'Spain last'
Frente al ‘USA, the first’ (‘EEUU, lo primero’) el eslogan con el que Trump está haciendo lo que le da la gana, nosotros estamos a punto de inventar el ‘Spain, the last’ (‘España, lo último), de paternidad anónima o más bien múltiple, que está sacando de quicio a la ciudadanía, como confirma el último barómetro del CIS. La incapacidad de nuestros políticos para llegar a acuerdos es casi explicable
y, más aún, cuando los desencuentros se producen entre presuntos
hermanos de sangre. Es una irracionalidad política aunque, bien mirado,
tiene su lógica sociológica: Vox y Podemos son los parientes pobres de
los que se avergüenzan sus hermanos de sangre. No se llega del pueblo
con la cesta llena de chorizos cuando en el chalet adosado, símbolo del
nuevo estatus, hay visitas.
El PP y Ciudadanos se avergüenzan de Vox porque le recuerdan lo que quieren olvidar que son. El PSOE se avergüenza de Podemos
porque dicen lo que ellos decían hace un ratito y lo que ellos tienen
escrito en su disco duro social. Se terminarán arreglando, ya lo verán,
todos harán sus acrobacias en el alambre para que admiremos su audacia y
su insobornable integridad pero, si no se han vuelto locos del todo, se
arreglarán. Las derechas, antes del jueves, en la Asamblea de Madrid y
las izquierdas, antes del día 23, en el Parlamento. Y enfilaremos una
legislatura complicadísima con las dificultades que ya sabíamos y con
algo que nos hubiéramos podido ahorrar: el espectáculo lamentable de
este trimestre después de las elecciones generales autonómicas y
municipales, en el cual, nuestros líderes y nuestros partidos solo han
mirado por sus intereses con un descaro casi colegial. Un trimestre en
el que ha quedado muy claro el lema que estoy seguro que a todos
nuestros partidos horroriza pero que los españoles escandalizados dan
por cierto: 'Spain, is the last', 'España, es lo último'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario