Ganar haciendo trampas
Esperanza Aguirre, la gran lideresa histórica, la que mandaba en todo y no sabía nada, y bajo cuya tutuela crecieron algunas de las principales figuras del PP madrileño, incluyendo la actual presidenta, Isabel Díaz Ayuso, ha sido imputada
El juez Manuel García Castellón
aprieta el cerco en torno al PP de Madrid, que alcanza ya a la gran
lideresa histórica, la que mandaba en todo y no sabía nada, y bajo cuya
tutuela crecieron algunas de las principales figuras del PP madrileño,
incluyendo la actual presidenta, Isabel Díaz Ayuso.
Según el auto, el PP de Madrid dopaba económicamente sus campañas muy por encima del límite permitido por el Tribunal de Cuentas con dinero b procedente de empresas que luego se beneficiaban con contratos públicos. Un plan ideado y controlado por Esperanza Aguirre. Si se demuestra, estaríamos ante un delito especialmente repugnante desde el punto de vista democrático; ganar elecciones haciendo trampas. En el mundo del deporte, las victorias así obtenidas quedan anuladas.
A Cifuentes se le cita el 1 de octubre investigada como mediadora con alguna de estas empresas y por la adjudicación irregular de la cafetería de la Comunidad al grupo Cantoblanco, propiedad del entonces presidente de los empresarios madrileños, Arturo Fernández.
El auto del juez imputa también a los exconsejeros Lamela y Güemes y a otras 36 personas, funcionarios y directivos de empresas, y entre ellos al que en esos años era presidente de Indra, Javier Monzón, en la actualidad presidente no ejecutivo del Grupo Prisa. Como ante cualquier otra noticia sobre corrupción solo cabe una postura; partir de la presunción de inocencia y exigir que se aclare hasta el último rincón del asunto y que el peso de la ley caiga sobre todos los culpables.
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