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Subir, subir y luego caer, la fortuna alcanzar y volverla a perder.
Así cantaba el Javier de Luisa Fernanda cuando se iba al destierro después de haber jugado a progresistas y conservadores a mitad del siglo XIX. Una zarzuela muy bonita de Pablo Sorozábal.
Y así tararea a trompicones inefables Mariano Rajoy cada día subido en esa montaña rusa del parque de atracciones fatales de la europeidad por los pelos. La diferencia es que Luisa Fernanda, al cabo de una hora y media, más o menos, se termina con los aplausos enfervorecidos del público si es que la representación ha sido exitosa o con la pitada y abucheo general si ha sido un fiasco; en cambio Mariano se queda pase lo que pase. Es el tic del político español aposentado en la poltrona.
Con dinero o sin dinero, hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley; no tengo trono ni reina ni nadie que me comprenda, pero sigo siendo el rey. Una piedra en el camino me enseñó que me destino era rodar y rodar, también me dijo un arriero que no hay que llegar primero, que lo importante es llegar. Así soplan los vientos mariachis en una vieja canción de Jorge Negrete, que también parece haberse convertido en la guía espiritual para el Presidente del gobienno de Ehpaña.
En realidad a Marianico le gustaría muchísimo sustituir sus comparecencias en el Congreso por la audición de Luisa Fernanda y por la de Jorge Negrete, así podría poner palabras a su estado de ánimo y hacerse entender por sus señorías cada vez más preguntonas, más decepcionadas y más hartas de insistir. Se ve que el pp no sabe afrontar la realidad de otra manera que no afrontándola. Como ya nos acostumbró Paco Capms, el maestro del escaqueo. O bien responder con el refrán antiguo: "A quien quiera saber, mentiras a él" o bien, el silencio y el vacío como respuesta.
En cambio a los ciudadanos no nos importa decir y repetir al Presidente que estamos hasta el moño de seguir la línea continua hacia ninguna parte que no sea el desfonde final de la sociead. Seis meses de inoperancia y parálisis en medio de una crisis brutal son un suicidio, no sólo para el país, sino también para cualquier gobierno. Podemos entrever lo que hay entre bastidores. Varias hipótesis.
Europa pide transparencia en las cuentas bancarias para dar crédito pero esa transparencia pondría en la picota la legalidad del partido gobernante y en la medida que se investiga es mucha más basura la que va saliendo y no hay modo de reciclarla ni de evitar que salga a la luz. Sólo retrasar la entrega de cuentas al máximo para poder trucar al máximo la realidad. La fuga de capitales implica a la política y a las instituciones del Estado, por eso se ha tendido el puente del chanchullo amnistiador: por cada seiscientos mil euros evadidos que repatríen se les perdonan 400.000 Negocio redondo ¿verdad? Teniendo en cuenta que esas cantidades de emisión eran los ahorros de toda una vida de muchos pensionistas, trabajadores, viudas y personas sencillas, a las que con mucha suerte y si no pasan de 100.000 € el Estado puede devolver lo ahorrado. El BCE no debería dar ese dinero ni a la banca ni al pp. Debería depositarlo en el Banco de España a cargo de una comisión ciudadana formada por personas solventes de España y de Europa, economistas reconocidos por su eficacia y su honestidad, que sean ajenos a la política y que se encarguen de distribuir con equidad y transparencia ese dinero en créditos e inversiones para remontar la recesión, si es que lo del rescate llega por fin a hacerse efectivo. Mientras no sólo se suprime la amnistía, sino que se intervienen y bloquean las cuentas en Suiza, para investigar y recuperar el desfalco. Una vez hecho este trabajo, será un tribunal de lo penal el que pase por la Ley a los ladrones evasores, les embargue los bienes adquiridos mediante el fraude para poder devolver lo robado al dinero público y privado. Sólo con lo que se recuperaría en las devoluciones, estaríamos en condiciones de devolver el rescate a Europa y de poner en marcha la economía del país.
Mariano lo sabe. El pp también. Creen que los ciudadanos están aún en la parra, pero no es así. No nos creemos nada de lo que no nos cuentan. Sus silencios son mucho más elocuentes que sus discursos. Es la podredumbre y la incapacidad para desmontarla la tenaza que mantiene a España en este stand by absurdo y terrible? ¿Es un reto imposible para la Europa ppera, que está seguramente aterrorizada dudando entre asumir lo inasumible o destapar el depósito del estiécol. Algo que cediendo soberanía a Merkel tal vez pudiese camuflarse de recorte "normal". Pero no es seguro, porque el hedor y las salpicaduras de la cloaca tienen tales dimensiones y alcance que afectaría mucho más que a España? ¿Cuándo hemos visto tantas dudas en una intervención ni en un rescate a otros países? ¿tantos tira y afloja? Con Sócrates o con Papandreu no hubo problema, ¿tal vez porque no eran los gobiernos los que estaban "mojados", pero aquí, quizás, el partido que gobierna, si lo está? ¿y detrás de ese partido hay algo, por casualidad, mucho más voluminoso?
En fin, si Rajoy hablase y fuese creíble, sería estupendo. Pero nos tememos que nadie le cree cuando habla por hablar y no dice nada concreto sobre solución alguna, atascado como está en "hacer lo que hay que hacer y como Dios manda", sin darse cuenta de que no está haciendo nada más que marear la perdiz para hacer lo que manda Merkel, pero pisando huevos para que Merkel no descubra el pastel...Ha llegado antes de lo previsto al sistema jeroglífico de Felipe González en sus peores momentos finales, cuando el Gal, Filesa, Intxaurrondo, Banco de España, Aida Ávarez, el BOE, la PSV, Roldán...se le cayeron encima como torres de Manhattan voladas por la indecencia. Felipe reaccionó al reves: hablaba y hablaba a base de retruécanos sin fundamento, como por ejemplo: "teniendo en cuenta la trasendensia del momento actual y las sircunstansiah concomitanteh, más la concatenasión de eventoh imprevistoh con que la sosiedad tiene que enfrentarse y avansando hipótesih máh o menoh adyasenteh, pensamoh que queda lo sufisientemente clara la posisión del gobienno".
Con tales antecedentes Rajoy no se inquieta demasiado por la situación, después de todo -piensa- "si ya se acostumbraron al surrealismo de Felipe González, casi que me agradecerán el silencio de los corderos. Los españoles están curtidos por la historia". Lo que Rajoy no se imagina, es hasta qué punto nos está poniendo las pilas y obligando a trabajar al margen de él y sus métodos, en los fundamentos de otra dimensión nueva. Donde no habrá jamás otro pp, ni otro González.
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