sábado, 28 de septiembre de 2019

Valencia y España entera se levantan en defensa de la vida, del presente y del futuro del Planeta Tierra. Hay tanto que aprender como desaprender. No queda otra que cambiar y dejar la "lucha" y la rabia, el malaje, los reproches y las miserias en el contenedor de los fardos pesados e inútiles, hay que reciclar y apostar no sólo por más país, sino sobre todo, por más Naturaleza, más conciencia consciente y menos mierda en-redada en modo posverdad insostenible. Más equilibrio y menos friksimo destarifado sin confundir la unidad de lo plural con la uniformidad unilateral del dogma hegemónico. La ropa y los zapatos de ayer nos quedan pequeños y no cabemos en ellas. Necesitamos, sí o sí, toda el energía disponible para el cambio del cambio. La historia humana ha llegado en todos los ámbitos de la saturación a un tope donde o se entiende y se cambia YA, o se peta en TODO

Movilización

Grito unánime en València para alertar de la emergencia climática

Miles de personas se manifiestan junto a los jóvenes de Fridays For Future por la "inacción política" ante la crisis del clima y reclaman un cambio de los modelos productivos y energéticos, más concienciación y un consumo responsable

28.09.2019 | 00:17/Levante EMV
Grito unánime en València para alertar de la emergencia climática
No se trata solo de reciclar, de desterrar el plástico o de dejar aparcado el coche. Ayer, miles de personas clamaron en las calles de València para proclamar la emergencia climática y pidieron, primero, un cambio de mentalidad: a la ciudadanía, que modifique sus hábitos ; y a los gobiernos, políticas respetuosas con el medio ambiente y un cambio en el sistema productivo y energético.
La convocatoria de los estudiantes de Fridays For Future València y de la Alianza por la emergencia climática -integrada por una gran cantidad de entidades sociales, sindicatos y ONG ambientalistas- fue seguida masivamente por los ciudadanos. Según estima la policía, más de 4.000 personas marcharon a partir de las 18 horas por el centro de València, partiendo desde la plaza de la Virgen que ya estaba abarrotada minutos antes, y de la que casi una hora después de la salida de la cabecera se movían los últimos participantes.
El manifiesto, que se leyó en la plaza del Ayuntamiento sobre las 20.30 horas , apuntaba que las sociedades «se encuentran en una situación de emergencia climática innegable provocada por el impacto que generamos las personas y que supone la mayor amenaza para la salud y para todas las vidas del planeta». Ante esto, los convocantes pedían «políticas que atiendan la crisis climática que estamos viviendo», lejos de «falsas soluciones verdes». Asimismo, afearon que la «lucha electoral interminable está dejando en un segundo plano el desastre al que nos dirigimos».
De esta manera, València se sumó al movimiento internacional y a las manifestaciones que tuvieron lugar en más de 150 países. Por las calles del cap i casal por las que se cantó el People have the power de Patti Smith, se pudieron leer pancartas con mensajes como « sense planeta no hi ha futur», «No hay planeta B», «Hay más plástico que sentido común» o «Nuestro futuro no está en venta», y se corearon lemas como «No queremos esperanzas, sino acciones inmediatas», «Ni un grado más, ni una especie menos» o «Señor, señora, salga a protestar para que sus hijas puedan respirar». Además, también hubo quien se acordó del Forn de Barraca, del Amazonas o de Donald Trump.
Los «motivos» para manifestarse muchas personas los llevaban en brazos o de la mano. «Tengo un chiquillo de tres años y lo último que quiero para él es todo lo que estamos viendo: cómo está degenerando el planeta y echándose a perder y todo por culpa nuestra; este cambio empieza por uno mismo», opinaba Fátima. «Es como si decidiéramos no limpiar nuestra casa, llenarla de basura y romperla, eso es lo que estamos haciendo con el planeta», consideraba. «Reducir el consumismo es muy importante, no solo es reciclar, es reutilizar», destacaba como una de las posibles soluciones.
Por su parte, Andrea se manifestaba por la «inacción política»: «Primero tenemos que concienciarnos y a partir de ahí, movernos contra el gobierno y las grandes empresas que provocan esta situación tan deplorable». Igual que ella, Rosa también pedía que «todos los políticos, los gobiernos, y la sociedad tenga presente el problema que del cambio climático y hagamos fuerza». Para ella, lo primero que habría que modificar es el «tipo de consumo», como también afirmaron otros manifestantes.

«Quiero una opción de futuro»

«Nos manifestamos para pedir que se tenga en cuenta el cambio climático, que se manifiesta en los incendios, las riadas... y queremos que pare el fuego del Amazonas y la deforestación», explicaba Nerea. «Es muy importante no ensuciar las playas ni los montes, porque todo el mundo quiere irse de vacaciones a sitios muy bonitos, pero nadie los cuida», añadía. Alba pedía «tener opción a un futuro» y para eso cree que el camino pasa por «potenciar la energía solar y eólica», además de «limpiar playas y reciclar».
En la cabecera de la manifestación, Santiago Calonge, de Fridays For Future, explicaba que la movilización avisaba de que «el cambio climático es una realidad y no hay que ignorarla, es necesario salir a la calle y gritar por ello».
Con la pancarta de la Alianza Climática estaban los sindicatos, entre otras entidades. Ismael Sáez, secretario general de la UGT en la Comunitat Valenciana, recordaba que esto es «un clamor mundial en defensa del planeta» y, por eso, defendía «una economía respetuosa con el medio ambiente» y «una transición justa con los trabajadores». Por su parte, el secretario general de CC OO PV, Arturo León, consideraba «un problema muy serio» que las formas de producción y de consumo «no sean sostenibles» y veía «necesario un cambio de condiciones de vida y trabajo». Para Antonio Arnau, de Ecologistas en Acción, se deberían tomar ya «medidas muy radicales» ante que el aumento de las temperaturas provoque «migraciones climáticas».

No hay comentarios: