martes, 26 de junio de 2012


Como en 1931, los países occidentales tienen los recursos que necesitan para evitar la catástrofe y, de hecho, recuperar la prosperidad (y tenemos la ventaja añadida de saber mucho más que nuestros bisabuelos sobre cómo se producen las depresiones y la manera de ponerles fin). Pero el conocimiento y los recursos no sirven de nada si quienes los poseen se niegan a utilizarlos.
Y eso es lo que parece estar ocurriendo. Los fundamentos de la economía mundial no son, en sí, tan preocupantes; es la casi universal abdicación de la responsabilidad la que me llena, a mí y a muchos otros economistas, de una sensación de angustia cada vez mayor.(Paul Krugman)


L’idea sbagliata è quella dominante in Germania e ispira tutte le scelte fatte finora da Angela  Merkel. La signora cancelliere sembra quasi ignorare quanto è chiaro a tutti, e cioè che sarebbe il suo paese per primo a essere danneggiato dall’implosione dell’euro. Il Pil tedesco crollerebbe del 10% in un anno e si avrebbero 5 milioni di disoccupati, scrive il settimanale Der Spiegel, citando uno studio riservato del ministero dell’Economia di Berlino. Il comportamento tedesco di fronte alla crisi vuole dare ragione a una convinzione di John Maynard Keynes: “Presto o tardi sono le idee, non gli interessi costituiti, a rivelarsi pericolose”.
Twitter: @LeopoldoFabiani
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Parece imposible que lo que todos ven y vemos, no lo vea Alemania y que la UE no tenga suficiente fuerza para plantar cara a Merkel y pararle los pies con una lección de sensatez y de inteligencia. La supuesta riqueza de uno que se basa en la ruina de todos es, más pronto que tarde, la ruina del que se ha enriquecido arruinando a los demás. Es como contaminar el aire y pretender que les afecte a los demás y no le afecte al que contaminó primero. Alemania comete el gravísimo error  de comparar este momento con la crisis que se produjo cuando cayó el sistema comunista y el muro de Berlín, cuando la reunificación del país produjo un cambio crítico que toda Europa asumió. Y soportó. No es lo mismo,para nada. Lo que ocurrió entonces fue un fenómeno puntual, un accidente. Hoy, por desgracia, el problema es una cadena global de desastres que ha sido la consecuencia de una forma patológica de entender la economía, una dependencia absoluta del mercado del dinero como bien máximo y decisivo. Un sistema que fomenta el consumo a base de créditos monstruosos que han ido dando forma a una deuda fantasma -privada y pública- sostenida y orientada por la especulación, el blanqueo de dinero sucio y la fuga fraudulenta del capital obtenido con el trabajo de todos, hacia un sistema delincuente y muy rentable de paraísos fiscales del que se benefician unos pocos que a su vez se ven ahora con el poder de gobernar todos los países. Parece que a doña Merkel o le falta visión real de conjunto o está pringada hasta el cuello, como Bankia y el pp, por ejemplo. Está muy claro que desde la confusión, la visión mínima, atomizada y parcial del problema, no es posible que nada se resuelva.  
Esperemos que lo que queda de sensato en Europa consiga parar el carro blindado de esa Alemania misántropa y egocéntrica, desconectada de la realidad de su entorno. Tan miope para con los demás y tan hipermétrope para sí misma que aún no ha encontrado la fórmula óptica adecuada para cambiarse las gafas.

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