sábado, 14 de marzo de 2015

Luis García Montero: "Hablar con los candidatos de Podemos va a ser muy fácil"

Luis García Montero: "Hablar con los candidatos de Podemos va a ser muy fácil"


Luis García Montero, poeta y candidato de IU a la presidencia de la Comunidad de Madrid. / Marta Jara
Luis García Montero, poeta y candidato de IU a la presidencia de la Comunidad de Madrid. / Marta Jara

Luis García Montero (Granada, 1958) lleva en política muchos años, pero es la primera vez que opta a un cargo institucional. El poeta milita desde 1976 en el PCE, colaboró en la gestación de Izquierda Unida en 1986 y, posteriormente, en la de Izquierda Abierta y ha participado en alguna campaña, pero ahora ha dado un paso adelante, el más arriesgado: encabezar la lista a la Comunidad de Madrid de una IU sumida en una interminable pugna interna que vivirá su próximo capítulo este mismo sábado con el referéndum para determinar si se integra o no en Ahora Madrid.
García Montero explica en esta entrevista los motivos que le han llevado a aceptar el reto y las condiciones que ha puesto y señala que, en definitiva, el objetivo es uno: "Expulsar al PP de las instituciones de Madrid". El profesor universitario no adelanta si está dispuesto a pactar con Podemos tras las elecciones, pero señala que tiene muy buena relación con José Manuel López y, especialmente, con Manuela Carmena, la probable candidata de Ahora Madrid al Ayuntamiento.
¿Por qué se ha decidido a dar el paso?
Se trata de un momento difícil para IU, pero en el que se acumulan las oportunidades y las ilusiones. Muchas de las cosas que ha representado IU pueden conseguirse, como la ruptura del bipartidismo que está al alcance de la mano. Cuando los compañeros de Madrid me pidieron que diera un paso, la conciencia de la dificultad fue lo que me llevó a tomar esta responsabilidad.
¿Cómo fue esa petición?
Cuando por las tensiones de Madrid la compañera Tania Sánchez, que había ganado las primarias, decide abandonar IU, la organización busca una persona de consenso. Desde distintos sectores se pone mi nombre sobre la mesa y algunas asambleas lo llevan a los órganos de Madrid, donde se me elige por unanimidad. Espero que a partir de ahora, cuando se clarifique la situación, podamos configurar una lista lo más unitaria y de convergencia posible, que pueda presentarse al refrendo de los militantes de IU.
¿Habló con los dirigentes federales antes de dar el sí?
Hablé con Cayo Lara, con Gaspar Llamazares, con José Luis Centella. Hablé con mi mujer, que es la que menos claro lo tenía. Después de hablar con la dirección de Madrid, la federal, la de Izquierda Abierta, vi que debía dar el paso. Lo di con ilusión, porque sentí la posibilidad de ayudar a compañeros que estaban creyendo en mí. Y eso, la verdad, me llena de ilusión también.
En esas conversaciones, además del consenso, ¿qué otras condiciones puso?
Que hubiese un acuerdo claro no solo en mi persona, sino en las directrices a seguir entre Madrid y la dirección federal. Pedí también que me dejasen hacer una candidatura y un diseño de programa de marcado carácter cívico, que no fuese una convergencia de sectores divididos de IU, sino una convergencia con los movimientos sociales de Madrid.
¿Cómo se va construir esa lista?
Voy a poner en marcha una comisión asesora que modele los programas de IU y que de ahí salga un contrato cívico de compromiso con la ciudadanía de cosas que en la medida de nuestras responsabilidades nos comprometemos a cumplir o a defender. En donde estén representados el mundo laboral, de la sanidad pública, de la educación pública, de la cultura, del feminismo, de la regeneración democrática y la lucha contra la corrupción, y del constitucionalismo. Se avecinan momentos donde se va a hablar mucho de proceso constituyente, de reforma de la constitución y de los estatutos. Habrá que ver qué puede aportar madrid en la articulación de España y qué debe defender Madrid como territorio.
