Buenos días, fraternidad querida. Agradezco este chiste de Bernie Vergara como introducción al post de hoy.
El numerito naranja perpetrado por c's con ocasión del desfile de un colectivo al que para nada respetan, como es LGTBI, nos ofrece un episodio más, que insistiendo en la suerte, evidencia la falta absoluta de coherencia y hasta de una mínima lógica por parte de los cada vez más hollywoodianos y extraterrestres cítricos anaranjados, sobre todo si se aspira a ser la bisagra universal de todos los posibles gobiernos disléxicos que pudieran cuajar en nuestra pisoteada y vapuleada cada vez más ppatria y menos menos matria.
Veamos. Si es cierto que c's respeta y comparte con tanto entusiasmo la fiesta del orgullo gay, lésbico, transexual, bisexual e intersexual, ¿por qué pacta gobiernos y marrulleos con los partidos que combaten y abominan sin parar, precisamente, a ese colectivo y o, lo consideran un masivo y exhibicionista pecado mortal contra natura?
Está claro que individualmente y asumiendo en libertad un criterio propio, sin pretensiones de representar a nadie, todo el mundo tiene derecho a participar en una manifestación con cuyos motivos se está plenamente de acuerdo. Es decir, que si Arrimadas, Rivera o Cantó, a título personal, se sienten solidarios con las reivindicaciones de un colectivo, repito: a título personal exclusivamente, tienen todo el derecho del mundo a manifestarse, faltaría más. Lo peliagudo es que no han ido a la mani a título personal sino bandera en ristre, pidiendo guerra, mucho más cerca de una provocación que de un legítimo gesto solidario, al acudir como representantes de otro colectivo, esta vez político e implicado hasta las cachas en unos pactos abominables para cualquier demócrata no solo ético sino además, medianamente lúcido. Es decir, engañando y tapando con los gestos lo que en la base está en las antípodas. ¿Es posible ser católicos, musulmanes o protestantes y presumir de ateos al mismo tiempo, o decir que se es de izquierdas en las manis y entrevistas, mientras se vive especulando y manipulando los votos de quienes peor lo pasan y viviendo como marajás a costa del fraude, para llevar el agua a su molino particular hegemonista, en vez de dimitir si se comprueba que el juego de la partidocracia aparatista es una falacia, que obliga a ser indecentes "por el bien del partido", en vez de quedarse trabajando gratis en la base social para ayudar a transformar las conciencias desde un compromiso ejemplar, modesto, limpio, coherente, personal y colectivo?
Ningún partido político, en una democracia sobre todo, puede ni debe usar su bandera ni el poder hipotecado de los votos para atribuirse y apoderarse del derecho inexistente a usurpar criterios personales como lo es la facultad de manifestar adhesión en un tema de conciencia, de libre opción y expresión pública. Tal es el caso LGTBI. Es lo mismo que asistir a una procesión de semana santa envueltos en la bandera de un partido político, o como lo es la misma contradicción de que los legionarios, los ejércitos y las autoridades civiles del estado presidan y acompañen los pasos procesionales propios de in credo determinado, que no se debe imponer por la fuerza, sino elegir en libertad. Y cuyo poder omnímodo e impositivo por imperativo consuetudinario y a años luz de la realidad civil del siglo XXI, vulnera y horada los mismos pilares de la democracia que tanto se cacarean. ¿Qué libertad de conciencia puede haber en un régimen en cuyos mejunjes se ha hecho históricamente viral imponer el bautismo y todos sus sacramentos a lo largo de la vida, cuando se nace y domesticar ideológicamente a los individuos, que el mismo "dios" que según esa religión, creó libres para elegir en qué quieren o necesitan creer? Si ningún dios actúa ni obliga a nadie, con esa barbarie imperialista, ¿cómo se atreven sus "elegidos" a proclamarse representantes y gestores de lo que no existe al modo que ellos querrían? Ni siquiera la maravillosa Consti, defendida a capa y espada por los fans del fan-atismo, se ha atrevido a dejar claros conceptos y claves tan fundamentales y autárquicas, como para no poner en solfa nuestro déficit cognitivo de reses y manadas obedientes, sumisas, domadas a palos y amenazas, resignadas y desproporcionadas en arrebatos cuando el caos de nuestras propias normas nos deja social, ética y políticamente en bolas, braceando sin resuello ni hacer pie para no ahogarnos en los pantanos del desamparo y el miedo a nosotros mismos. Y en ese plan, la caspa impolítica, aprovecha la situación para hacer carrera y situarse laboralmente como testaferros de una opresión manipuladora, exhibicionista y más falsa que Judas. Hasta el punto de montar un número llamando a la policía - Jusapol es uña y carne con ellos- para que les escoltase y protegiese del populacho con el que solo intentaban hacer buenas migas, xd! Pobres naranjitos incomprendidos...Ese sería el resultado si el plumero que les define no cantase La Traviata en estéro. Ains!
