Clamor contra la Iglesia por "lucrarse promoviendo la violencia machista"
El PSOE, IU, CCOO y el Instituto de la Mujer se pronuncian contra
la publicación del libro 'Cásate y sé sumisa' por parte del Arzobispado
de Granada y piden su retirada.
Lo mejor de la pieza literaria es el subtítulo: Experiencia radical para mujeres sin miedo. La sumisión como destino mujeril. Esa iglesia es un surtidor de agravios al género humano. Hasta llegar al recolmo de hacer de los malos tratos un lema, una lección ejemplar, una jaculatoria para mujeres practicantes de su credo ateo. Sí, muy beato y pío, pero ateo real en la práctica, porque si hay Dios, es imposible que funcione según el diseño que presentan los católicos de su sentido de la justicia, de la bondad y del amor, que se da de bruces con lo que Jesús dijo sobre el todoamoroso, justo y bondadoso padre, al que llamaba Abbá: papaíto, en arameo, respetando en todo la libertad del hijo que le sale pródigo, derrochador e irresponsable y en vez de ponerle a caldo cuando, arruinado y en la mendicidad decide regresar a casa, le acoge con todo el cariño y la comprensión, no le echa en cara sus errores y da una fiesta para celebrar su regreso, con el cabreo sordo añadido del hijo bueno y cumplidor, al que nunca le había dado un guateque para celebrar sus virtudes familiares. Claro que seguramente la iglesia católica justificaría la preferencia y sería capaz de hacer un dogma sobre la piedad de Dios con aquel hijo que para nada habría sido la misma, si el pródigo hubiese sido la pródiga. Capaces son. Menudos elementos. Y menudo Dios, a la altura mediocre, violenta y cretina de sus exégetas.
Es horrible encontrarse con estas noticias en pleno siglo XXI y cuando al parecer el nuevo papa está tratando de adecentar la pocilga dogmática e impresentable de sus súbditos. Posiblemente ese arzobispado granadino sea más papista que el papa actual y esté escandalizado de su comportamiento hereje y casquivano con el que intenta calafatear a duras penas los boquetes infinitos en la barca de Pedro, que si levantase la cabeza, seguramente, se quedaría de piedra al ver semejante pastel y en lo que ha derivado aquella enseñanza sencilla, limpia, luminosa y sanadora de Jesús de Nazaret, que jamás obligó a ninguna mujer a obedecer al marido, al contrario, les dijo que el amor les convertiría en uno y que ese amor estaba bendecido en la tierra y el cielo y nadie podía romperlo si ellos habían decidido que se amaban y se unían. Qué lejos de ese Jesús que preguntó a los lapidadores de la mujer adúltera, quienes eran ellos para juzgarla y matarla, si eran culpables de tantas cosas y que dijo de los pederastas que deberían atarse una piedra de molino al cuello y lanzarse al mar...Se ve que los valores de Jesús no tienen nada que ver con los de sus fanáticos e ignorantes seguidores.
Lo que queda diáfano una vez más es el machismo y la misoginia de una secta religiosa multitudinaria, que nunca se ha querido reformar ni mejorar ni corregirse porque está convencida de que todo lo puede, todo lo sabe y todo lo consigue unida como una lapa cómplice a los imperios temporales de este orden injustísimo. Qué deformaciones mentales y emocionales habrá perpetrado en sus adeptos, para llegar a conseguir que una mujer de ahora mismo escriba una aberración como ese libro, haciendo un alarde de cretinez obstusa y de lucidez nula. Y poniendo como ejemplo tal destarifo.
Si no hiciesen tanto daño serían una mina como espectáculo cómico y grotesco. Desgraciadamente, es un drama y en muchos casos, una tragedia. Y si no que echen un vistazo a los asesinatos de mujeres por sus maridos locos que aprovechando 'la experiencia radical' de la sumisión las destrozan hasta matarlas. Qué cruz de iglesia!
P.D.
En esta noticia hay un tufo raro. Y yo que no puedo evitar mi vena detectivesca, me he puesto a buscar a la autora de la aberración, porque no me parecía que pudiese existir en nuestros días y en Europa -por muy católico que sea su Sur cultural y geográfico- un personaje normal, medianamente cuerdo, que puediese escribir algo semejante. Y he encontrado algunas pistas que dejo aquí por si alguien quiere leerlas y seguir el rastro del asunto en plan Agatha Christie.
