Elizabeth Holmes y Theranos, timo histórico
George Orwell: «En tiempos de engaño universal, decir la verdad se convierte en un acto revolucionario».
viernes, 6 de septiembre de 2019
Este caso es mucho más que un suceso estrafalario. Es el relato periodístico de una realidad espeluznante del imperio-timo-tiranía de la "cultura" milenial. A esto se está llegando y no solo en el plano empresarial y "científico". En España lo estamos sufriendo también en el espacio político, donde el prototipo Holmes ha cambiado de género, de número y de apellidos pasando en plan globalizador a llamarse Iglesias, Montero, Echenique, Sánchez, Lastra, Duque, Calvo, Rivera, Arrimadas, Casado, Álvarez de Nosequé,Díaz Ayuso, Almeida, Teodoro, Abascal, Monasterio, Puigde-Torras, Pipirranas variadas y polisíglicas...En fin, una ristra de experimentos y tesis doctorales para alta psiquiatría sociológica, una especialidad que puede convertirse en el Silicon Valley de la vanguardia científica de verdad, no de pacotilla, como la presente, que solo piensa en llenarse los bolsillos cuanto antes y que a quien Diosdólar se la dé San Euro se la bendiga. Si la "ciencia" está en semejantes manos y nadie dice nada hasta que ya no hay más solución que la ruina de todos y cárcel para unos cuantos o la corrupción sin fronteras para evitar ambas, está claro que o esto cambia o esto desaparece sin que para ello sea necesario que estalle el sol o que nos caiga encima una colección de meteoritos gigantes o que cualquier estado enloquecido monte una masacre suicida en plan nuclear o listeriosis, sida, gripesA, ébolas, vacaslocas o cualquier otra ocurrencia por el estilo. El peligro real es la estupidez camuflada de inteligencia al pagador, tan artificial, que ya es de plástico y se ha hecho contagiosa...tanto como para ser incapaz de reconocer su miseria y su déficit absoluto de todo lo que no sea acaparar, fardar, controlar, amenazar y trepar hacia nadie sabe dónde ni en qué dirección, una vez perdidos el mapa, la brújula y hasta el equilibrio medianamente lúcido para echar de menos ese material.Lo de Orwell se ha quedado en mantillas y lo de Huxley en Freud, pasado por el psiquiátrico penitenciario del Dr. Jekill, la asesoría de Mordor&Poe, y por el gabinete coach de Chiquito de la Calzada y la Sexta Noche. Esa Elizabeth Holmes es el ninot en l'exposició, el resto son los falleros que lo hacen posible y no caben en sí del colocón sin fuste, no porque haya nada que guardar, sino porque además no hay un Sí Mismos donde guardar algo, que en realidad es NADA con todas sus secuelas. Ains!
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