Cuestión de tragaderas
EL PAÍS
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Ni más ni menos. Tal cual.
Nada es preciso añadir
a un estado demencial
¿Qué más se puede decir
ante un destrozo fatal
que ya no deja vivir
ni permite respirar
si el dinero no es el fin
y especular el afán?
Si se decreta por ley
el silencio sepulcral
al balido de la grey
con la mordaza estatal
y con la firma de un rey.
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Hasta los versos encogen
con recortes tan ladinos
y las sílabas se esconden
por pudor avergonzadas
en el román paladino
Que el gobierno no responde
ni sabe por qué camino,
ni hasta cuándo ni hasta dónde
lo dirigirá un cretino.
Un Don Pimpón programado
Un Don Pimpón programado
por la basca del parné
un malandrín despistado
que no sabe ni porqué
de chiripa se ha encontrado
registrando no se qué,
esa rara propiedad
que nunca se imaginó
que hubiera de registrar
Lo chungo de la cuestión
y por más inri, además,
para el solemne pringado
es que el registro supone
el derribo universal
de un país que han secuestrado
los esbirros de Al Capone,
cuyo mentor desalmado
es ese registrador
dirigido y programado
cual teleñeco incapaz,
para arruinar el Estado:
cuanto más cero a la izquierda
se nos pueda colocar,
más ceros a la derecha
su botín le sumará.
Sólo ése era el programa
de la trola electoral.
Colocar un monigote
al cargo de la mojama
que registre sin parar
y se forre de rebote
mientras forra al personal
que a lo largo de los años
le ha ido regalando sobres
con tal prodigalidad
que el forrado mequetrefe
ha perdido los estribos
al ganar un capital
y convertirse en el jefe
del Gran Golpe nacional
y ahora no sabe qué hacer
ya que está todo arrasado
ni como matar el tiempo
hasta que llegue Noviembre
y se ha puesto a sacar leyes
que le cubran el trasero
con Esperanza y Cristina
como vanguardia del cambio
que al pp se le avecina.
Nos han dejado en el chasis
con el permiso, la venia
y el voto mayoritario
de toda una mayoría
salida de las cavernas.
salida de las cavernas.
El pp nos la ha jugado;
lo que no tiene perdón
es que lo haya decidido
toda una ciudadanía
con la mejor intención:
unos por votar a ciegas
los otros, los más, seguro,
por su coherente abstención.
Ahora todos machacados
por tan sabia decisión
no tienen más obsesión
que pegarle la patada
a un gobierno de ladrones
y que vuelva a gobernarles
un grupo de salvadores
que como no les controle
la decencia ciudadana
con su participación
su activismo y compromiso,
dentro de un año, seguro,
acabaremos lo mismo.
Moraleja:
No imagines ciudadano
que el poder es menos chungo
cuando se cambia de manos,
que por muy limpias que estén
al principio del evento
si tú te lavas las tuyas
igual que Poncio Pilato
y los dejas decidiendo
las duras y las maduras,
se repetirá este infierno.
Sólo la ciudadanía
con su participación
-mil ojos ven más que diez-
y su decencia segura
puede evitar que el poder
se nos convierta en basura.
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