Para combatirla, ha subrayado la importancia de la educación como
medida para "construir el quien que mide en nosotros" desde la infancia.
Tras lamentar la pérdida del peso de las humanidades, ha reconocido el papel educativo de los medios de comunicación y su influencia.
Tras lamentar la pérdida del peso de las humanidades, ha reconocido el papel educativo de los medios de comunicación y su influencia.
Europa Press
El filósofo Emilio Lledó (Sevilla, 1927),
galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y
Humanidades 2015, ha lamentado este viernes el deterioro de estas
últimas, una "oscuridad" que puede llevar al género humano a "no superar
la ignorancia". Durante su discurso en la ceremonia de entrega de los
Premios Princesa de Asturias 2015, el filósofo ha dibujado el que, para
él, es "el cielo ideal de las humanidades", un espacio en el que el
bien, entendido como excelencia, virtud y conciencia moral, surge y
evoluciona "desde el cobijo del clan familiar" y en el que el mundo se
va conformando gracias a una "luz interior nacida en el corazón del
lenguaje" que "nos ha hecho comunicación y humanidad".
Entiende que las humanidades son un ideal en la memoria colectiva, que
aporta riqueza y dinamismo a la sociedad, a pesar de que "el cielo
ideal" de la disciplina está en realidad "lleno de nubarrones violentos"
que la deterioran, convirtiendo al género humano en una "degeneración"
debido a "la ignorancia y su inevitable compañía: la violencia, la
crueldad". Para combatir esta ignorancia, ha subrayado la importancia de
la educación como medida para "construir el quien que mide en nosotros"
desde la infancia. En este proceso educativo, Emilio Lledó ha querido
destacar el papel de los medios de comunicación y su influencia,
asegurando que su lenguaje "condiciona, esclavizándola o liberándola,
nuestra vida y nuestra persona".
"Estoy convencido de que los maestros, los profesores,
son conscientes del privilegio de la comunicación como forma suprema de
humanidades. Ese anhelo de superación, de cultura, de cultivo es, tal
vez, la empresa más necesaria en una colectividad", ha apuntado durante
su intervención. Es esa "educación de la libertad" la que, en su
opinión, "alienta el futuro" de la verdad, la lucha por la igualdad, por
la justicia y por la inteligencia.
Emilio Lledó se
licenció en Filosofía en la Universidad de Madrid (1952) y estudió tres
años en la Universidad de Heidelberg (Alemania) con una beca de la
Fundación Alexander von Humboldt. Ha sido galardonado con el Premio
Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades por ser "un pensador
de relevancia internacional y de trayectoria ejemplar en el ámbito de
las humanidades".
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