sábado, 30 de junio de 2012

AL PAN PAN Y AL VINO, VINO


Monti amenazó con la dimisión para forzar a Merkel a que cediese


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En cambio Rajoy,  como la Merkel, antes muerto que dimitido. Para querer dimitir hace falta mucho más valor, responsabilidad y decencia de lo que se cría en el pp españoloide. Así canta el refrán popular que el propio partido im-popular, se ha encargado de hacer realidad: "Aunque se hunda el país entero jamás dimite un ppero". 
Y en cuanto a las buenas intenciones dimisionarias de Monti, mucho nos tememos que Frau Merkel se las pase por la zapatilla. Porque hasta que Hollande no ha tomado cartas en el asunto, a la walkiria  tedesca le daba igual si Monti gobiernaba o dimitía; si se va un tecnócrata Lehman Brothers, se coloca a otro en su lugar, que haberlos haylos y crecen como setas en el bosque de la especulación...¿será por falta de tecnócratas por lo que hemos llegado al borde del abismo o más bien porque  estamos invadidos por ellos? Es más, si dimite "el" tecnócrata más selecto de un país en crisis ¿qué mejor ocasión para clavar los colmillos controladores de la troika de Lorelei?
Ya sabemos que Italia es muy presumida y que la humildad es una virtud de  la que el destino la privó el día del reparto. Sin disminuir para nada la valía personal del señor Monti, que seguramente la tiene, hay que ser mucho más realistas y no andar contando eurocuentos a toro pasado. No estoy negando que Monti amenazase en Bruselas con dimitir, que es lo más sensato que se puede hacer cuando a uno no le dejan gobernar desde fuera de su país, y por cierto, es lo que debería haber hecho Zapatero en su día y lo que debería hacer y nunca hará Rajoy hasta que no le despeguen del sillón de la Moncloa con agua hirviendo y salfumán, un poltrona que ha sido su obsesión legislativa personalizada desde 2004; creo que es esa diferencia la que marca distancias entre Monti y Rajoy. A Monti le pidió el Jefe del Estado de su país que se hiciese cargo del gobierno. A Rajoy lo ha votado la España analfabeta social, muerta de miedo y engañada -como  la Italia que votó a Berlusconi durante casi veinte años- y el Jefe del Estado español, según su ritual, ni sabe ni contesta porque él sólo entiende de escopetas y elefantes distraídos. Así que si Monti dice que dimite es porque no puede mover pieza y eso a Merkel no sólo le tiene sin cuidado, es que lo hubiese preferido, porque así podía apretar bien las clavijas del recorte  italiano colocando a sus alfiles triokeros como administradores a la griega.
Insisto, lo que ha cambiado la situación no ha sido la habilidad política de un tecnócrata maniatado al potro del suplicio como Monti, ni las tonterías de oveja ramplona, quejica y farolera como Rajoy, sino la disolución del eje Merkozy a favor de la justicia y del fundamento europeo, cuyo fracaso sí que hubiese sido la de Sanquintín para todos. Walkirias alemanas, vacas holandesas y  pumukis finlandeses incluídos.

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