martes, 30 de julio de 2019

Izquierda Unida: encrucijada final

IU debería haber jugado un papel diferente al de Podemos, ya que se nos ha condenado a ser meros observadores en un espectáculo cuyos protagonistas y directores eran otros

Si nos vemos abocados a unas nuevas elecciones, creemos imprescindible que IU se presente por separado a la cita electoral

La debacle que se augura a Podemos no debería arrastrarnos con ellos. IU debe recuperar su perfil propio y su espacio político, aun a riesgo de obtener unos magros resultados



 El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón.
El coordinador federal de Izquierda Unida (IU), Alberto Garzón. Ricardo Rubio Europa Press
El papel jugado por IU en el proceso de la fallida investidura de Pedro Sánchez ha sido absolutamente lamentable. Lejos de plantear como primer reto necesario en la negociación la cuestión del para qué -del programa político-, previamente a perfilar el cómo -el plan de trabajo-, se ha optado por reforzar desde una posición subordinada y prescindible el quién: el reparto de competencias gubernamentales. El Coordinador General ha permanecido desaparecido durante casi todo el proceso. La Colegiada acordó la misma mañana de la segunda votación abstenerse, contraviniendo el sentir mayoritario de la Coordinadora Federal, reunida el sábado anterior, cuyos miembros, en la inmensa mayoría de intervenciones, se mostraron partidarios de que las diputadas y diputados de IU no tuviesen una posición de voto en la investidura que nos pusiese ante la tesitura de un adelanto electoral. Sin embargo, la mayoría que apoya al Coordinador General impuso la realización de un referéndum telemático tan acelerado e inútil como condenado por la militancia. Con una participación de apenas el 16,37% del total del censo llamado a votar, tan rotundo fracaso no ha hecho reflexionar un ápice al Coordinador General ni a la mayoría que le da apoyo.
Para muchas personas habría sido preferible que IU tuviese un papel bien diferente en este nuevo fracaso anunciado. IU debería haber tenido voz propia destacada ante la opinión pública, exigiendo la primacía del programa frente al discurso del reparto ministerial y ello independientemente del papel jugado por Podemos y PSOE, actores principales de una farsa que ha llevado a la decepción a la inmensa mayoría de la gente, que se movilizó para votar opciones de izquierdas y progresistas el pasado mes de abril, frente a la amenaza del trifachito. Ahora parece llegado el momento de la retroalimentación de los discursos autojustificativos de unos y otros echando la culpa al contrario de la situación creada. Pero independientemente de a quién correspondan las máximas responsabilidades en el fracaso, siempre habrá una porción significativa que deberá ser asumida por ambas partes de manera alícuota.






