Ángel Gabilondo: "Con Podemos tenemos muchos asuntos que nos resultan atractivos"
El exministro Ángel Gabilondo no es hombre al que
sea fácil arrancarle un titular. Acaba de llegar a la candidatura
socialista a la Comunidad de Madrid tras el terremoto impulsado por
Pedro Sánchez para desbancar a Tomás Gómez. El contexto revuelto no
inquieta a un hombre que se califica como viejo profesor y que no tiene
una mala palabra para nadie.
Gabilondo pide un pacto
intergeneracional y se muestra atraído por muchas de las ideas de
Podemos, a quienes pide que no olviden el trabajo de quienes impulsaron
la democracia tras décadas de dictadura. Hombre de consenso, se presenta
comprometido a quedarse en la oposición si las urnas no le son
favorables. Gabilondo recibe a eldiario.es en el despacho que el PSOE le
ha habilitado en la sede del PSM, ocupada desde hace unas semanas por
la gestora que ha hecho posible su candidatura.
¿Preparado para el baile?
Estoy dispuesto. Me encuentro muy bien porque vinculo las convicciones a la determinación.
¿Cuál ha sido el factor determinante que le convenció para dar el paso?
Primero tiene mucho que ver con que me han llamado. No es que yo me levantase una mañana y...
¿Quién le llamó?
La última llamada fue del secretario general. A mí me habían hablado
siempre de que podía hacer algo en Madrid, de alguna u otra manera, pero
yo tampoco soy del Partido Socialista y no veía tampoco el modo ni
estaba en ninguna intriga para nada. Lo que sí es cierto es que había
oído que se estaba buscando una fórmula para hablar con Tomás Gómez y
buscar una salida alternativa. Cuando llaman a mi puerta tengo tendencia
a escuchar lo que se me dice, pero yo no di respuesta hasta que
terminaron todas las asambleas.
¿Se va a sacar el carné del PSOE?
No, pero no quiero que se entienda como una desconsideración ni para el
PSOE ni para los militantes. Me parecería mal hacerme de un partido
para poder acceder a un puesto y tener influencia dentro de un partido.
Ha sido dar su nombre, y todo el PSOE madrileño se ha puesto en fila.
¿Es usted tan bueno o es que el socialismo madrileño no aguantaba un
minuto más con Tomás Gómez?
Ni yo soy tan
bueno ni creo que el problema fuera Tomás Gómez. La historia es si un
partido no debería hacer un esfuerzo para abrirse a la sociedad. A veces
nos creemos que el mundo de la política se reduce al mundo de los
partidos, y no es verdad. Ha sido más un gesto de apertura del PSOE a la
sociedad que cualquier otra cosa.
¿Consultó la decisión con Zapatero?
No. Yo tengo tendencia a decir lo que he decidido para que no se
enteren por los periódicos. Pero no llamo para preguntar qué tengo que
hacer.
Un poeta, un viejo profesor, la jefa de los policías... ¿Qué pasa en Madrid?
Pasa que hay dinámica social. Pasa que la sociedad ha entendido que la
política no es patrimonio de los partidos de unos expertos. La política
es patrimonio de toda la sociedad. Cuando ocurre esto, vemos que hay
ciudadanos desde distintos ámbitos y profesiones que creen que pueden
contribuir a la política. Esto es un signo de salud social.
Si uno piensa en Esperanza Aguirre, parece que Rajoy no lo ha entendido muy bien esto que dice.
No sé lo que hacen los demás. Mi obsesión es que pensemos más en los
ciudadanos. Hay gente que está en estado de necesidad. Es mi obsesión.
Como nos empecemos a distraer en qué pasa con este candidato y con la
otra, qué pasa con el partido este y con el otro..., ¿sabe lo que
ocurre? Que los ciudadanos tienen la sensación de que estamos hablando
de nuestras cosas.
¿Qué va a ser más complicado, el camino de aquí a las elecciones o el día después de las elecciones?
