jueves, 21 de junio de 2012

DE LA HIGUERA A LAS ISLAS SALOMÓN NO HAY DISTANCIAS

En la cumbre de Brasil acaban de pasaportar a Rajoy como primer ministro de las Islas Salomón. Frente a Nueva Zelanda. En las antípodas. Tal vez, el representante de la ONU nos ha leído el pensamiento por telepatía a todos los damnificados. Tal vez las ganas de ver lejos de España y de Europa al peor gestor celtibérico de la Historia contemporánea se han grabado ya en el imaginario del colectivo universal y , como si tal cosa, cualquiera que se lo tropiece, sobre todo después de oir lo que Rajoy dijo en la cumbre, lo pueda ver donde verdaderamente está: muy lejos de donde toca y de lo que hay. En Babia. Y ya no digo en el Limbo porque Ratzinger lo ha recortado del mapa clerical. Son mucho más adecuadas las analogías geográficas y cartográficas. Qué perfecta alegoría para este surrealista estado de   nirvana escapatorio. 
Desde su nuevo y exótico destino isleño in the Pacific's South, el discurso de Rajoy en la cumbre brasileira tiene mucho más sentido que desde la experiencia madrileña y española, por ejemplo. Seguramente allí, con tanto turista variopinto y peculiar, el fenómeno Rajoy no llamaría la atención ni siquiera como presidente del gobierno, envuelto en collares de flores tropicales y meciendo sus nubes mentales al son de los melosos ukeleles y si además, se puede montar por aquellos lares otro paraíso fiscal donde camuflar a los amnistiados por el Gobienno de Ehpaña, miel sobre hojuelas. Cuanto más lejos, mejor. Menos transparencia y menos datos a la vista de la que se avecina con los controles troiko-merkelianos pisando los talones de la parsimonia, que es, realmente,  terror milenarista puro y duro ante el fin esperpéntico de un mundo ppero, experto en dar esquinazo a la Ley, en meter bajo las alfombras las pelusas de la corrupción, en hundir todo lo que toca echando la culpa al propio hundimiento y a la torpeza de los demás, como Felipe II hizo con la Armada Invencible y los elementos, sin ni siquiera pensar qué pintaba esa escuadra yendo a pegar cañonazos a los ingleses sólo porque se habían independizado de Roma y le caían fatal, gobernados, además por una mujer sin marido. A Felipe II le llegó la puesta del sol en la inteligencia mucho antes de que se pusiera en su imperio. Igual que al pp. 

El discurso del nuevo prócer islasalomonero estuvo a la altura del evento. Todo el desarrollo sostenible de este Planeta, para Rajoy, no pasa por un cambio de conciencia, por una reeducación de los hábitos depredadores, por un cambio real y práctico en el funcionamiento y en el modo de pensar de la sociedad humana globalizada hacia el desastre por un consumismo y una idea de crecimiento absolutamente insostenible y letal. No pasa por erradicar la injusticia ni la desigualdad; ni las hambrunas, ni las guerras genocidas del negocio, del petróleo, del tráfico de drogas y armas qu eluego se blanquea en Wall Street o en cualquier bolsa delmundo mundial, blanqueado y bendecido por el FMI, el BM, el dólar y el euro; para el señor Rajoy, sólo cuenta el dinero. Lo dijo y lo repitió incansablemente. El desarrollo económico; una frase que se le quedó colgada como un mantra, entre los dientes y la semiótica. 
Llama la atención poderosamente que considerando el dinero como el motor de la vida en la Tierra y de todo  desarrollo posible, el pp, donde y cuando gobierna, lo administre tan mal, lo haga desaparecer en la chistera de los recortes, de las gürteles, calatravas, emarsas, residuos, urdangarines y demás alegrías y lo deje en manos de los piratas bankieros sin pedir la menor responsabilidad por el despilfarro, los sueldos euromillonarios y la evasión delincuente. 
Mientras le escuchaba, tuve la impresión de que Rajoy sólo ve números y operaciones en lontananza y en proximidad, que no ve personas, que ve la herramienta y no su objetivo ni el brazo que la mueve ni el ser que la controla desde su cerebro y su alma, por eso ha hecho del medio, que es el dinero, un fin miserable y perecedero, sin valores , más allá de los bursátiles; es muy penoso que el fin real y sostenible no sea mejorar la vida del hombre para que todo el progreso  dirigido al bien común se convierta en la finalidad de cualquier uso, herramienta, ley o sistema. Pero eso para Rojoy no significa nada. Considerar al hombre más valioso que el sistema, es impensable para un ppolitico que lo mismo está en la higuera que en las islas Salomón. Fuera de contexto. A años luz de la realidad que pretende gobernar, sin saber como ni por donde empezar.
Rajoy, su gobierno, sus jueces, su partido, su iglesia y su monarquía, teletransportados a las Islas Salomón! Un sueño del que nunca nos gustaría despertar...Y una hecatombe para aquellos idílicos territorios. Mejor que no. ¿Qué culpa tendrían los pobres isleñosalomoneros para tener que sufrir semejante trasvase? El karma es el karma y quien malvota, lo paga. Y quien bienvota, se aguanta y soporta el desastre con lo que le quede de paciencia, dignidad y resignación mientras ve como se cumplen los peores pronósticos posibles. ¿Democracia? Amos, anda, venga yaaaa!

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