La protesta callejera rodea Río+20
FRANCHO BARÓN Río de Janeiro
Todos asumen en el Riocentro que la cumbre pasará a la historia como una de las más decepcionantes de las últimas décadas
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Comentario:
Sólo si despertamos podremos salir del futuro sinfuturo. O sea, del futuro imposible si todo sigue como está. Un presente sin conciencia es el vacío y la ruina del porvenir.
Mirando el pozo negro del futuro pero repitiendo constantemente y sin escarmentar, los mismos esquemas del pasado: avaricia, pirañeo, corrupción, dogmatismos, esquizofrenias políticas, miedos múltiples a ese futuro que cada vez está empeorando sus pronósticos gracias a la adinamia antiética e insolidaria, estamos pulverizando el Planeta y a la misma humanidad. El ansia de consumir infinitamente, confundir un estado de bienestar cualitativo, que es lo deseable, con la enfermedad del acaparary depredar al máximo, el afán patológico por acumular y la manía de quererlo tener todo bajo control, es un cóctel molotov para ese "desarrollo" que llena la boca de las cotorras parlanchinas y destruye la evolución.
El camino humano es evolutivo y lo que hasta ahora se ha venido llamando "desarrollo" es retroevolutivo, una huída hacia adelante, que en realidad es un arma arrojadiza que se lanza con mecánicas y tecnologías actuales pero con pensamiento cavernícola, contra la misma posibilidad de evolución. Lo que llaman desarrollo es sólo "desarrollismo", que es la cloaca histórica donde acaban muriendo las posibilidades. Cuando un camino o un proyecto de vida alcanza el nivel tóxico del sufijo "ismo", se acabó lo que se daba. Se ha petrificado, almacenado y olvidado la vida orgánica de esa posibilidad. Y en eso, la pedagogía del poder es muy eficaz. Una experta publicitaria en dinamitar la evolución a base de desarrollismo tóxico y contagioso. Por llenar hoy el bolsillo y el ego a toda costa, -el ego colectivo se refleja en la política, la religión, la ciencia mercantilizada, las ideologías y la economía-, se sacrifica no sólo el futuro, sino también la calidad de vida del mismo presente. A fin y al cabo el hombre no sólo necesita el pan de cada día, sino también una vida que valga la pena ser vivida y alimentada por ese pan. Con una calidad aceptable mucho más que con una cantidad considerable.
La calidad hace felices e incluso ayuda a obtener las cantidades necesarias para el equilibrio del bien común, pero sólo la cantidad sin calidad, no sirve para nada. Y la calidad no consiste en comprar muchas cosas de marcas carísimas, ni en tener casas domóticas o coches "inteligentes", ni estar conectados a internet 24 horas al día. La calidad es inteligencia humanizada capaz de hacer justo, habitable y grato el entorno y el interior. Para sí mismo y para todos. Que valga la pena vivir.
Mientras no haya una mayoría cualitativa de humanos despiertos, las conferencias sobre el apocalipsis del futuro, seguirán siendo una engañifa y un despilfarro que no deberíamos permitirnos nunca más en este formato exhibicionista y manirroto. Por curiosidad ¿cuánto dinero se gasta en hoteles carísimos, seguridad, viajes transoceánicos, no sólo de presidentes, sino de sus séquitos? ¿cuánto combustible se ha quemado en queroxeno aeronáutico, gasolina, luz eléctrica, acondicionadores de aire o calefacción y cuántas toneladas de residuos contaminantes dejará en Brasil este evento? ¿Cuántas empresas de logística depredadora se habrán puesto las botas contratando por una semana a miles de precarios mal pagados y explotados? Ya que estamos tan avanzados tecnológicamente ¿por qué estas movidas sobre el desastre ecológico no empiezan a ser ecológicas ellas mismas y se transforman en videoconferencias interactivas desde cada país y además se podría abrir un foro donde todos los habitantes del planeta pudiesen conectarse y participar con preguntas y propuestas? Con la ventaja añadida de que ese foro mundial podría ser permanente y abierto a todas las sugerencias y mejoras posibles.
Sistema errático, tonto, criminal, inmaduro e imposible, médico inútil y peligroso de los mismos males que causas, ¿por qué no empiezas por curarte tú mismo en primer lugar, antes de marear y confundir a los supuestos "enfermos" y "culpables" y sobre todo víctimas, de tus experimentos estúpidos? Aplícate tu propia medicina y déjanos sanar y vivir sin tener que mantenerte. Y si no eres capaz de prescindir de tu basurero planetario, por una vez, intenta algo digno: hazte el harakiri y desaparece. La historia del futuro te haría un monumento por el detalle. Seguro que sí.
Comentario:
La calidad hace felices e incluso ayuda a obtener las cantidades necesarias para el equilibrio del bien común, pero sólo la cantidad sin calidad, no sirve para nada. Y la calidad no consiste en comprar muchas cosas de marcas carísimas, ni en tener casas domóticas o coches "inteligentes", ni estar conectados a internet 24 horas al día. La calidad es inteligencia humanizada capaz de hacer justo, habitable y grato el entorno y el interior. Para sí mismo y para todos. Que valga la pena vivir.
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