¿Y quién formará parte de esa comisión?
Gente como el juez Baltasar Garzón; el abogado laboralista Enrique Lillo, que ha participado en luchas del movimiento obrero en Madrid como las de la Coca-Cola o Telemadrid; Agustín Moreno (marea verde); Rosana Torres (Cultura); Marciano Sánchez Bayle, portavoz de las asociaciones en defensa de la sanidad pública; Eduardo Mendicutti para asuntos de igualdad y LGTB; o Cecilia Rosado, sobre temas jurídicos.
¿Y alguna de estas personas le acompañarán en la lista?
Ese es el segundo paso. Yo he pedido que, además de mi persona como representante de la cultura y no solo de las siglas de IU, haya en puestos de salida personas independientes que representen una convergencia muy amplia con la ciudadanía de Madrid.
¿Se han definido las personas?
No. Cuando pase el referéndum del sábado [por hoy] sobre el tipo de convergencia para la Alcaldía, el paso siguiente es convocar una reunión de convergencia en el que estén representados todos los sectores y a partir de ahí se elaborarán las listas.
La situación en IU con respecto a la candidatura de Madrid ciudad es perversa. ¿Cuándo y cómo se cerrará ese frente?
Hay que hacer lo posible por buscar una solución integradora. La dirección federal, desde Cayo Lara a José Luis Centella, están haciendo un esfuerzo de integración. Las diferencias entre la dirección regional y el sector de Mauricio Valiente ha llevado al federal a crear una comisión que busque equilibrios. Me ha gustado que el federal hiciera un esfuerzo para volver a decir que el referéndum del 14 es de todos y para pedirles que participen.
¿Ha hablado con Mauricio Valiente?
He hablado varias veces con él. Y con Tania Sánchez y Álvaro Aguilera [secretario general del Partido Comunista de Madrid], con miembros de la dirección de Madrid, de Izquierda Abierta, de la dirección federal... Estoy hablando con todo el mundo.
¿Y hay solución o esto se acerca cada vez más a lo que se vivió en el País Vasco con Ezker Batua y Ezker Anitza?
La solución es posible siempre que nadie tenga tomada una decisión previa de decir que lo que quiere es abandonar IU e integrarse en Podemos, que parece que esa era la decisión de Tania [Sánchez] y eso es lo que ha hecho. Si es la decisión de otra gente, va a ser muy difícil crear marcos de entendimiento. Pero que la dirección federal lo esté intentando por todos los medios es lo que me justifica estar en esta batalla.
Las condiciones de partida de IUCM para las elecciones no son las mejores, ¿cómo las afronta?
Es que si hubiera condiciones óptimas, ni los compañeros me hubieran pedido que me presentara ni yo hubiera dado el paso para presentarme. Entre todos creemos que se puede obtener un resultado digno que ayude a clarificar el panorama de Madrid. Y espero ser útil para crear un proyecto claro que ilusione a la organización y a los ciudadanos.
¿Qué valoración hace de las posibles candidaturas de José Manuel López, con quien previsiblemente se enfrentará en las elecciones, y de Manuela Carmena [por Ahora Madrid]?
Hablar con los candidatos de Podemos va a ser muy fácil. Mi defensa de un espacio de izquierdas no pasa por el desprecio a dos personas que me parecen muy respetables y que admiro, como me parece muy respetable también Ángel Gabilondo [candidato del PSOE].
Habla de un proyecto claro y de izquierdas, un elemento que hay partidos que han desechado porque creen que genera más trabas que movimiento.
[Interrumpe] Y yo lo comprendo. Durante mucho tiempo hemos asistido a un debate de derechas e izquierdas que era más farsa parlamentaria que otra cosa, porque después de criticar a la derecha por ser de derechas y a la izquierda por ser de izquierdas, el PSOE y el PP, el bipartidismo, se ponían de acuerdo para tomar decisiones que tenían que ver con un modelo de sociedad que no me gusta. Con pactos para cambiar la Constitución y anteponer el pago de la deuda a la calidad de vida de los ciudadanos. Los ciudadanos que ven que se ponen de acuerdo no se creen esa diferencia derecha-izquierda.
