George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
martes, 3 de marzo de 2015
Albarracín
Que no le preguntéis donde ha guardado el tiempo.
No lo sabe. Miradla siempre así, como llegando,
sin marcharos del todo, poco a poco.
Muralla masculina singular
y un roce maternal de contrafuertes
Sube la lentitud a paso de tronera,
en la bifurcación de unos rincones
que aún semejantes, nunca se repiten.
El agua se contagia de un olvido redondo,
de transparente gravidez;
luego la luz y su descarnadura
resbalando en callejas y en el polen.
Te me quedas aquí. Imperio de otro ayer.
En los ojos que vengan a mirarte siglo a siglo
volverás a ser Mayo desarmado, profundo,
generoso en caricias de soles recurrentes
jugando con la yedra en las esquinas
derramado en la sombra de los sauces
para que no se borre la frescura
en su libro de horas escondidas.
Cuando los montes vuelvan a las aguas
y el cielo sea llanura
y la llanura el cielo una vez más,
tú serás el aroma del roble,
ese superviviente
fundido en la memoria del ahora
tendido en el umbral de un mediodía
como el mastín cansado reposa y paladea
la conciencia infinita de este instante.
(Geografías de interior.1998)
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