Entre ayer y hoy nos empachan las noticias de un plagio mayestático a bombo y platillo. Nada menos que un filósofo, catedrático de la Universidad, socialista y presidente del Senado, -y catalán para acabarlo de arreglar, xd!- acusado de plagio, por una corriente periodística como la Vocento, que es lo mismo que decir pp, Ibex, ABC, y todo lo demás...
Me llama la atención, el hecho de que no es muy propio de un filósofo darle al choriceo plagiante, sino crear por su cuenta un material cognitivo lo más fresco posible para que todos y él mismo dispongan de más sustancia pensable, y para un pensador el plagio es realmente una propuesta estúpida, sobre todo. Una cosa es consultar opiniones de diversos autores para contrastar o reafirmar criterios a la hora de escribir tratados, ensayos o libros de texto y otra es copiar a lo bestia sin tener nada más que aportar. Lo dicho, no es nada propio de la filosofía el copieteo, por un lado el estudio y la profundización ética no deja demasiado hueco disponible en la conciencia para esos enjuagues e incluso hasta echa para atrás semejante miseria estética como propuesta, para la mangancia intelectual, así por el morro, simplemente por meros principios connaturales a la persona que elige esa especialidad del estudio. Uno y una no se hace filósofa para fardar, ni pavonearse y mucho menos para hacer negocio editorial a base de depredación textual. Ese talante es más propio de quienes estudian principalmente para sacar una buena tajada de la profesión, o sea de los que se toman la vida y sus quehaceres como una estrategia trepa para ganar, destacar, aprovecharse y hacerse propietarios de todo sin dejar que se escape una solo oportunidad para practicar el buitring, en cualquier performance a tiro. Por ejemplo, abogados de bufetes que más parecen una empresa de logística o un banco piraña total con pedigrí. O un politólogo en precario con dos o tres licenciaturas en ristre, al que solo le interesan los títulos y las orlas, que le pongan guapo el curriculum de cara a la galería y al carrerón para que le inviten a las tertulias de la tele y la radio. De ese tipo de perfiles una se puede creer algo así, pero de un filósofo, como de un médico o como un científico enamorado de la verdad que investigan y descubren, cuesta bastante esfuerzo y retorcimiento, pensar que copien como propio y sin indicarlo en un índice de citas, los datos que puedan completar sus trabajos. No me lo acabo de creer por varios motivos.
1) Por los pregoneros del asunto, que tienen la misma credibilidad que sus patrocinadores. Es como si Curro Jiménez denunciase a un juez por llevar arrugadas las puñetas en la Audiencia.
2) Por lo limitado del fenómeno. Que bien pueda haberse debido a que esos textos los trabajasen además otras personas, por ejemplo, en la misma editorial o en colaboración con el autor, que tal vez, no dio importancia o ni siquiera se fijó en el tratamiento de la información impresa, dando por sentado que todo estaba en regla y dándole más importancia al significado de los textos que la propiedad intelectual de unas frases sueltas sin modo comillas. Y teniendo en cuenta que ese incidente no afecta al conjunto de todas sus publicaciones. Sino a un período determinado, en el que es fácil que no pusiera demasiada atención si era un trabajo que él dirigía por entonces, pero que realizaban más colaboradores del seminario de la Facultad por ejemplo.
3) Por el momento estratégico en que el pp está una vez más acorralado por los ya innumerables expedientes-X de su corrupción endémica. Lo mismo hicieron con el Presidente de la Diputación de Valencia para cargárselo sin haberse corrompido con nada, pero tirando de las formas. No tengo nada para calumniarte,pero si hago unas leyes que penalicen al puntuación de los textos, las comas, los puntos, las comillas y los guiones fuera de lugar, tarde o temprano, te destrozo, mientras lo mío va viento en popa y me permito todo: mordazas, evasiones fiscales, presos políticos, llamar delito de odio a lo que no entiendo y hasta interpreto al revés, condenas por pensar distinto y no pegar a nadie mientras lo dicen en voz alta, que insultan una barbaridad. Y cosas por el estilo. En vez de revisar la basura en su propia casa se dedican a guarrear las casas ajenas y a denunciarles por falta de higiene.
De todas maneras la cosa se puede desmontar tranquilamente mostrando los textos sospechosos, algo que, por ejemplo, Casado y Cifuentes no han podido hacer, porque no hay trabajos realizados que mostrar en sus másteres psicodélicos. No existen. O si existen comparten el don de la invisibilidad absoluta. En un caso similar Carmen Montón dimitió y se fue de la política, como recuerdo que hizo el ex ministro de Justicia Bermejo, en la época de Zapatero, dimitiendo en pleno tiberio de la Gurtel por no haber pagado una entrada en un parque de caza donde no sabía ni nadie le dijo que había entradas que pagar, pero ellos no. Ellos se toman las dimisiones como una aceptación de culpa, una humillación y no como la demostración del respeto a las instituciones y ala ciudadanía que les paga el sueldo cada mes, unas responsabilidades en las que NO SE PUEDE ESTAR SIMPLEMENTE SIENDO SOSPECHOSOS. La dimisión no es un acto de aceptación de ningún delito, es la obligación de apartarse de una responsabilidad pública hasta que se descubra la verdad o la falsedad de cualquier acusación.
Eso sucede en cualquier país civilizado, democrático, sin clase cacique que parta el bacalao de todo. Pero en España no es así. Es mucho más aceptable robar que que te denuncien por ello. No es malo corromperse sino que te digan que está corrompido. Trincar, enchufar, prevaricar, chorizar, es lo normal sobre todo en cargos públicos, que para eso se tiene el poder, pero que se considere delito es fatal deja el figureo muy tocado. Y claro, ese efecto va unido al poder demoledor de la calumnia, que es poner el parche sin que haya grano: poner a alguien en entredicho ya implica una sospecha y un asunto turbio que la prensa amiga se encargará de extender por el tejido social; no se espera a investigar, no se deja margen para aclarar nada, se entra a matar como en los toros, a saco. Primero las banderillas para armar bulla y luego el estoque para el finiquito, preferiblemente al contado y sin diferir.
Bueno, ahora el señor catedrático profesor de filosofía, socialista que preside el Senado, va a tener que hacer un acto cívico de transparencia y mostrar la verdad del asunto. Y seguramente él será el primero que querrá hacerlo. Si de verdad es un filósofo auténtico no habrá nada que no pueda aclararse y dejar a cada uno en su lugar. Lo contrario sería para cruzar los Pirineos y no volver.
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Un ejemplo lacerante:
Aquí tenemos un caso made in pp, mil veces más grave y preocupante que los presuntos plagios del Presidente del Senado. Y el ex ministro Soria, de campo y playa. Como tenemos el de la Guerra de Irak y a Aznar, el duque de Perejil, como teloneros del atentado de Atocha más la calumnia contra el Psoe o la SICAV del hijo de los Aznar-Botella que se ha llevado por delante las viviendas municipales de proetección social, y no-pa-sa na-da...
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Un ejemplo lacerante:
Aquí tenemos un caso made in pp, mil veces más grave y preocupante que los presuntos plagios del Presidente del Senado. Y el ex ministro Soria, de campo y playa. Como tenemos el de la Guerra de Irak y a Aznar, el duque de Perejil, como teloneros del atentado de Atocha más la calumnia contra el Psoe o la SICAV del hijo de los Aznar-Botella que se ha llevado por delante las viviendas municipales de proetección social, y no-pa-sa na-da...
ENTREVISTAVictoria Rosell
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