No sabemos si Rajoy ha convocado las elecciones, ha
convocado las navidades, o ambas cosas a la vez. El 20 de diciembre fun,
fun, fun se produjo de tan buen rollo que parecía que el presidente y
Gloria Lomana iban a arrancarse a cantar el villancico de la Coca Cola
en cualquier momento.
Fue el entorno “Mariano
Friendly” perfecto y Mariano Rajoy ya sólo accede a personarse en ese
tipo de entornos. Nada de preguntas incómodas, situaciones embarazosas o
líos. Todo amor y paz, hermanos. A votar rapidito y luego a comer el
turrón, que es lo importante.
Ni una pregunta sobre la anormalidad de que un ejecutivo
elegido para cuatro años apruebe cinco presupuestos, sobre corrupción,
sobre Luis "sé fuerte" Bárcenas, los trapicheos del dealer
Rodrigo Rato, su viejo amigo y camarada, las inconveniencias del
ministro de Justicia saltándose la presunción de inocencia de quien no
milite en el PP o la pasión del ministro del Interior por el Twitter y
el Facebook de quien no milite en el PP.
Ni una
cuestión sobre la sumisa y plañidera actitud de nuestro Gobierno ante
los caraduras de Volkswagen, o la descarada complicidad de nuestros
reguladores ante la voracidad de una banca que no parará hasta poner a
todos los españoles en estado de liquidación. Ni siquiera se le preguntó
por los chollos de vacaciones que se pilla el ministro de Industria, y
mira que esa sí parecía una información de servicio público.
"No han sido tiempos duros…" ,reflexionaba el presidente con ese aire
de funcionario sufrido que le encanta poner. "Han sido... durísimos", le
interrumpió solícita su entrevistadora. "Eso…. Durísimos", concluyó el
líder.
Luego le comentó de pasada algo sobre Aznar
pero disculpándose por tener que molestarle con las manías de ese cuñado
cansino y petardo que todos tenemos en la familia. Si José María valora
tanto su bienestar como sus abdominales, oída la respuesta del
presidente, debería empezar a correr como el viento antes de que
coincida y deje de coincidir con él y tengamos una desgracia.
El Código Mariano lo dicta bien claro. Los medios de comunicación están
para dar las noticias y los titulares que le interesan al marianismo. O
son “Mariano friendly” o no merece la pena el riesgo. Todo lo demás es
ruido y confusión que solo resulta útil si distrae al adversario.
El Gobierno se dispone a regalar las nuevas frecuencias de televisión
digital en mitad de la precampaña sin que nadie alce la voz ante
semejante escándalo esperando a ver si pilla algo. Vienen buenos tiempos
para Rajoy y todos los amantes de lo “Mariano friendly”. En nada se
abrirán las zonas plus, superplus, premiun y sólo para abonados.
Pónganse a la cola.
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