No hay culpables
EL PAÍS
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Otro video de Iñaki con minutos 'mutilados' por la nube. No sabemos qué irreverencia habrá pperppetrado esta vez. Aunque se puede intuir que haberla hayla, por aquello de "ladran, luego caminamos".
Por suerte, aquí está el video auténtico que emite en la SER y luego pasa a El País con el mensaje completo y sin censura.Clicando en el título se puede escuchar sin recortes.
Por suerte, aquí está el video auténtico que emite en la SER y luego pasa a El País con el mensaje completo y sin censura.Clicando en el título se puede escuchar sin recortes.
14 de noviembre de 2013 | por Iñaki Gabilondo |
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No, decididamente el comportamiento de las autoridades en esa desdichada ocasión fue desastroso. Algo que, por desgracia, se ha convertido en el más frecuente y "lógico" acontecer en nuestra pobre y machacada España, nadie pide cuentas y nadie está dispuesto a darlas. Estamos tan desprotegidos e indefensos ante las autoridades que nos deben atención y soluciones justas, que ya habría que pensar en otro tipo de recurso, como recurrir por sistema a tribunales europeos directamente, así se acelerarían los infinitos retrasos de los procesos judiciales y su pereza burocrática que permite confusiones, pérdida de pruebas y al final del túnel, el abismo de la caducidad de los delitos. En temas de eficacia judicial debemos estar a la altura de Camerún o de Zambia.
Los delitos contra la ciudadanía, la ineficacia, la negligencia y la irresponsabilidad no deberían caducar hasta que se aclarasen, se asumiesen responsabilidades y se reparasen y compensasen los daños causados. Considerar que los delitos contra el medioambiente son de menor cuantía es propio de un país, además de tercermundista, deficiente social voluntario. Que merecería una condena global y un castigo ejemplar, haciendo que los irresponsables incapaces de valorar el daño que han hecho, paguen de su bolsillo los daños y perjuicios; en este caso Aznar y Rajoy están vergonzosamente en deuda con los españoles y con Galicia en particular. Todo el daño que se hizo a esas costas y al sector pesquero debe asumirse, aunque sea al cabo de once años. Por dignidad. Por Justicia. Por respeto a los derechos de los perjudicados. Por responsabilidad. Por decoro. No sólo debe compensar el Estado, o sea, el país entero como multa por votar inútiles, sino también los mismos inútiles con su patrimonio y el partido que los ha elegido con el suyo, que para eso recibe una pasta de los presupuestos generales del Estado. Esta manera de irse de rositas en todo, sólo perjudica y deja fatal la credibilidad del gobierno. Por eso somos el hazmereir de Europa y de América.
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No, decididamente el comportamiento de las autoridades en esa desdichada ocasión fue desastroso. Algo que, por desgracia, se ha convertido en el más frecuente y "lógico" acontecer en nuestra pobre y machacada España, nadie pide cuentas y nadie está dispuesto a darlas. Estamos tan desprotegidos e indefensos ante las autoridades que nos deben atención y soluciones justas, que ya habría que pensar en otro tipo de recurso, como recurrir por sistema a tribunales europeos directamente, así se acelerarían los infinitos retrasos de los procesos judiciales y su pereza burocrática que permite confusiones, pérdida de pruebas y al final del túnel, el abismo de la caducidad de los delitos. En temas de eficacia judicial debemos estar a la altura de Camerún o de Zambia.
Los delitos contra la ciudadanía, la ineficacia, la negligencia y la irresponsabilidad no deberían caducar hasta que se aclarasen, se asumiesen responsabilidades y se reparasen y compensasen los daños causados. Considerar que los delitos contra el medioambiente son de menor cuantía es propio de un país, además de tercermundista, deficiente social voluntario. Que merecería una condena global y un castigo ejemplar, haciendo que los irresponsables incapaces de valorar el daño que han hecho, paguen de su bolsillo los daños y perjuicios; en este caso Aznar y Rajoy están vergonzosamente en deuda con los españoles y con Galicia en particular. Todo el daño que se hizo a esas costas y al sector pesquero debe asumirse, aunque sea al cabo de once años. Por dignidad. Por Justicia. Por respeto a los derechos de los perjudicados. Por responsabilidad. Por decoro. No sólo debe compensar el Estado, o sea, el país entero como multa por votar inútiles, sino también los mismos inútiles con su patrimonio y el partido que los ha elegido con el suyo, que para eso recibe una pasta de los presupuestos generales del Estado. Esta manera de irse de rositas en todo, sólo perjudica y deja fatal la credibilidad del gobierno. Por eso somos el hazmereir de Europa y de América.
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