jueves, 10 de octubre de 2019

Paradójicas contumacias


El regalo del prior

VÍDEO: BEA POLO


Imagino al PSOE preocupado. Todos los sondeos le anunciaban un crecimiento seguro, incluso muy notable y en menos que canta un gallo ha pasado de ganar escaños a perderlos. Se puede relativizar lo que se quiera, pero el indicador avisa. El mismo indicador señala una fortísima subida del Partido Popular que tuvo grandes reflejos para convertirse al centrismo sin perder ni un segundo y al que le tocó la lotería de Ciudadanos gracias a disparate estratégico de Rivera.

Los populares con su peor dato histórico conquistaron la Andalucía que se les había escapado hasta cuando ganaron. Y la capital de España. Y consiguieron además retener Madrid, la Comunidad a pesar de obtener un resultado muy malo. Siguen subiendo porque además han acertado al conseguir que Casado hable poco y que Cayetana Álvarez de Toledo se quede de guardia en la garita de la esquina más a la derecha para que cierre el paso a cualquier avance de Vox.

El PP es un partido que tiene un líder mientras que Ciudadanos es un líder que tiene un partido. El PSOE, por su parte, es un partido de base solidísima y clientela ciclotímica a la que le cuesta tener la fe que le sobra a líder, irrompible, un corcho que flota en cualquier oleaje. En el PSOE están nerviosos, Sánchez, no. Pero eso no sirve de orientación porque siempre se siente seguro con razón o sin ella. Además en los momentos de apuro le llegan refuerzos, como ha ocurrido ahora.
Ahora que las encuestas se iban enfriando, el prior del Valle de los Caídos, la última baza de la familia Franco se opone exhumación. Incluso enfrentándose al Tribunal Supremo, la contumacia extrema que coloca Sánchez como adalid de la legalidad enfrentado al fanatismo. Ese sí que es un verdadero regalo. Mañana en el Consejo de ministros, Sánchez tiene que tomar la decisión definitiva.

:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::

Espero que este brote admirativo de Iñaki por las estrategias peperas, sea producto del sarcasmo y no en plan serio. Sea como fuere, en un país como éste, hay que ser muy cuidadosos en la dosificación de la ironía: hay mucha peña votante que la aplica al pie de la letra, que puede cambiar de opinión por cosas inverosímiles y acabar deduciendo y predicando en la charreta normal del bar o de la peluquería, que Iñaki Gabilondo admira y ensalza la 'inteligencia' del pp y que en los malos momentos lo mejor es votar a los más listos y que Pedro Sánchez no es listo, sino, un cabezota con suerte, como sugiere la  autoridad de indudable prestigio de Iñaki, en el tema de la opinión; tras escuchar y leer análisis como éste de hoy,  es lo que se deduce del andamiaje político del presidente en funciones: bailón y cambiante, pero  siempre inexplicablemente sostenido por las chinchetas astrales de una baraka rarita, más propia del horóscopo o del oportunismo de cualquier Iván, que de la inteligencia y la lúcida visión de un estratega en buenas condiciones. 
Acoplarse a lo que haga falta y ejercitar el paripé, como hacen Casado y sus mesnadas, no significa ni mucho menos ser la cabeza visible de un pp regenerado, sino un entrenado manejo del instinto tahúr con que la endémica podredumbre del caciquismo español sin redimir ni reconocer ni lamentar, ni arrepentimiento ni nada que signifique tener conciencia, sigue agarrándose con uñas y dientes a cualquier posibilidad de seguir enchufados al eterno negocio sucio de una política ancestral, basada en la corrupción sin límites ni trabas. Corrupción que empieza justamente por convertir en sistema legalizado y hasta lícito la amoralidad más absoluta, que consiste en no distinguirla de la devoción, de la tradición y de "lo de siempre" convertido en patria y en bandera. En unidad de destino en lo ganancial. En modelo hereditario, que padres y abuelos ejercieron duranta ochenta añitos con un éxito rotundo. A la vista está. 
Pablo Casado lo tiene superclaro, para él la memoria histórica no es un deber de los españoles ni la obligación ética de refundar una nueva conciencia desde el reconocimiento del pasado que haga posible la dignidad y la justicia del presente, de la reconciliación, con la medicina de la honestidad histórica, que es el único tratamiento para cerrar heridas, y sin considerar  una estupidez la guerra del abuelo, que para más inri, en su caso, primero fue rojo y luego azul. Y eso es lo que hay que hacer según la política como enjuague: lo más conveniente en cada momento, y si para eso hay que cambiar de tonalidad, pues se cambia. Fraga lo hizo y marcó estilo. Pasó de ser ministro de un dictador sanguinario y de "la calle es mía", a ser irreprochable demócrata de toda la vida en unas horas. Y le creyeron. Se lo creyó hasta él, por eso no tuvo tiempo para revisar su curriculum, ni para arrepentirse de él. Tenía muchísima prisa por fundar el pp, y que en él se licuase y diluyese aquella Fuerza Nueva de Blas Piñar, y mantenerse en conserva hasta poder renacer como Vox.
Si Fraga hubiese hecho de verdad ese cambio, el pp hoy no sería el pp, sino un saludable partido demócrata cristiano como el de Merkel, por ejemplo, que lejos de estancarse en la FAES (Falange Española) de Aznar, sería una buena herramienta para cooperar y sacar adelante la España de todos, no sólo la suya. Y jamás habría acunado y cantado nanas a Fuerza Nueva hasta que se ha hecho mayor y ha cambiado el azul falangista descolorido, por el verde del rebrote abascaliano. No, el pp no puede ser el ejemplo, ni siquiera en la estrategia. Porque buenos métodos mecánicos nunca van a mejorar un pésimo resultado integral que ya se ha definido antes de realizarse; la toxicidad del fin también corrompe los medios. No solo los malos medios estropean el mejor fin. Con buenos ingredientes aplicados a una pésima ejecución, no puede salir nada comestible. Ni una buena ejecución puede dar buen resultado con los ingredientes pochos, caducados y hasta podridos. No se puede poner el pp como ejemplo a tener en cuenta. Ni lo bien que robaba El Tempranillo para ayudar a los pobres. Máxime cuando estos temppranillos, son los que más y mejor construyen pobreza, ruina generalizada mediante el manejo de riquezas millonarias en petit comité,  desigualdad e injusticias a tutiplén. 