En todo caso IU debería haber jugado un papel diferente al de Podemos, ya que se nos ha condenado a ser meros observadores en un espectáculo cuyos protagonistas y directores eran otros. En la tesitura política que vivimos y ante el peligro de acabar en unas nuevas elecciones generales por el impasse político, habría sido preferible dar la confianza parlamentaria al único candidato posible a la presidencia del Gobierno para, a continuación, pasar a la oposición y al control parlamentario de ese mismo ejecutivo. La vida parlamentaria no se agota con la investidura. Ya vendrán los presupuestos y los proyectos de ley y habrá que negociarlos. Tiempo habrá para controlar al Gobierno en sesiones específicas que permitirán, en su caso, denunciar públicamente las políticas nada de izquierdas o los pactos con la derecha que, en su caso, pudiese implementar el ejecutivo socialista.
Lo que nos parece inasumible es que la fuerza política a la que hace muchos años que venimos perteneciendo, juegue un papel no ya subalterno, sino irrelevante en la vida política española, de la mano del Coordinador General. IU ya es de facto solamente un circulo más de Podemos, tan irrelevante como lo son el resto. Pero peor todavía es que IU se haya convertido en una parte más de la maquinaria que lleva al país a un callejón sin salida y a unas nuevas elecciones. Ojalá todavía sea posible en las próximas semanas recomponer la situación y que el Congreso invista un gobierno progresista. Pero si eso no fuese finalmente posible y nos vemos abocados a unas nuevas elecciones, creemos imprescindible que se presente por separado a la cita electoral. La debacle que se augura a Podemos no debería arrastrarnos con ellos. IU debe recuperar su perfil propio y su espacio político, aun a riesgo de obtener unos magros resultados, lo que por otra parte estaría garantizado igualmente de tener de volver a compartir candidaturas en puestos subalternos y sin posibilidad alguna de obtener representación. Si acabamos en unas nuevas elecciones, previsiblemente agotado el ciclo electoral abierto en 2014, recuperemos la autonomía de nuestro espacio político.
Lo que lamentablemente ya resulta casi imposible de recuperar es la confianza en un proyecto político, Izquierda Unida, que ha sido pervertido totalmente por quienes lo dirigen. Ya no existe el debate interno, ya no se somete a la consideración de las asambleas de base y de los distintos niveles organizativos las propuestas políticas y organizativas tras debates amplios. Se nos ha condenado a votar en consultas online, a mayor gloria del Coordinador General, cada vez menos participadas por la militancia y los simpatizantes. Se ha condenado al conjunto de la militancia a un papel subalterno. A las y los militantes no digitales ni siquiera eso, ya ni cuentan ni pueden dar opinión. No existe seguridad en la limpieza de los procesos. Los estatutos se han reformado para que bajo el fantasma de la democratización digital, resulte imposible contradecir a la mayoría del Coordinador General. Como en cualquier autocracia, no queda otra alternativa que la revuelta palaciega, ya que el debate asambleario y orgánico ha sido eliminado a favor de la consulta digital. Hoy por hoy, parece imposible revertir la situación. Lamentablemente, no queda espacio para la discrepancia, para la pluralidad, dentro de IU. Si ya no contamos en IU, se nos hace muy difícil seguir contándonos como de IU. Nos queda esperar a septiembre para ver si recuperamos nuestra independencia o si IU se sume definitivamente en un círculo vicioso eterno.
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Ya era hora de que los compañeros de IU se atreviesen públicamente a poner los puntos sobre las íes acerca del problema Podemos, que venimos arrastrando, no sólo IU y la izquierda en general, sino la ciudadanía y sus bases sociales al completo: Esperemos que este levantamiento de liebre haga recapacitar a la coordinadora general antes de que Podemos desparezca del mapa político dejando una estela de desapego y frustración que nadie merece.

 No se trata de enfrentamiento ni de lucha por el poder ni de rencillas, sino de que el Titánic podemita no se lleve por delante todo el trabajo y los logros de la izquierda para que una derecha terrible haga papilla a los trabajadores y a toda la sociedad en general, porque el hundimiento de la democracia también es fatal a l alarga para la propia derecha capitalista, aunque se piense que no es así. Sólo hay que mirar hacia los países europeos en los que gobierne quien gobierne se respetan, cuidan y fomentan la democracia, los derechos, las libertades e igualdad en la conservación del bienestar social. En Alemania, Suecia o Francia, aun gobernando partidos conservadores no se pierde jamás la responsabilidad de los gobiernos en  mantener y adecentar constantemente los valores básicos de la equidad distributiva, la responsabilidad en el pago de impuestos más altos para los más ricos, con lo que se consigue un nivel de vida mucho más justo y una sociedad más estable y responsable, y es  que vale la pena ceder gran parte de lo que sobra para que no falte lo necesario a donde no llega el poder adquisitivo de los más necesitados, no porque no quieran trabajar, sino porque no pueden o pasan malos momentos por enfermedad, vejez, discapacidad, infancia, precariedad o inestabilidad laboral. Se llama justicia y solidaridad. Humanidad.  