La pregunta indica que estamos pensando en lo que hay que pensar. Las
elecciones no son solo para ganar, son para gobernar. Creerse que es lo
mismo ganar que gobernar es equivocarse mucho. Lo importante es que haya
apoyos para aquellos que tengan capacidad de aglutinar voluntades y
generar una mayoría que haga gobernable Madrid. Veremos a quién dan esa
confianza los ciudadanos.
Parece difícil pensar en una mayoría absoluta de nadie.
Sí, parece muy difícil pensar eso. Eso no quita que uno tenga la
obligación de salir a buscar la máxima confianza y la mayoría de los
ciudadanos. Es una obligación. Yo no entiendo que uno vaya a unas
elecciones a ver qué pasa. Yo no estoy a ver qué pasa, estoy a hacer que
pase. Yo trabajaré para hacer una mayoría que haga gobernable Madrid.
¿Toca pactar?
Claro. Si ahora todos nos ponemos estupendos, no queremos negociar con
nadie, no queremos hablar con nadie, creemos que lo nuestro es
insuperable y tenemos una idea de que nuestra posición no hay manera de
que sea mejorada o apoyada por otros, nos vamos a encontrar con una cosa
tremenda y es que Madrid podría no ser gobernable. Con un montón de
personas, eso sí, convencidas cada una de lo suyo.
Si no llega al Gobierno, ¿se queda usted en la oposición?
Si yo no llego al Gobierno, me quedaré donde me pongan los ciudadanos.
No he venido a hacer como que vengo. Y si es en la oposición, muy bien,
con estas mismas ideas. Las convicciones no son estados de ánimo. No se
me pasan el día 24 por la noche. A la pregunta de si iré a la Asamblea
si no salgo elegido, la respuesta es claramente sí.
¿Se ve como el primer socialista que pacte un Gobierno con Podemos o esto le va a tocar antes a Susana Díaz?
Me veo junto a quienes compartan estas ideas que he dicho. ¿Dónde están
aquellos a los que les importa esto? No están solo en los partidos. Por
eso, esto tiene que ser un pacto social, un pacto intergeneracional. Si
usted nombra a Podemos, yo le digo que con Podemos tenemos muchos
asuntos que nos resultan tremendamente atractivos. No me siento alejado
de estos planteamientos. Hay otros en los que tengo diferencias. Tengo
diferencias, pero también muchos lugares de encuentro y lo que no hago
es descalificar ni ridiculizar, ni hacer chistes sobre las demás
formaciones. Las respeto profundamente.
Estoy en
contra de quienes descalifican a Podemos. No estoy en ese discurso de
poner un adjetivo para dejar de lado a personas que están trabajando
para lograr una sociedad mejor. Puedo estar en desacuerdo con ellos, y
ya manifestaré en qué puntos, pero no voy a descalificarlos. Y puestos a
hacer una análisis de la situación, es necesario un pacto
intergeneracional. No a eludir lo que se ha hecho y empezar un mundo
nuevo. Hay que construir en base a lo que se ha hecho.
Sobre ese punto, viendo la experiencia del Partido Popular al frente de
los Gobiernos de Madrid, ¿están fuera de sus líneas rojas para llegar a
un acuerdo?
Mi idea no es ratificar las
políticas que se han hecho en Sanidad y Educación. No hay que ratificar
estas políticas. Si uno es ultraliberal o tiene una idea depredadora de
la sociedad, es difícil pactar con eso. Yo no pienso pactar con quienes
no hagan una absoluta prioridad de la atención a estados de necesidad,
de vulnerabilidad e injusticia que tienen que ver con la falta de
oportunidades.
El todavía
presidente de la Comunidad de Madrid dijo que no hay un problema de
desnutrición de los niños madrileños, que el problema es el sobrepeso.
Yo no estoy de acuerdo con eso. En Madrid hay pobreza infantil. Hay
estados de necesidad y personas que están viviendo en situaciones muy
difíciles. Si uno entiende que esto son estados colaterales y que tienen
que ver con que la mejoría económica siempre trae un estado lateral, yo
no lo veo así. Con la pobreza, pocas risas. Es un enemigo natural de
cualquiera que se presente a las elecciones.