Lo poco y esporádico puede que impresione y confunda a algunos poco dispuestos a ver la realidad, pero lo mucho y persistente espabila y abre los ojos hasta de los más reacios a ver lo ya inocultable.
Lo poco y esporádico puede que impresione y confunda a algunos poco dispuestos a ver la realidad, pero lo mucho y persistente espabila y abre los ojos hasta de los más reacios a ver lo ya inocultable.
Cabe preguntarse si unos partidos semejantes, con un encebollado ideológico y ético, insensato hasta tal punto, está en condiciones de ser la clave para gobernar ni un kiosco de chuches. Y lo mismo digo, con Errejón subido a la carroza y haciéndose publicidad como alternativa al coletismo de Galapagar. La bandera no es solo un trapo, también puede ser una foto o un discurso ad hoc, aprovechando el tirón del momento mediático. Sofistas del momentismo, especuladores de los paraqués. Pero analfabetos en los porqués. Más vacíos de sentido y coherencia que el Valle de los Caídos por culpa de su inventor.
El griterío sainetero de c's, reivindicándose como el recolmo de las libertades banderiles donde no toca y "asumiendo los plenos poderes" que no tienen, se ahoga a sí mismo en su propio oxímoron: no tienen el menor derecho a utilizar la libertad ética de sus votantes para convertirles en herramienta electora-lista ni a apuntarse a las carrozas LGTBI, usando la responsabilidad de los votos como patente de corso para vender gato por liebre. Además de nada ética esa actitud es miserable. Más bien tirando a torpona y poco despierta. Y lo peor de todo, manipuladora sin fronteras. Creo que numeritos de tal laya les definen plenamente y acaban por quitarles el disfraz y desportillar el maquillaje. La horterada política, además de una ofensa de lesa democracia, es aun más letal que la falta de ética disfrazada de patrioterismo. De todo ello, el trifas, está muy bien servido. UP, debería aprender más aprisa de esos grandes gurus del NO, carcundios disfrazados en el circo de la desfachatez. Sobre todo, para no caer en la misma tentación y acabar en las mismas. Es cierto que lo tienen difícil, por la misma falta de una educación en valores y la abundancia de ejemplos nefastos durante cuarenta años de seguir la moral de una dictadura sociológica, pero disfrazada de democracia, con leyes y justicia sui generis a la carta.
Lo más importante para la ciudadanía, que es la institución de los pueblos, no es lo que hacen o dejan de hacer estos elementos éticamente desbaratados, sino lo que nosotros debemos comprender y hacer a partir de lo que ellos pperppetran.
Que más allá de la anécdota y la noticia, desarrollemos inteligencia y conciencia colectiva, recordando que solo los pueblos despiertos y decentes se salvan a sí mismos sin ayuda de esbirros manipuladores del engaño, ni cuevas de Alí Babá al por mayor, como sistema de gobierno a base de zancadillas y patios de sainete.
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