"La izquierda ha de abandonar esa estética del perdedor"
El rapero valenciano Nega y el politólogo y presentador Pablo Iglesias presentaron ayer el libro 'Abajo el régimen', una conversación entre ambos en la que analizan la posibilidad de un cambio de paradigma
Nega y Pablo Iglesias durante la presentación.- J. L
Iglesias Nega, Nega Iglesias, tanto monta, monta tanto.
En ocasiones resulta complicado discernir cuál de los dos es el rapero y
cuál el politólogo. El discurso profuso del rapero valenciano y la
dicción audaz del mediático profesor los acerca y complementa bajo los
focos. La cita era en la FNAC de Callao, -otrora "templo trotskista",
comenta con retranca Nega- y el motivo; la presentación de Abajo el régimen (Ed. Icaria), libro publicado dentro del proyecto A dos voces, que pretende dar voz a personas con propuestas que aborden un cambio de paradigma.
Toma la palabra Nega y lo hace para pedir un aplauso por los trabajadores de limpieza de Madrid. "Siento orgullo por esta ciudad que huele a victoria", exclama el cantante ante una audiencia joven, urbanita y universitaria que le responde con una tímida ovación. "Veis, este es el problema, me gustaría que hubiera barrenderos entre vosotros. La izquierda se ha olvidado de la clase obrera, de esos siete millones que se han comprado el último disco de Camela, de los forofos de la roja, de las que se ponen unas tetas nuevas".
Así de explícito se mostró el cantante de Los Chikos del Maíz, que hizo gala de un discurso lejano a la asepsia habitual de los comentaristas políticos, destripando con pasión la coyuntura de crisis y la ineficiente respuesta de la izquierda. "La PAH ha conseguido lo que no ha conseguido la izquierda, hay que traducir las ideas de izquierda, lo cual no significa cambiarlas". Según el cantante, "el momento es ahora", la situación de crisis institucional ha posibilitado que se abran espacios y se radicalice la democracia. "Si la democracia no es popular y participativa es como la cerveza sin alcohol".
Y, citando a Pasolini, el rapero cedió el testigo al catódico profesor Iglesias: "El fascismo basaba su poder en la Iglesia y el ejército, pero no son nada comparados con la televisión".
Y mientras el discurso de Iglesias iba tomando forma, enumerando los detonantes de la crisis y el saqueo al que nos vemos sometidos, la megafonía del centro comercial, ajena al encendido speech de Iglesias, irrumpe descarada: "Les recordamos a nuestros clientes que disponen de un 15% de descuento en smart tv y..."
"Esto ha sido mágico, no hay duda, somos sociedades basadas en el consumo", comenta risueño mirando al techo del establecimiento. Dicho esto, Iglesias apela a la decencia y al patriotismo, "los que están rompiendo el país, los que realmente no son patriotas aunque nos acusen a nosotros de no serlo, son aquellos que lo están saqueando y son los Botín, es Esperanza Aguirre...".
Según el profesor, la decencia debería pasar por "reindustrializar el país, apostar por las renovables o hacer asequible el transporte público a los ciudadanos". Un cambio de política que "el PSOE nunca asumirá, si ni siquiera es capaz de cuestionar a la monarquía".
Toma la palabra Nega y lo hace para pedir un aplauso por los trabajadores de limpieza de Madrid. "Siento orgullo por esta ciudad que huele a victoria", exclama el cantante ante una audiencia joven, urbanita y universitaria que le responde con una tímida ovación. "Veis, este es el problema, me gustaría que hubiera barrenderos entre vosotros. La izquierda se ha olvidado de la clase obrera, de esos siete millones que se han comprado el último disco de Camela, de los forofos de la roja, de las que se ponen unas tetas nuevas".
Así de explícito se mostró el cantante de Los Chikos del Maíz, que hizo gala de un discurso lejano a la asepsia habitual de los comentaristas políticos, destripando con pasión la coyuntura de crisis y la ineficiente respuesta de la izquierda. "La PAH ha conseguido lo que no ha conseguido la izquierda, hay que traducir las ideas de izquierda, lo cual no significa cambiarlas". Según el cantante, "el momento es ahora", la situación de crisis institucional ha posibilitado que se abran espacios y se radicalice la democracia. "Si la democracia no es popular y participativa es como la cerveza sin alcohol".
Y, citando a Pasolini, el rapero cedió el testigo al catódico profesor Iglesias: "El fascismo basaba su poder en la Iglesia y el ejército, pero no son nada comparados con la televisión".
Patriótico y decente
El politólogo, que ayer estuvo en un acto en el barrio de Orcasitas, empezó por reclamar la necesidad de "ocupar todos los espacios". "La izquierda ha de abandonar esa estética del perdedor, debemos estar en todos sitios, incluida una multinacional como es la FNAC", comenta ante la mirada sufrida del responsable de prensa. "¿Pero, existe realmente una crisis de régimen?", se pregunta. "No cabe duda, la cultura del pelotazo se ha venido abajo, pero el problema es que el capital está reconfigurando su poder mientras que para los ciudadanos son todo recortes".Y mientras el discurso de Iglesias iba tomando forma, enumerando los detonantes de la crisis y el saqueo al que nos vemos sometidos, la megafonía del centro comercial, ajena al encendido speech de Iglesias, irrumpe descarada: "Les recordamos a nuestros clientes que disponen de un 15% de descuento en smart tv y..."
"Esto ha sido mágico, no hay duda, somos sociedades basadas en el consumo", comenta risueño mirando al techo del establecimiento. Dicho esto, Iglesias apela a la decencia y al patriotismo, "los que están rompiendo el país, los que realmente no son patriotas aunque nos acusen a nosotros de no serlo, son aquellos que lo están saqueando y son los Botín, es Esperanza Aguirre...".
Según el profesor, la decencia debería pasar por "reindustrializar el país, apostar por las renovables o hacer asequible el transporte público a los ciudadanos". Un cambio de política que "el PSOE nunca asumirá, si ni siquiera es capaz de cuestionar a la monarquía".
No hay comentarios:
Publicar un comentario