Pero los que creemos que la izquierda no habla de bipartidismo, sino de una historia de lucha para defenderse los explotados de los explotadores, los derechos cívicos, un salario y un mundo laboral decente, nos sigue siendo muy válido el concepto y queremos ponerlo junto a otros proyectos que quieren regenerar la sociedad. Si podemos poner la palabra izquierda como compañera de viaje para todos los que quieren regenerar la democracia española, habremos conseguido ser útiles.
En la Comunidad de Madrid no hay espacio para un acuerdo preelectoral con Podemos. ¿Lo hay para después de las elecciones?
Hablar de pactos con unos y otros antes de las elecciones además de antipático es una falta de respeto a los votantes. No es primero la intención de uno y después lo que digan los votantes, sino primero lo que digan los votantes y después lo que uno pueda hacer. Lo que sí puedo decir es que mi tarea prioritaria es expulsar al PP de las instituciones de Madrid. Porque en lo que se refiere a corrupción, a políticas sociales, a la liquidación de los servicios públicos, el PP representa justo lo contrario de lo que yo quiero para mi región. Y cada cual, con las fuerzas y los proyectos que tenga, tendrá que tomarse en serio la necesidad de que haya un cambio profundo en Madrid.
¿Su intención es coger el acta de diputado y permanecer los cuatro años en la Asamblea regional?
Sí, esa es mi decisión. El compromiso es asumir los cuatro años en la Asamblea defendiendo el contrato cívico que voy a firmar con los ciudadanos. ¿Lo voy a cumplir a rajatabla? Puede haber situaciones que me hagan dimitir. Yo no vivo de la política y sé que dar un paso atrás a veces es necesario. Si yo, por cualquier caso, me viese envuelto en un escándalo y yo creyese que dañaba a la sociedad de Madrid y a las fuerzas que represento, yo dimitiría porque nadie es imprescindible. Y hay cosas que están por encima de la realidad y de las imposiciones de la realidad, que es la conciencia personal. El presidente de la Primera República dimitió por negarse a firmar una pena de muerte. Pues yo, hay cosas que están por encima de mi conciencia y si un partido me las quiere imponer o una comunidad o un pacto, pues sé que no soy imprescindible y que tengo mi trabajo. Pero si no ocurren estas cosas, que no son previsibles, mi compromiso es estar los cuatro años.
Esto del paso atrás recuerda a la situación un poco extraña que se vive con los portavoces de IU en el Ayuntamiento y la Comunidad, que están expulsados de IU pero a la vez siguen liderando los grupos manteniendo un pulso con la dirección federal a 15 días de que se disuelvan ambas instituciones. ¿Es necesario este pulso?
Cuando yo me meto en esto la solución está ya dada por parte de la dirección federal, que expulsó a estos dos compañeros. Me parece que mi papel de tranquilización de una IU muy alterada, más que juzgar significa intentar que las cosas se normalicen y se cumplan los códigos éticos. IU ha tenido que reaccionar a casos de corrupción y lo ha hecho de manera tajante, no solo expulsando a quien está imputado, como Moral Santín, sino a quienes ni siquiera están imputados. Muchas veces incendiamos situaciones que no tienen largo recorrido. Estos dos compañeros, cuando se disuelva el Ayuntamiento y la Asamblea, van a dejar la vida pública y van a vivir las consecuencias de sus actos desde su casa. Lo mejor es dejar que la cosa acabe tranquilamente, que se vayan tranquilamente a su casa y la organización empiece con un horizonte nuevo y energías renovadas.

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