Luis García Montero: "Hablar con los candidatos de Podemos va a ser muy fácil"
Luis García Montero (Granada, 1958) lleva en
política muchos años, pero es la primera vez que opta a un cargo
institucional. El poeta milita desde 1976 en el PCE, colaboró en la
gestación de Izquierda Unida en 1986 y, posteriormente, en la de
Izquierda Abierta y ha participado en alguna campaña, pero ahora ha dado
un paso adelante, el más arriesgado: encabezar la lista a la Comunidad
de Madrid de una IU sumida en una interminable pugna interna que vivirá
su próximo capítulo este mismo sábado con el referéndum para determinar
si se integra o no en Ahora Madrid.
García Montero
explica en esta entrevista los motivos que le han llevado a aceptar el
reto y las condiciones que ha puesto y señala que, en definitiva, el
objetivo es uno: "Expulsar al PP de las instituciones de Madrid". El
profesor universitario no adelanta si está dispuesto a pactar con
Podemos tras las elecciones, pero señala que tiene muy buena relación
con José Manuel López y, especialmente, con Manuela Carmena, la probable
candidata de Ahora Madrid al Ayuntamiento.
¿Por qué se ha decidido a dar el paso?
Se trata de un momento difícil para IU, pero en el que se acumulan las
oportunidades y las ilusiones. Muchas de las cosas que ha representado
IU pueden conseguirse, como la ruptura del bipartidismo que está al
alcance de la mano. Cuando los compañeros de Madrid me pidieron que
diera un paso, la conciencia de la dificultad fue lo que me llevó a
tomar esta responsabilidad.
¿Cómo fue esa petición?
Cuando por las tensiones de Madrid la compañera Tania Sánchez, que
había ganado las primarias, decide abandonar IU, la organización busca
una persona de consenso. Desde distintos sectores se pone mi nombre
sobre la mesa y algunas asambleas lo llevan a los órganos de Madrid,
donde se me elige por unanimidad. Espero que a partir de ahora, cuando
se clarifique la situación, podamos configurar una lista lo más unitaria
y de convergencia posible, que pueda presentarse al refrendo de los
militantes de IU.
¿Habló con los dirigentes federales antes de dar el sí?
Hablé con Cayo Lara, con Gaspar Llamazares, con José Luis Centella.
Hablé con mi mujer, que es la que menos claro lo tenía. Después de
hablar con la dirección de Madrid, la federal, la de Izquierda Abierta,
vi que debía dar el paso. Lo di con ilusión, porque sentí la posibilidad
de ayudar a compañeros que estaban creyendo en mí. Y eso, la verdad, me
llena de ilusión también.
En esas conversaciones, además del consenso, ¿qué otras condiciones puso?
Que hubiese un acuerdo claro no solo en mi persona, sino en las
directrices a seguir entre Madrid y la dirección federal. Pedí también
que me dejasen hacer una candidatura y un diseño de programa de marcado
carácter cívico, que no fuese una convergencia de sectores divididos de
IU, sino una convergencia con los movimientos sociales de Madrid.
¿Cómo se va construir esa lista?
Voy a poner en marcha una comisión asesora que modele los programas de
IU y que de ahí salga un contrato cívico de compromiso con la ciudadanía
de cosas que en la medida de nuestras responsabilidades nos
comprometemos a cumplir o a defender. En donde estén representados el
mundo laboral, de la sanidad pública, de la educación pública, de la
cultura, del feminismo, de la regeneración democrática y la lucha contra
la corrupción, y del constitucionalismo. Se avecinan momentos donde se
va a hablar mucho de proceso constituyente, de reforma de la
constitución y de los estatutos. Habrá que ver qué puede aportar madrid
en la articulación de España y qué debe defender Madrid como territorio.
¿Y quién formará parte de esa comisión?
