no da para cuidar
a los viejitos mindundis
que pagan pero no cobran
lo que tienen cotizado?
Pasen y vean, señores,
y observen el escenario.
Ya lo dijo Calderón:
que todo en la vida es sueño,
-un sueño desportillado-,
y los sueños sueños son,
mas de nosotros depende
el arte de despertarnos.
Aquél que vote al pp
o al circo de Ciudadanos
no tendrá perdón de Dios
y aquél que vote a Podemos
para acabar de arreglarlo,
tampoco tendrá el perdón
de sus jodidos paisanos.
Los que voten al Psoe
con tan listos asesores
como es el Jordi Sevilla
y el yanky que se fundió
la banca en el 2008,
claro lo van a llevar...
Construyamos y votemos
una unidad popular,
que por muy mal que nos salga
nunca será esta indecencia,
dirigida y programada
por títeres de la banca,
líderes de lentejuela,
marionetas del poder,
el club de la desvergüenza
y timadores de casta,
que ya está agotado el saldo
del aguante y la paciencia.
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