El Gobierno asegura que "el presidente se conduce exactamente por los mismos criterios que sus predecesores".
El presidente del Gobierno carga a los presupuestos
de La Moncloa los gastos derivados del cuidado y acompañamiento de su
padre, una tarea de la que se ocupan dos sanitarios eventuales que se
reparten los cuidados en turnos. Se trata de la asistencia personal que
requiere un enfermo de 95 años, pero alejada de los servicios
estrictamente sanitarios a los que sí tienen derecho el presidente, su
familia, los altos cargos de La Moncloa y los mandatarios extranjeros en
visita oficial.
Mariano Rajoy Sobredo, padre de
Rajoy y juez jubilado –fue presidente de la Audiencia Provincial de
Pontevedra–, se trasladó al palacio de La Moncloa poco después de la
llegada de su hijo al poder. Tiene 95 años. En marzo de 2014, tras una
operación de cadera, su salud empeoró. Sufrió un ictus, que obligó a su ingreso en el Hospital de La Paz, en Madrid.
Tras el ictus, los servicios médicos de Presidencia
intentaron contratar los servicios de una empresa de acompañamiento a la
que se solicitó presupuesto para encargarse de las tareas de atención
al padre del presidente. El servicio requerido no era barato. El gasto
de cuidar durante "el día y la noche" a Mariano Rajoy Sobredo se
presupuestó en torno a los 5.000 euros mensuales. La interlocución con
la empresa a la que se solicitó el servicio fue, según fuentes
conocedoras de esas negociaciones, liderada por el jefe de los servicios
médicos de Moncloa.
Finalmente el gabinete de Rajoy
prefirió "buscar otras fórmulas" para costear los cuidados y decidió no
firmar el contrato con esta empresa externa. Como alternativa, se optó
por poner a sueldo a las dos personas que hoy se encargan de la atención
del padre del presidente. Según fuentes de La Moncloa, su atención
corre a cargo de un hombre y una mujer que responden a los nombres de
Pilar y Francisco y que, desde la primavera de 2014, siguen cada uno de
sus pasos por la residencia oficial del presidente del Gobierno.
eldiario.es se ha puesto en contacto con el gabinete de Rajoy para
preguntar por estos gastos de atención al padre de Mariano Rajoy.
Fuentes oficiales del Gobierno se limitan a explicar que "el presidente
se conduce en este asunto exactamente por los mismos criterios que sus
predecesores". La afirmación no responde con exactitud a la realidad.
El de Mariano Rajoy no es el único padre que ha vivido en La Moncloa
con su hijo. José Luis Rodríguez Zapatero también compartió palacio con
su progenitor, pero en estancias puntuales. En el caso del presidente
socialista, los servicios médicos tuvieron que intervenir a causa de un
complicado proceso infeccioso. Fue una actuación dentro del protocolo
médico de La Moncloa, motivada por una urgencia. Nunca, hasta la llegada
de Mariano Rajoy, el presupuesto de Presidencia se había encargado
también de asumir el gasto que supone la atención personal durante las
24 horas a personas dependientes.
Los presidentes del
Gobierno y sus familias disponen de un servicio sanitario de alto nivel
a cargo de los Presupuestos Generales del Estado. Se trata de un equipo
médico que también cuida la salud de los altos cargos de Moncloa o de
los mandatarios extranjeros en visita oficial. Las funciones de este
equipo son estrictamente médicas y, entre ellas, no está el
acompañamiento o la prestación asistencial de la que sí disfruta el
padre de Mariano Rajoy.
La Ley General de Sanidad
establece claramente qué son y que no son servicios sanitarios. La
atención personalizada a ancianos o dependientes queda excluida de esas
prestaciones y por ello, en 2006, el Gobierno de Zapatero puso en marcha
la ley de Dependencia. La atención que recibe en La Moncloa el padre
del presidente queda así excluida de los servicios médicos a los que
tiene derecho por ser familia del jefe del Ejecutivo y residir en el
complejo presidencial.
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