Al buscar las referencias de la tal Costanza Miriano me encontré con su imagen en una noticia, busqué en otras páginas y ni el rostro ni la imagen de la autora se corresponden con los de la primera noticia. Seguí buscando y encontré más datos. Dice que es periodista en la RAI y que además, aprovechando el tirón escandalizador por lo carca, ha publicado la continuación de su primer best seller en plan culebrón, que se titula: Sposati e muore per lei. O sea, Cásate y muere por ella. Evidentemente esa secuencia argumental responde mucho más a una serie de telenovelas latinoamericanas que a un proyecto serio ético, sociológico o espiritual europeo, con una base antropológica de papel de fumar. Parece hasta la venganza de la hembra, -aún le faltan bastantes hervores para llegar a mujer- que en el primer libro va de víctima como señuelo mansito para atrapar al macho silvestre -que por supuesto, todavía tampoco es un hombre, sino un esbozo elemental- y que en el segundo va de viuda negra que se venga de su sometedor y machista marido, que se las ha debido hacer de todos los colores por medio de la sumisión en la primera entrega y que se va enterar de lo que vale un peine en la segunda.
Algo falla en la didáctica libresca de esa autora mutante. Y algo debe fallar en el discernimiento de la iglesia de Granada, que no se ha parado a mirar con detalle el sapo que le han colado tan ricamente. Es algo tan estrafalario, que hasta para los católicos más cortos resulta infumable y de una pobreza intelectual y una mediocridad extremas, que va buscando lo estrambótico para causar sensación. En un mundo donde ya nadie se asusta de nada, hay que volverse más retrógrado que nadie para causar impacto y vender libros como sea.
Por eso extraña tanto que nada menos que un arzobispo caiga tan bajo, que esté tan despistado y tenga tan poco feeling con el Espíritu Santo, que se supone es el Guía y el Paracletos, acompañante íntimo de los hombres y mujeres de Dios. El que ilumina la comprensión y la inteligencia aplicadas a la vida. Caer en las garras del marketing de las burbujas editoriales en unos tiempos donde la escritura no es ya un arte sino un oficio, que no requiere ni talento ni inspiración, para vividores sin ideas nutridos de los blogs, foros y publicaciones on line, es otro signo más de la decadencia del mundo católico, que como el Imperio Romano en sus tiempos, está ya en manos de los bárbaros, a los que ha alimentado y cuidado con esmero durante 1700 años.
Después de todo, este tipo de asuntos oscuros y torpes son la evidencia de que las puertas del infierno están en la misma iglesia, tan segura de que "no prevalecerán contra ella", evidentemente ¿cómo podría ir contra sí misma? No hay peor ceguera que la soberbia y el poder. Qué triste.
También le pasó al pobre Salomón. Nació con unos dones espléndidos, fue el rey más sabio, próspero y prudente de Israel, pero se confió, sus dones se le subieron a la cabeza y se deterioraron, derivando en orgullo, soberbia y estupidez, perdió el oremus y cayó en picado. A la vejez, cuando la sabiduría se hace más clara y evidente, él la pifió y la perdió. Y se tiró al barro de sus placeres seductores y, como las moscas en el tarro de la miel, quedó aprisionado y ahogado en ella. Para los seres humanos la miel es una delicia y su pegajosidad carece de importancia, eso pasa con las pasiones, que son como las moscas: para las almas unidas y casadas con el espíritu, son placenteras, sanas y sabias, para las almas dispersas que confunden el tocino con la velocidad, desposadas con el ego, son mortales. Esa es también la misma trayectoria de la religión católico-romana, que se ha perdido en las nubes de incienso hacia sí misma y olvidado su misión inicial. Se ha convertido en la prostituta bobalicona y fetichista del Apocalipsis. Y como dice la parábola evangélica, la han invadido una legión de demonios porque la encontraron adecuada y óptima para anidar en ella.
No basta con cambiarle el maquillaje, como pretende el nuevo papa, hay que despojarla/se de todo barniz , y lleva tantas capas... darle un baño largo e intenso de humildad y desapego. De pobreza y de sencillez. De transparencia. De servicio desinteresado y de alejamiento de las grandes tribunas mediáticas que son los escaparates helados de la vanidad y el cebo del engaño universal, para acercarse a las personas, no para "convertirlas" sino para aprender junto a ellas, siviéndolas sin manipularlas, para seguir el mapa del Espíritu en la materia y recuperar el camino de regreso a la Casa de Todos. El amor incondicional y clarividente de la inteligencia divina y humana.
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