domingo, 24 de junio de 2012

ESTO ES IMPORTANTE


Desde Ecolo-Verdes de Paterna entendemos que la crisis es ecológica, social y económica

Estamos destruyendo el planeta, el aire se hace irrespirable, las temperaturas son más extremas, el clima cambia, el petróleo se acaba y la calidad de vida se ve negativamente afectada. Al mismo tiempo, el paro y la pobreza siguen aumentando mientras los principales responsables de la crisis financiera siguen pregonando las mismas recetas con los mismos beneficios para unos pocos a costa de las personas y colectivos más desfavorecidos en el Norte y en el Sur, las generaciones futuras y de la naturaleza.

Ante un cambio global, ya no valen antiguas soluciones para los nuevos retos. Más aún, la crisis del sistema es una gran oportunidad para empezar la transición hacia otro basado en la justicia social y ambiental y que sirva para solventar los problemas acuciantes de la ciudadanía: crear empleo verde, mejorar la calidad de vida, luchar contra la corrupción, etc. Para alcanzar esta meta en nuestros pueblos, ciudades y barrios, desde ECOLO y el movimiento verde europeo apostamos resolutamente por una transformación ecológica, social y democrática de la sociedad.

Las propuestas de ECOLO-VERDES DE PATERNA, en base al New Deal Verdese articulan en base a cuatro ejes que vertebran el compromiso que tenemos con la ciudadanía:
  • La transformación ecológica de la economía.
  • La transformación sostenible del territorio.
  • Equidad social y derechos para tod@s.
  • Participación, transparencia y ética.
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Nace en Paterna (Valencia) y en todo el Camp del Turia una propuesta integradora y un impulso regulado y fraguado en el 15M, del que recoge todas la propuestas, y que se une al movimiento asambleario de conciencia verde europeo.
Creo que esta vía es muy limpia y fiable, que no nos saca de Europa, sino que nos vincula y federa mucho más fuertemente que sólo la economía y la moneda segregadas de la vida e incluso contra la misma vida. Que es lo que ahora estamos sufriendo. Debemos salir urgentemente de la trampa sibilina que nos han tendido los mercados y desde la base, coordinar las propuestas. Hemos partido de la asamblea, del debate y el voto directo como plan fundamental democrático. Nos hemos sacudido el ego, el miedo, el victimismo social y fatalista de nuestra historia, por primera vez. Ahora nos toca articular sin fronteras la organicidad vital del movimiento. El encuentro y la reflexión son imprescindibles para canalizar adecuadamente el impulso universal de regeneración a todos los niveles.
Se trata de recolocar a la economía al servicio del hombre y no permitir que el hombre continúe como  esclavo de la economía. El hombre puede inventar y cambiar sistemas, monedas, transacciones, pero el dinero no puede inventarse al hombre ni dominar sus decisiones ni su vida. Y es a esa monstruosidad contra natura a lo que estamos llegando peligrosamente. 
Por fin, se dibuja en el horizonte una vía de salida, que estamos construyendo entre todos. Ahora nos queda el movimiento interior hacia la cooperación. Nos queda vencer la inercia personal del dejarse llevar, del "que piensen y decidan otros" que siempre es una tentación de fondo hacia el aislamiento; y eso ya no nos vale, precisamente porque esa actitud cómoda e infantil es la que ha provocado los problemas de hoy. 
No había salidas. Ahora sí que las hay gracias al despertar. Europa tiene un parlamento y en él se ha instalado la ceguera y la sinrazón que la abstención y la indiferencia permitieron en su momento. Ya es tiempo de recuperar lo perdido y de mejorar lo pésimo con el camino hacia el crecimiento cualitativo y sostenible. Miles de millones de europeos desaprueban el sistema actual y necesitan cambiarlo ya. El sistema Merkel y lo demás, no es Europa, sino la enfermedad de Europa. Un continente que desea recuperar la salud y aprender a curar sus enfermedades por métodos sanos, que no apliquen la quimioterapia del exterminio a la conciencia, sino la homeopatía de la inteligencia, la fitoterapia, la geoterapia y la socioterapia del bien común. 

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