Barberá recrimina a una conductora de la EMT su sueldo ante los pasajeros
La alcaldesa de Valencia salió de su coche oficial frente a su casa y se encaró con la trabajadora, que negó que cobrara "3.000 euros"
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Es muy curioso este síndrome "moral" del pp. No molesta ni ve la injusticia que está cometiendo y multiplicando. Sólo molesta ver delante de casa el incordio del cuerpo del delito; un autobús en huelga con una pegatina acusadora: "Rita no paga".
Y tampoco es moco de pavo, subirse al autobús con la vara de mando municipal para recriminar a la conductora que "cobra" un sueldo- ficción de 3.000. euros. Algo que ni siquiera sueñan los trabajadores de la EMT valenciana. Doña Rita no paga, pero aún le da el presupuesto para seguir cobrando sus más de 93.000 euros anuales, para mantener el coche oficial que la lleve y la traiga desde un ayuntamiento que está a cinco minutos de su casa, con lo bien que le sentaría caminar un poco o ir en bici a su fondona anatomía. Doña Rita todavía no ha devuelto los dineros que permitió evaporarse en EMARSA. Doña Rita se irrita sin ser consciente de la irrita-ción que produce su pésima gestión en los pobres trabajadores que dependen de ella. Y en los ciudadanos que soportan sus bolsos a comisión, sus arengas falleras, sus corruptelas sotto voce y sus tracas terroristas anti 15M, que hasta los bomberos y la policía han denunciado.
Doña I-Rita debería ir preparando, también, el pasaporte a las Islas Salomón. Más vale prevenir que luego andar con prisas de última Lora.
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