Sobre la pobreza, ¿qué habrá en concreto en su programa electoral?
Yo siempre he creído que la Cultura y la Educación combaten la miseria más que nada.
¿Y en lo concreto?
Estamos elaborando el programa electoral que presentaremos en abril. No
quiero anticipar propuestas sueltas. Yo no soy de propuestas sueltas...
De estos que se levantan una mañana y sueltan una propuesta, al día
siguiente, otra. No. Yo quiero programas y propuestas articuladas, no
perlitas sueltas que ruedan por un pasillo.
¿Usted no es de “pim, pam, propuesta”?
No. Estas expresiones son de personas que respeto y aprecio pero no son
mías. Yo más bien creo que lo más contundente es la coherencia de un
programa con líneas de acción y medidas concretas. Estamos trabajando en
esto, en hacer un programa que no sea un brindis al sol.
¿Va a frenar usted el impulso a la educación concertada del PP?
Sobre la enseñanza concertada, lo primero que hay que valorar es que
sea enseñanza concertada y no otra cosa. Esto nació para garantizar la
socialización de la educación cuando no se podía garantizar con los
centros públicos que había. Luego los hechos han evolucionado en otras
direcciones y se ha abierto un espacio de competencia. No digamos ya, si
se ceden terrenos para construir centros concertados, lo que supone una
clara tergiversación. Hay que definir específicamente cuáles son las
condiciones para un concierto.
¿Va a revisar los conciertos?
Tenemos que mirar lo que hay y ver si cumplen las condiciones y tomar todas las medidas para que las cumplan.
¿Si llega a la presidencia, le dará la tarjeta sanitaria a los inmigrantes?
Es indispensable una Sanidad que no deje en indefensión a los
inmigrantes, vengan de donde vengan. Esas son mis convicciones. Estoy en
contra de que no tengan las condiciones de una vida digna.
Opta usted a presidir la Comunidad que se ha convertido en el centro neurálgico de los desahucios.
Vamos a ver lo que se puede hacer pero, desde luego, algo hay que hacer. Hay que buscar una solución. Hay que intervenir ahí.
La posición de Cifuentes respecto a los desahucios parece que les sitúa a ustedes en puntos lejanos.
Desde luego, en puntos diferentes. Para nosotros la atención a personas
de especial vulnerabilidad es una prioridad. Si la legislación vigente
no atiende estas situaciones de vulnerabilidad, trabajaré todo lo que
pueda para cambiarla.
¿Cómo valora el trabajo de los colectivos que han trabajado para evitar los desahucios?
Tengo un gran reconocimiento a su trabajo. Ha servido para generar un
estado de opinión que está favoreciendo que no se actúe de modo
inadecuado. Aún estamos lejos de lo que ha de hacerse. Creo que ha sido
un estímulo social de justicia que tantos movimientos y colectivos hayan
buscado mecanismos para hacernos entrar en razón a todos.
¿Se está criminalizando a estos colectivos?
A veces se hacen juicios de valor de una desconsideración que no me
gusta. Una especie de brochazo que deja al margen a tantas personas que
están luchando y haciendo valer sus razones socialmente. Tenemos que
lograr que no haya personas en Madrid que pierdan su hogar y se queden
en una situación de indefensión. Ese es mi objetivo.
¿Cuál es su propuesta fiscal?
No quiero dar la lección pero a veces se nos olvida lo que son los
impuestos. Los impuestos son la gran posibilidad de redistribución, la
gran posibilidad de que quienes tienen más no dejen en indefensión a los
que tienen necesidades. Los que creen que no hay que pagar impuestos no
están cerca de lo que yo pienso. Es indispensable que quienes tienen
más, colaboren más. Por eso el modelo que vamos a proponer va en esa
dirección. En Madrid tenemos que mirar el impuesto de patrimonio.
Nuestra idea no es ponerle más impuestos a las clases medias, que han
dado todo lo que se puede dar, pero sí a las rentas más altas.
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