Gente como el juez Baltasar Garzón; el abogado laboralista Enrique
Lillo, que ha participado en luchas del movimiento obrero en Madrid como
las de la Coca-Cola o Telemadrid; Agustín Moreno (marea verde); Rosana
Torres (Cultura); Marciano Sánchez Bayle, portavoz de las asociaciones
en defensa de la sanidad pública; Eduardo Mendicutti para asuntos de
igualdad y LGTB; o Cecilia Rosado, sobre temas jurídicos.
¿Y alguna de estas personas le acompañarán en la lista?
Ese es el segundo paso. Yo he pedido que, además de mi persona como
representante de la cultura y no solo de las siglas de IU, haya en
puestos de salida personas independientes que representen una
convergencia muy amplia con la ciudadanía de Madrid.
¿Se han definido las personas?
No. Cuando pase el referéndum del sábado [por hoy] sobre el tipo de
convergencia para la Alcaldía, el paso siguiente es convocar una reunión
de convergencia en el que estén representados todos los sectores y a
partir de ahí se elaborarán las listas.
La situación en IU con respecto a la candidatura de Madrid ciudad es perversa. ¿Cuándo y cómo se cerrará ese frente?
Hay que hacer lo posible por buscar una solución integradora. La
dirección federal, desde Cayo Lara a José Luis Centella, están haciendo
un esfuerzo de integración. Las diferencias entre la dirección regional y
el sector de Mauricio Valiente ha llevado al federal a crear una
comisión que busque equilibrios. Me ha gustado que el federal hiciera un
esfuerzo para volver a decir que el referéndum del 14 es de todos y
para pedirles que participen.
¿Ha hablado con Mauricio Valiente?
He hablado varias veces con él. Y con Tania Sánchez y Álvaro Aguilera
[secretario general del Partido Comunista de Madrid], con miembros de la
dirección de Madrid, de Izquierda Abierta, de la dirección federal...
Estoy hablando con todo el mundo.
¿Y hay solución o esto se acerca cada vez más a lo que se vivió en el País Vasco con Ezker Batua y Ezker Anitza?
La solución es posible siempre que nadie tenga tomada una decisión
previa de decir que lo que quiere es abandonar IU e integrarse en
Podemos, que parece que esa era la decisión de Tania [Sánchez] y eso es
lo que ha hecho. Si es la decisión de otra gente, va a ser muy difícil
crear marcos de entendimiento. Pero que la dirección federal lo esté
intentando por todos los medios es lo que me justifica estar en esta
batalla.
Las condiciones de partida de IUCM para las elecciones no son las mejores, ¿cómo las afronta?
Es que si hubiera condiciones óptimas, ni los compañeros me hubieran
pedido que me presentara ni yo hubiera dado el paso para presentarme.
Entre todos creemos que se puede obtener un resultado digno que ayude a
clarificar el panorama de Madrid. Y espero ser útil para crear un
proyecto claro que ilusione a la organización y a los ciudadanos.
¿Qué valoración hace de las posibles candidaturas de José Manuel López,
con quien previsiblemente se enfrentará en las elecciones, y de Manuela
Carmena [por Ahora Madrid]?
Hablar con los
candidatos de Podemos va a ser muy fácil. Mi defensa de un espacio de
izquierdas no pasa por el desprecio a dos personas que me parecen muy
respetables y que admiro, como me parece muy respetable también Ángel
Gabilondo [candidato del PSOE].
Habla de un proyecto claro y de izquierdas, un elemento que hay partidos
que han desechado porque creen que genera más trabas que movimiento.
[Interrumpe] Y yo lo comprendo. Durante mucho tiempo hemos asistido a
un debate de derechas e izquierdas que era más farsa parlamentaria que
otra cosa, porque después de criticar a la derecha por ser de derechas y
a la izquierda por ser de izquierdas, el PSOE y el PP, el bipartidismo,
se ponían de acuerdo para tomar decisiones que tenían que ver con un
modelo de sociedad que no me gusta. Con pactos para cambiar la
Constitución y anteponer el pago de la deuda a la calidad de vida de los
ciudadanos. Los ciudadanos que ven que se ponen de acuerdo no se creen
esa diferencia derecha-izquierda.
