viernes, 16 de octubre de 2015

El fondo y la forma de la democracia



Nos viene a sorprender una noticia que en sí misma no debería ser nada más que eso, una noticia más. La incorporación de una nueva candidata al proyecto socialista de gobierno. Un poco al corre que te pillo, es verdad, a dos meses de las elecciones. Una candidata que no es socialista, sino que procede de otra formación: UPyD. Irene Lozano. Que siempre se ha  caracterizado por su lucidez y su decencia en la lucha contra la corrupción. En sí mismo el hecho de incorporarse al elenco del puño y la rosa es una buena noticia para todas. Sería un triste despilfarro de talento político que una persona tan activa y tan centrada y con su experiencia política se quedase al margen de ocupar dignamente una portavocía honesta, para el bien de todas y todos. 

Pero, pero...y ahí entran las consideraciones de la democracia interna de los partidos como muestra de madurez política y de respeto a la ciudadanía a la que pretenden representar, Pedro Sánchez vuelve a sorprender con una muestra más de cesarismo cacique y primo de zumosol, una actitud de la que ya ha dado un par de muestras previas a ésta, con la destitución fulminante de Gómez y el arrinconamiento ipso-facto de Carmona, sin consultar a nadie. Es posible que esas decisiones sean justas, no lo sabemos en realidad porque no ha habido sobre ellas ni consulta ni debate, pero en democracia hay que considerar que tienen la misma importancia el fondo que las formas y que en una democracia verdadera y sobre todo en la disposición de un aspirante a presidir el gobierno de un país, es fundamental ser demócrata en todos los aspectos. 

La idea que nos queda del Psoe es la de una guardería, en la que la "seño" tiene por narices la responsabilidad absoluta de todo lo que se hace en ella, porque los niños y niñas apenas saben hablar ni son conscientes de nada decisivo. No pueden elegir ni votar qué actividades quieren o qué horario les viene mejor para jugar, cambiarse los dodotis o merendar. Pues igual resultan los métodos y talantes del amigo Pedrín. El delegado de curso que se ha convertido de chiripa en el Director del Instituto a falta de algo más adecuadamente viejoven. Y ahí estamos, mangas rojas...

No cabe en ningún método democrático que, por muy secretario general que se sea, se mangoneen las listas electorales a capricho, -que por cierto, ¿ no habían sido votadas en primarias por las bases del partido?  o ¿acaso esas bases no merecen el respeto que se han ganado tras tantos años de aguante al pie del cañón? - Un secretario general no es Dios, sino que debería ser el más humilde y sensato de los servidores del alma colectiva, el más inteligente y discreto, el mejor demócrata, un ejemplo de buenas prácticas para el resto del partido y no un aficionado al birlibirloque del quita y pon, según se presente la cosa y las piezas de caza se pongan a tiro, xd! Como si se tratase de una partida de parchís donde el más hábil se come una y se cuenta veinte sin que importe nada ni se cuente con nadie más para ganar la partida.

Pedro Sánchez debería estar políticamente mucho mejor preparado y maduro  de lo que está. La juventud y el glamour devocional no son nada sin cabeza y sin sensatez, sin la delicadeza y la sensibilidad socialista real de los hábitos políticos y sin la energía ejecutiva y oportuna de la inteligencia; que es la base de la democracia junto a la honestidad y la transparencia. Ximo Puig, por ejemplo, y sin más lejos, le da cien vueltas, por no decir Pérez Tapias, pero claro, no son viejóvenes y eso es un verdadero handicap a estas alturas del disparate trotaconventos al que nuestras lumbreras publicitarias y gestoras de la imagen nos vienen arrastrando desde el estallido podemita.
Creer que la regeneración democrática es cosa de la edad resulta ridículo y una imbecilidad como un castillo. Está claro que la juventud es energía y empuje más que necesarios, que sin ese impulso los procesos no resultan fluidos ni vivos, pero para que no se vaya de varas ni se pierda en vericuetos y fuegos fatuos debe ir acompañada de una madurez y una cierta sabiduría prudente que aplique la frescura renovadora donde toca y conviene al bien común, cuya esencia es actuar desde la responsabilidad democrática y no sólo desde donde apetece y mola un mazo. Mónica Oltra, Ada Colau o Teresa Rodríquez y Alberto Garzón, son ejemplos de jóvenes sabias. Manuela Carmena o Joan Ribó, no son jóvenes cronológicamente, pero tienen la esencia y el valor inteligente de la mejor juventud, que al parecer no se prodiga en los viejóvenes más destacados al uso.

Por otra parte Irene Lozano tampoco ha comentado que le frene o le disguste la idea de que Sánchez le haya hecho la oferta unilateral del cuele en la lista electoral por encima de lo que el Partido Socialista tenga pactado democráticamente respecto al orden y número de portavoces en la urnas. Todo el tinglado es muestra de las secuelas de nuestra falta de historia  y  rodaje democrático; cuarenta años nos han cundido poquísimo en la pedagogía ética y cívica. ¿Será porque el caciquismo y las formas dictatoriales siguen pegadas a nuestro temperamento político hasta convertirse en  lo más normal?
¿Es posible que en una sociedad democráticamente sana esta deprimente y cutre noticia sólo haya incomodado a los miembros de la lista sociata que se verían perjudicados por el cuele de Lozano debido al dedazo cesarista por cuenta de Pedro Sánchez?
Está más claro que el agua que nuestro karma político y social es durísimo. ¿Podremos superarlo antes de que sea demasiado tarde para el cambio del recambio? Chi lo sa...

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