Dime de lo que alardeas...

El Papa Francisco, este domingo en Roma. / r. de luca (ap)

Los lobos regresan al Vaticano

Pablo Ordaz Roma 

Sectores de la Curia tratan de impedir que Francisco acuerde con Italia el fin del banco de la Santa Sede como paraíso fiscal

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Pero ¿es que los lobos se han ido alguna vez del Vaticano desde que se incorporaron como fuerzas vivas del cotarro eclesiástico en el 313 después del colocón estratégico y estudiadísimo de Constantino en el campo de batalla de Puente Milvio, a partir del que la iglesia ex-cristiana se convirtió en lo que desde entonces es to much: un paraíso fiscal que ha funcionado a base de burbujas como las cruzadas, las guerras de religión urbi et orbe, las barbacoas y parrilladas de herejes y sospechosos, hasta llegar al invento de las bulas pontificias en plan preferentes celestiales y limosnas patrimoniales a tutiplén, que les ha permitido acumular un patrimonio de vergüenza para la decencia y de aúpa para el enjuague? Para más inri se han puesto a la altura especuladora de Antigua, la Bahamas, Luxemburgo, o sin ir más lejos, Andorra (por cierto, co-gobernada por el obispado de la Seu de Urgell, que es co-príncipe del engendro).

Si el Vaticano es un paraíso fiscal donde se invierten en negro los mismos dineros que le dan de comer al papa y mantienen el nivel de la pompa y el esplendor, es imposible que sin cerrar el quiosco definitivamente se pueda hacer limpieza en ese nido de víboras insaciables y con pedigrí y antecedentes milenarios. Por ese mismo motivo se cepillaron al bueno de Albino Luciani, Juan Pablo I en el mundo de la farándula curial y al parecer, en un alarde de piedad nada frecuente entre las pirañas ensotanadas tanto como ensatanadas,  han secuestrado a Ratzinger por saber demasiado y evitarle caer en la tentación de contar intimidades financiero-corruptas en todos los sentidos.

Este papado es una antítesis de su propia tesis. Un oxímoron de alzacuellos. Un argumento digno de Agatha Christie. Una contradictio in se eadem. Un falso silogismo mismamente. Una aporía per se. Veamos la premisas y la conclusión:

a) El Vaticano está corrupto hasta las trancas. Y todos los papas que han intentado cambiarlo nunca han podido hacerlo o bien lo han dejado por imposible, o bien han seguido la corriente y que sea lo que diosquiera o milagrosamente se los ha llevado el Señor en un plis-plás, para que dejasen de sufrir amenazas cumplidas.

b) Bergoglio que es el Jefe del Estado vaticano dice que está intentando acabar con la corrupción viperino-ambiente. Dice que no lo ha dejado, que no está por la labor del silencio cómplice y de que todo siga igual, pero nada cambia, (en España ya se han apoderado hasta de la Mezquita de Córdoba, del chalet  puticlub de los romanones y Rouco sin ir más lejos, se ha montado su satrapía de lujo a costa de la pasta eclesial con un ático y una servidumbre de pobre evangélico que lo flipas) y el Señor no se  lleva al  papa  para que deje de sufrir con estos abusos.

c) Hipótesis conclusivas:

1) O este papa es un cuentacuentos fabuloso y un actor digno de Hollywood, vihte,ché, que boludo,!

2) O el paraíso fiscal no existe y es un bulo para hacer taquilla parroquial y atraer la atención de los medios y de los feligreses ya bastante fanés y escangayados sobre las virtudes pontificias, que así ocupan las noticias cada día con alguna atractiva novedad que mantenga el glamour.

3) O la mafia vaticana ya no es lo que era y se está pensando que ya tiene suficiente plan de pensiones acumulado para unos cuantos siglos venideros, en los que aunque ya no exista el hombre, siga existiendo la Iglesia  como único sujeto y objeto de mercado paradisiaco. Una especie de trueque entre la nada y la teo-ilogía del parné. La cosa es ser eternos como sea mientras haya pasta por medio, aunque no se sepa para qué - la eternidad, no la pasta, of course-. El caso es estar aunque no se sea. Otro oxímoron para el petate al más acá que mola mucho más que la incertidumbre de un más allá que no está nada claro, ni siquiera con la resurrección de Jesús, que a saber si cualquier día un papa tan moderno y desenfadado como el actual descubre entre sonrisas que sólo es un cuento hebreo y que a Jesús se lo inventó el trastorno de Pablo de Tarso después del bofetón con el caballo.

4) O bien, el Señor no está dispuesto a llevarse al papa por ahora y pasa del tema, que no van a madurar nunca si él interviene cada dos por tres, porque realmente y en casos tan empecinadamente flagrantes, hasta la paciencia divina debe ponerse límites a sí misma por el bien de la humanidad que creó para que le alegrara la vista y diera gloria y no un disgusto detrás de otro. Que ya les vale, hombre poddióh!( nunca dicho con más propiedad).


Y ya puestos en el peor de los casos, o sea, en que todo sea cierto y Bergoglio esté solo ante le peligro e indefenso cual cordero de Dios entre los lobos , ¿qué mejor defensa y solución habría, que salir al balcón a la hora del ángelus dominical o en el saludo mundial del domingo de Pascua y de sopetón y sin avisar ni a la propia camisa,contarle  a todos los medios del Planeta la verdad del Vaticano y pedir a los católicos que le den ideas por internet para diseñar otra iglesia más cercana al origen? Sería el fin de las mentiras milenarias, la verdadera y definitiva caída del Imperio Romano, y nadie se atrevería a tocar un pelo del papa, porque sería la confirmación de la verdad. En este momento la Iglesia está pillada en lo peor y sólo tiene dos salidas: acabar podrida o hacer la confesión pública y universal de su podredumbre; también sería su final, pero habría un gran comienzo en el camino del Espíritu, que no es posible sin el arrepentimiento de los verdugos y el perdón de los damnificados. Quien no quiere perder la vida, la acaba perdiendo igual y muerto de miedo previo. Quien es libre no teme perder lo que no es de su propiedad sino de la energía que mueve todo y da sentido a todo. Sólo la libertad de los hijos de Dios concede el valor y la alegría suficientes para no tener pelos en la lengua a la hora de desvelar las maldades que encadenan a la humanidad desde el poder religioso, económico y político y cambiar las cosas en el mundo sin causar destrozos a los inocentes, víctimas de los abusos de castas varias.