No es caridad limosnera es educación en justicia imprescindible para ser un estado mínimamente decente, aunque como en el caso del Psoe, sea solo por postureo; en realidad con  el Psoe entramos en la OTAN, sufrimos una reconversión industrial terrible que nos ha convertido en la discoteca turística y en el fumadero borrachín de la UE y en un modelo pésimo de gentrificación que está dejando sin techo a las familias modestas en el centro histórico de las ciudades, que ha potencido la España vacía, que se corrompió con el GAL y con  el plan de pensiones giratorio para expolíticos, nos ha dejado una gestión pésima de la crisis, la ley de desahucios, los recortes bestiales y rematando con la jugarreta del artículo 135 en favor de la pérdida de soberanía económica del estado, para rematar con la abstención que permitió al pp seguir gobernando y destrozando España aun más. 

El partido de Merkel, en Alemania,  es el equivalente teórico del pp, pero en realidad, en la práctica,  es aun más socialista que el Psoe, y solo así ha sido  posible durante unos años una alianza con la socialdemocracia del PSD,  porque en una sociedad con conciencia cualquier partido sea de la ideología que sea, tiene la obligación institucional y moral (auctoritas y legalitas) de cuidar y proteger los derechos de todos los más precarios, nadie vive en la calle por falta de casa ni se muere de frío por falta de electricidad, ni por abandono. No hay mendigos. La ética de la ciudadanía no lo permite y el estado es la ciudadanía. Nada que ver con esto nuestro. Tenemos que llegar a ese nivel de conciencia, no se trata de la cantidad de dinero que haya en el país sino de la forma de gestionar y administrar los recursos. No se pueden tener unas instituciones de sueldos millonarios que salen de los impuestos de los que tienen menor poder adquisitivo, ya que la evasión fiscal de los que más cobran es una práctica "normal". Ese plan es un disparate económico, además de una injusticia demencial y cruel.

IU, la izquierda real, es básica e imprescindible para equilibrar este estado de miseria y Podemos se la ha merendado con una irresponsabilidad que raya la indecencia, porque sabían lo que hacían e incluso lo programaron desde su origen, siendo unos ignorantes prácticos de la política, no basta con leer y estudiar, hay que estar como uno más al pie del cañón,no como gerifalte político haciéndose la foto,  en los barrios conflcitivos, en los suburbios, en los mercados, en las escuelas, hospitales, talleres, fábricas, asociaciones de vecinos, asilos y casas de la caridad, cárceles y empresas privadas y públicas, en la España rural y abandonada, en los enclaves de la emigración, en los movimientos sociales...y no luciendo siglas, sino anónimamente por respeto y para autoeducarse como militantes, Podemos, enel polo opuesto,  es de oficina cibernética, pantallas, redes y figureo, quieren más al ordenador y al móvil que sus semejantes. No entienden el poder como servicio, sino como oficio vitalicio y rentable. Sofistas al poder.  Juego de Tronos. El imperio de frikilandia que no sale de lo virtual porque se pierde  en  la realidad a toca teja. Nada más.  Quienes lo vieron y escucharon lo sabían de primera mano desde el principio y lo  advirtieron en su día, pero no sirvió de nada. Y ahora se ha visto que por desgracia era verdad todo lo que parecía una pesadilla ilusoria. 

Esperemos que no sea demasiado tarde para salir vivos del naufragio como proyecto humano respetable. Mucho ánimo y adelante, Izquierda Unida, haces mucha falta como referente y fuerza motriz, hay tanto que hacer y resolver...Que esa responsabilidad nos mantenga en pie y con energía, España, Europa y la humanidad nos necesitan en marcha, humildes, currantes, formados -no uniformados-, críticos y con las botas puestas. Para no acabar como canta Silvio Rodríguez con una cabeza sin albedrío y un corazón condicional, entregados como rehenes voluntarios  y aprovechados,  al pensamiento oficial que nos maneja a sus anchas, apelando a lo que sea: puestos altos, sobornos, comisones y trabajos de ejecutivo-florero en grandes empresas para cuando se decida dar el carpetazo político. Eso es aun "la carrera política española". Gerardos Iglesias y Julios Anguitas, solo a la izquierda. 

 

 

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