jueves, 3 de octubre de 2019

Hay que agradecer a Greenpeace el aire siempre fresco de sus mensajes, de su conciencia y de su honesta lucidez. Ahí queda este aviso para despertar sensibilidades, mentes, cuerpos y almas, si las hubiere, que no todo el mundo tiene alma desarrollada: hay que construirla en esta vida con el potencial del espíritu y la base sólida de la materia; a partir de ahí y como consecuencia de la inicial raiz del alma capaz de captar y producir la vida elemental desde la madre tierra, comienza a producir la savia bruta en una necesidad creciente de crecer y ascencer como tronco, ramas y hojas, para producir al fin la clorofila de la conciencia que nos hace posible el oxígeno del entendimiento en una respiración biológica y cósmica, que aporta el don de la libertad para elegir entre lo aparente y lo real...Si fuésemos conscientes de ese extraordinario y natural proceso, nunca llegaríamos al disparate plásticoadicto y petróleodependiente, ni el ego con su autoadicción nos llevaría por la calle de la amargura. Pero nunca es tarde para dar el paso. Mientras hay vida hay esperanza y la vida fundamentada en la esperanza -no confundir con la ilusión, porfa!- puede hacer milagros cuánticos en lógica inversa, inimaginables, pero que siempre van unidos indefectiblemente, a la gran transformación interna que hace posible el cambio colectivo contagioso e imparable cuando alcanza niveles sociales y globales...

limitan a disfrazar la situación con falsas soluciones.


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Desde el Ártico hasta la Antártida, en el estómago de una ballena, la nariz de una tortuga, el pico de un ave o incluso en nuestros platos: podemos encontrar plásticos en todos los rincones del planeta.
Por suerte, cada vez más personas son conscientes de los problemas que genera el plástico en el medioambiente y se esfuerzan en dejar de usar muchos de estos productos en sus vidas. Pero estos esfuerzos sirven de poco cuando los verdaderos culpables, las marcas y supermercados, en lugar de ofrecer alternativas reales se limitan a disfrazar la situación con falsas soluciones:

1) Del plástico al papel o cómo trasladar el problema a otro ecosistema

A primera vista parece una buena solución pero, ¿qué pasaría si ahora sustituimos los cientos de millones de envases de plástico que usamos al día en España por papel o cartón? Lo único que haríamos es trasladar este enorme problema a los bosques.

2) “Biodegradable”: la nueva moda para el lavado de imagen

Aunque suena mejor y más natural, la realidad es que estas alternativas tienen prácticamente el mismo impacto que los plásticos convencionales: solo se van a degradar en condiciones muy específicas que NO se dan en la naturaleza.

3) Es de plástico pero… ¡reciclado o reciclable!

Ojo al dato: solo se recicla el 9% de lo que se produce en todo el mundo. El resto termina en incineradoras, vertederos o directamente contaminando el medioambiente. Además, muchos productos supuestamente reciclables no lo son: por ejemplo, el reciclaje de los tetrabriks consiste en separar el papel y quemar el resto para conseguir el aluminio. ¿Y el plástico?
Está claro que los supermercados juegan un papel crucial añadiendo a nuestros alimentos capas y capas de plásticos innecesarios que tenemos minutos en nuestras manos y tardan cientos de años en degradarse. Desde Greenpeace seguimos presionando a marcas y supermercados para que eliminen sus plásticos de un solo uso y pongan fin a esta crisis masiva que han ayudado a crear. ¿Nos ayudas? Únete a Greenpeace >>
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