Pero los que
creemos que la izquierda no habla de bipartidismo, sino de una historia
de lucha para defenderse los explotados de los explotadores, los
derechos cívicos, un salario y un mundo laboral decente, nos sigue
siendo muy válido el concepto y queremos ponerlo junto a otros proyectos
que quieren regenerar la sociedad. Si podemos poner la palabra
izquierda como compañera de viaje para todos los que quieren regenerar
la democracia española, habremos conseguido ser útiles.
En la Comunidad de Madrid no hay espacio para un acuerdo preelectoral con Podemos. ¿Lo hay para después de las elecciones?
Hablar de pactos con unos y otros antes de las elecciones además de
antipático es una falta de respeto a los votantes. No es primero la
intención de uno y después lo que digan los votantes, sino primero lo
que digan los votantes y después lo que uno pueda hacer. Lo que sí puedo
decir es que mi tarea prioritaria es expulsar al PP de las
instituciones de Madrid. Porque en lo que se refiere a corrupción, a
políticas sociales, a la liquidación de los servicios públicos, el PP
representa justo lo contrario de lo que yo quiero para mi región. Y cada
cual, con las fuerzas y los proyectos que tenga, tendrá que tomarse en
serio la necesidad de que haya un cambio profundo en Madrid.
¿Su intención es coger el acta de diputado y permanecer los cuatro años en la Asamblea regional?
Sí, esa es mi decisión. El compromiso es asumir los cuatro años en la
Asamblea defendiendo el contrato cívico que voy a firmar con los
ciudadanos. ¿Lo voy a cumplir a rajatabla? Puede haber situaciones que
me hagan dimitir. Yo no vivo de la política y sé que dar un paso atrás a
veces es necesario. Si yo, por cualquier caso, me viese envuelto en un
escándalo y yo creyese que dañaba a la sociedad de Madrid y a las
fuerzas que represento, yo dimitiría porque nadie es imprescindible. Y
hay cosas que están por encima de la realidad y de las imposiciones de
la realidad, que es la conciencia personal. El presidente de la Primera
República dimitió por negarse a firmar una pena de muerte. Pues yo, hay
cosas que están por encima de mi conciencia y si un partido me las
quiere imponer o una comunidad o un pacto, pues sé que no soy
imprescindible y que tengo mi trabajo. Pero si no ocurren estas cosas,
que no son previsibles, mi compromiso es estar los cuatro años.
Esto del paso atrás recuerda a la situación un poco extraña que se vive
con los portavoces de IU en el Ayuntamiento y la Comunidad, que están
expulsados de IU pero a la vez siguen liderando los grupos manteniendo
un pulso con la dirección federal a 15 días de que se disuelvan ambas
instituciones. ¿Es necesario este pulso?
Cuando yo me meto en esto la solución está ya dada por parte de la
dirección federal, que expulsó a estos dos compañeros. Me parece que mi
papel de tranquilización de una IU muy alterada, más que juzgar
significa intentar que las cosas se normalicen y se cumplan los códigos
éticos. IU ha tenido que reaccionar a casos de corrupción y lo ha hecho
de manera tajante, no solo expulsando a quien está imputado, como Moral
Santín, sino a quienes ni siquiera están imputados. Muchas veces
incendiamos situaciones que no tienen largo recorrido. Estos dos
compañeros, cuando se disuelva el Ayuntamiento y la Asamblea, van a
dejar la vida pública y van a vivir las consecuencias de sus actos desde
su casa. Lo mejor es dejar que la cosa acabe tranquilamente, que se
vayan tranquilamente a su casa y la organización empiece con un
horizonte nuevo y energías renovadas.
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