Acabemos con esa farsa
Iñaki Gabilondo asegura que PSOE y Podemos
"no tienen derecho a prolongar la farsa ni un día más", porque la
ciudadanía lo que percibe de las negociaciones para desbloquear la
situación política es que "no hablan de nosotros, hablan de ellos"
No tienen derecho a prolongar esta farsa ni un día más. Y además, están haciendo un negocio pésimo porque
el enésimo fracaso de las negociaciones entre PSOE y Podemos no está siendo entendido
por nadie como un forcejeo de alta complejidad, no recuerda para nada a
los vaivenes habituales en todos los procesos negociadores con sus
regates, sus órganos de mentira que se dan 100 veces por muerto y otras
tantas veces resucitan. No, esta vez suena a estafa. Suena a estafa
porque se ha adulterado el objeto de la negociación.
Lo que la mayoría votó en las elecciones de abril, lo que se supone
que ha de ocupar a los representantes de dicha mayoría, versa sobre
cosas como empleo, pensiones, desigualdad, emergencia climática,
reforma del sistema eléctrico, reforma de la reforma laboral del 2012, un nuevo estatuto de los trabajadores, diálogo social, eutanasia, impuestos, educación, etc.
Pero si todo esto pasa a segundo plano y desaparece porque lo
instrumental, gobierno de coalición o no, se impone a lo fundamental,
lo que la ciudadanía percibe es que los negociadores no hablan de nosotros, hablan de ellos.
Es lo que Churchill señalaba como un problema muy serio cuando los
políticos no quieren ser útiles sino importantes. Suena a estafa, sí,
porque la negociación está muerta de cuerpo presente y ellos fingen que
aún respira. Acabemos con esta farsa de una vez.
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