martes, 23 de julio de 2019

Claro que se puede, pero ha tenido que ser la ciudadanía europea en forma de ONG y voluntariado, de proyectos reales y con muchos mejores resultados que la persecución y masacre de los migrantes, la que ha abierto el hueco demostrando con su resistencia rebelde y noviolenta, sinmiedo e incansable, cómo se trabaja en serio y con los pies en el suelo. Todas somos refugiadas, todas somos humanidad y conciencia colectiva.Un tejido infinito y diverso de alma común inevitable. Solo hay que remangarse y sentir que el daño al prójimo, cualquiera que sea, es también el nuestro. Porque es verdad




Catorce países de la Unión Europea han dado ya su "acuerdo de principio" a una iniciativa franco-alemana para un mecanismo temporal que permita el desembarco de migrantes rescatados en el Mediterráneo central y su distribución posterior entre Estados. De estos catorce, ocho ya tienen una participación "activa", según ha explicado este lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, tras una reunión convocada en París.
En una rueda de prensa junto al responsable de la Alta Comisaría de la ONU para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, el mandatario francés ha asegurado que la implicación de los Estados en ese mecanismo será un elemento clave en el próximo presupuesto comunitario.


"Debemos reforzar la eficacia de la cooperación europea", ha señalado Macron, que resaltó que no permitirá que se cree "una UE a la carta". El presidente francés defiende que otro de los propósitos será impulsar mecanismos conjuntos de devolución de las personas que no tienen derecho de asilo a sus países de origen, "de forma voluntaria u obligatoria".
Según informa Europa Press, el mecanismo funcionaría hasta octubre o finales de año y sería coordinado por la Comisión Europea. La medida contempla el desembarco de los migrantes rescatados por embarcaciones privadas en el puerto seguro más cercano y la reubicación posterior a otros países de los demandantes de asilo "lo más rápido posible".
Macron, que no ha especificado los países que se han sumado a la iniciativa, sí indicó que su intención es "ir más lejos responsabilizando al conjunto de Estados miembros". También ha aludido de forma indirecta al rechazo de Italia a consensuar una fórmula, al recordar que "no estamos en la situación de 2015 en la ruta del Mediterráneo Central", por la que llegaron miles de migrantes y refugiados ese año.
Con el objetivo de llegar a un acuerdo, Francia convocó este lunes a los ministros de Exteriores y del Interior de la UE a sendas reuniones, de las que no informó sobre el número o la identidad de los asistentes.
Tan solo en dos breves mensajes en Twitter, el ministro francés del Interior, Christophe Castaner, explicó que el objetivo del encuentro era que "un número suficiente de Estados miembros acuerden apoyar el mecanismo temporal, presentado por Francia, Alemania y la presidencia finlandesa de la UE, para asegurar de forma más organizada y previsible la gestión de los desembarcos". "Las operaciones de salvamento en el Mediterráneo dan testimonio de nuestros valores comunes, (pero) deben también responder a reglas", escribió Castaner.
De acuerdo con la información de Europa Press, fuentes del Ministerio del Interior italiano explicaron que, durante el encuentro, propusieron una suerte de "mecanismo de distribución temporal" para migrantes, es decir, "puertos rotatorios" para el desembarco. No obstante, se han topado con el rechazo de países como Francia, que reclaman los que roten sean los puertos más próximos a los barcos afectados.
Al finalizar la reunión, el ministro de Exteriores alemán, Heiko Maas, señaló que que "aunque todavía no hemos alcanzado nuestro objetivo pero estamos más cerca que antes". El titular de Exteriores alemán ha propuesto que esta reunión continúe en Bruselas, ya entre los ministros del Interior de la UE, pero no dio más detalles, informa Europa Press.
Acnur ha pedido reiteradamente a los Gobiernos que lleguen a un acuerdo que "proporcione claridad y predictibilidad" sobre dónde pueden atracar los barcos con rescatados a bordo para evitar que se queden días "vagando" en el mar. Esta solución ha venido aplicándose de facto con pactos ad hoc entre distintos Estados para poner fin a situaciones estancadas durante días, con Malta como principal destino final.
Desde el primer cierre de puertos al buque Aquarius en junio de 2018, las labores de salvamento en el Mediterráneo se han convertido en un constante tira y afloja, principalmente entre Italia y Malta, para dar una respuesta a quienes se acababan de jugar la vida en el mar tras escapar de abusos de todo tipo en Libia. El destino final de los rescatados ha dependido de cada decisión política: unas veces tratados de forma excepcional en un solo país; otras, reubicados en diferentes países comunitarios.
Para Francia, la situación humanitaria en Libia es "extremadamente preocupante", por lo que Libia "debe poner fin al encierro de esa población y permitir, en cooperación con el Acnur y las organizaciones internacionales, que esas personas en tránsito sean puestas en condiciones seguras". 




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