A lo mejor cuando hace unos años queríamos recuperar la política no
nos referíamos a convertir la telepolítica en el nuevo fútbol.
En casa somos muy forofos, y el
domingo cenamos viendo el partido. No íbamos ni con el Podemos C.F. ni
con el Atlético Ciudadanos, pero valoramos el juego bonito y no nos
perdemos ningún partido del siglo. Un ojo en la tele y el otro en las
redes, donde las hinchadas rivales cantaban los goles. No estaba claro
si era una semifinal o un amistoso, pero qué partidazo.
La excitación era lógica, llevábamos varios días
pendientes: toda esa previa con declaraciones, pronósticos y
especulaciones que siempre calientan los acontecimientos deportivos. Y
continuó ayer lunes, cuando vimos una y otra vez la repetición de las
mejores jugadas en todas las televisiones y leímos las mil crónicas,
aparte de comentarlo con vecinos y compañeros de trabajo.
Yo en el segundo tiempo bajé al bar, para seguir viendo allí el derbi
de la nueva política, con los parroquianos que no se pierden un debate
ni una tertulia. Sin quitar ojo de la tele comentábamos las últimas
novedades del mercado de fichajes: el F.C. PSOE se llevó a Irene Lozano,
que andaba sin equipo tras el descenso a segunda del Sporting UPyD;
mientras que el joven Alberto Garzón rechazó un fichaje por el equipo
revelación Podemos y prefirió pelear la permanencia con su equipo de
toda la vida, el Estrella Roja de IU.
“La única
encuesta válida es la del día de las elecciones”, dijo uno apoyado en la
barra. “Yo no daría por muerto a Podemos, no hay rival pequeño”, añadió
otro. “Falta todavía la campaña electoral, hay que ir partido a
partido”, solté yo, y comenté la cantada que tuvo el otro día Pablo
Casado, guardameta del Real PP, aunque no me acordaba si había sido en
la tertulia de la mañana, la de mediodía, la de la tarde, la de noche o
la del fin de semana, ni en qué cadena. “Pero fue una cantada, eso sí”.
Al terminar el partido, mientras en la tele debatían las mejores
jugadas, discutimos quién había estado mejor, y quién se llevará la liga
en diciembre. “Ya verás, al final ganan los dos de siempre”. Un hincha
del PSOE y otro del PP se enzarzaron, pero acabaron dándose un abrazo,
que esto es solo deporte. Luego hicimos una porra en la pizarra, y
salimos a la calle.
-A ver cuándo echamos una
pachanguita en la plaza, que hace ya tiempo, ¿no? –pregunté mientras
daba unos saltitos como de manifestante, aunque me quedó raro, parecía
más bien un baile de Iceta o de Soraya.
Nadie me oyó,
todos corrían a casa para ver quién había ganado en las encuestas
digitales. Me quedé un rato frente al portal, en la calle vacía, dando
patadas a una lata, a una idea.
No sé. El pitufo
gruñón que llevo dentro me susurra en la oreja que ver tertulias se
parece a hacer política tanto como ver partidos de fútbol desde el
sillón se parece a hacer deporte. Pero en la otra oreja un pitufo
feliz me dice que hoy hablamos más de política que nunca, aunque sea
siguiendo la agenda y formato de las televisiones. Y mucho mejor esto
que la rigidez anterior (ah, felicidades al equipo de Salvados).
A lo mejor cuando hace unos años queríamos recuperar la política no nos
referíamos a convertir la telepolítica en el nuevo fútbol, pero qué
demonios, ojalá haya más domingos así. ¿O no? Gol.
Y esto es TODO?, xd! ...pues sí...
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