En efecto, Rajoy está en la higuera. Y mucho nos tememos que además haya elegido la única higuera que no da higos. La estéril. La que se está quedando sin hojas, y ya no da ni sombra.
Por si con esa desoladora constatación diaria no hubiese suficiente dosis para una desesperante y estupefaciente indignación se nos queda sin respuesta la pregunta de cada día: ¿De qué recursos disponemos como sociedad y como país, para librarnos de semejante desvarío?
Instituciones maltrechas y heridas de muerte por la corrupción y la malversación de los más "in". Osea, in-útiles, in-decentes, in-comprensibles e in-presentables.
¿Quién puso a Rajoy al cargo de su partido? ¿Quienes no han sabido ver cómo es ese partido y su inefable representante? ¿Quiénes viendo lo que había ya ocurrido en Valencia, Madrid, Asturias, Galicia, Castilla León y La Mancha, han seguido insistiendo en votar lo peor de lo ppeor o en abstenerse de votar y hacer el juego a lo ppeor?
Si la "clase política" no tiene recursos ni herramientas válidas, sólo los ciudadanos abandonados a nuestra suerte y a la presión de un continente a la deriva, tenemos el deber y la necesidad de independizarnos de un contubernio semejante de in-capaces y de estúpidos.
Como muestra un botón. Ayer leí la historia familiar y personal de los Rato. Sólo una cuadrilla de idiotas o de mangantes idiotas, podría haber confiado nada menos que el manejo de la banca y hasta del FMI, a semejante curriculum. Y sin embargo ahí está Bankia -el reducto monetario del pp como triste emblema del desastre.
Sí, Rajoy está en la higuera, es más que evidente. Pero ¿dónde están los que permiten que uno que está en la higuera gobierne el país, otro íntimo jurispriudente(¡?) cómplice de Camps amenace con sustituir al Dívar de nuestras vergüenzas ajenas al frente del Poder judicial, y otro que es un desastre se ocupe de la banca y otro que es jefe del Estado se pire a cazar elefantes mientras toda esa basura hunde su país y siendo el único que constitucionalmente podría intervenir nombrando un gobierno de crisis, con personas más decentes, preparadas, inteligentes (no solamente "listas") y capaces e incluso disolver el parlamento y convocar nuevas elecciones con listas abiertas, ya que las listas cerradas están de pena? ¿sería capaz Felipe de Borbón de hacer algo parecido? ¿Podría "sumalestad" abdicar en un último y único gesto de inteligencia y de responsabilidad, a ver si el hijo se atreve a ejercer de árbitro en medio del desastre y a colocar las piezas donde toca para que el puzle de las soluciones imprescindibles comience a tomar forma? España no se mueve ni crea empleo ni avanza, porque es una sociedad atada de pies y manos, compuestas por esclavos miedosos, que está remolcando un convoy de dinosaurios fósiles hacia ninguna parte, y en ello está gastando toda la energía y el patrimonio que posee.
O los españoles dejan de tirar del carro o el convoy les acabará arrastrando con él hacia el desastre absoluto.
España debe, por salud y supervivencia, convertirse en un 15M general. Asociarse en comunidades interasociadas, autónomas pero unidas no por ideologías sino por la vida, la justicia y la solidaridad. Una evolución hacia la desobediencia civil, ética y cívica. ¿A caso no es un delito de lesa humanidad, mantener un estado delincuente con nuestros recursos, regido por delincuentes y obedecerles como si fuesen dioses? No se trata de una rebelión "contra" nadie, sino de un abandono de parámetros inservibles y letales para la sociedad. Gandhi y Mandela nos han demostrado históricamente que desobedecer lo injusto, lo corrupto y lo inhumano no sólo no es delito, sino una gran virtud y sobre todo, un deber y un derecho inalienables.
Los ciudadanos decidirán lo necesario, si no hay ya instituciones creíbles. Si la democracia deficitaria se ha convertido en la dación en pago de la libertad, en la cesión de la dignidad y de la supervivencia, está claro que ya no es democracia, sino tontocracia. Y hay que transformar la sociedad desde la base, no desde la cúpula. La base puede hacerlo, la cúpula nunca lo ha hecho, porque en realidad depende de la base. Es la misma base que una vez convertida en cúpula se ha olvidado de donde viene y no sabe adonde va mientras arrastra a la base -que es su soporte y nutrición- detrás de ella.
Sólo hace falta que la base lo vea, lo comprenda y reaccione. Sin odio, sin violencia y sin rencor. Pero con una determinación y un valor sin límites. Y de que eso suceda ya se está encargando la cúpula subida en la higuera junto a Rajoy, su mascarón de proa. El emblema de sus capacidades y de su "triunfo".
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