La frívola y cada vez más frecuente tentación de hacer coro a Groucho Marx y sus principios en la política española está cada vez más valorado, no sabemos si porque molan a los más insensatos y cínicos o porque se los toman en serio como una estrategia digna de crédito electoral. Pero la conciencia de los que ven, piensan y pretenden construir la política sanísima del bien común no puede ni debe quedarse atrapada en resultados que hoy son una cosa y mañana la contraria. 
El bien común es la tierra firme, los juegos instrumentales y más falsos que Judas de un ping-póng patético y teatral son agua de borrajas, que cuando se evapora solo deja el mismo barrizal. Y ninguna huella que permita recordar en la próxima ocasión, qué meteduras de pata letales nos llevaron al cumplimiento de los peores pronósticos. 
El miedo al fracaso convertido en malos pronósticos 'preventivos' no es prudencia, es el camino más seguro hacia el propio fracaso al que se le está dando mucho más poder del que tiene una circunstancia que aun no existe pero que necesita nuestra atención, riego y abono diario para llegar a existir. El pronóstico también es energía que mueve pensamientos y voluntades. No lo olvidemos nunca.

 Ese regalo metafórico del prior del que habla Iñaki es parte de la misma esencia fundante del pp. Sin elementos como ese Prior, - con su iglesia deforme y  más del anticristo que de Jesús- el pp no sería posible y sin un partido como el pp y una ceguera como la del Psoe y de Podemos no habría priores en ese plan, ni un estado pseudolaico, pseudo-aconfesional y al mismo tiempo procesional y fanático, que aunque presume de demócrata a la hora de la verdad no sabe qué es democracia, ni libertades ni laicidad, como demuestra a cada paso que da,  porque aun está anclado en los poderes del Sacro Imperio medieval. Y donde ciertos priores aun adoran a las momias por la gracia de Dios mientras obstruyen la justicia humana, que también es justicia de Dios, si es cierto que TODOS somos hijos suyos sin exclusión, como dicen los mismos evangelios que predican y raras veces entienden y verifican con sus conductas los fieles testaferros del absurdo. Cuando la 'libertad' enfrenta en vez de conciliar, crispa en vez de facilitar, juzga en vez iluminar, ataca en vez de comprender y persuadir, es egolatría desquiciada, inercia irracional y destructiva, no libertad.

No hay comentarios: