jueves, 10 de octubre de 2019

Vale la pena leer las reflexiones de Manolo Monereo, por su lúcida honestidad y admirable sentido de la realidad. Qué pena que Podemos se haya comido con patatas a IU y casi al 15M, que parece sobrevivir un poco con MásPaís. Podemos no solo se ha suicidado como alternativa es que se ha cargado el hilo que le hubiese podido unir con la verdadera base social que , según estamos, no ha visto ni comprendido, ofuscado por el afán de poder y controlar en plan hegemonista. España no resultó ser Venezuela ni la Argentina de Perón ni el modelo Laclau. España era el 15M, y no la plastilina en la guardería de Podemos. Ya se sabe: quien saca de la cuna y se lleva los niños chicos a dormir a la cama grande, y sin dodotis, porque se creen muy mayores, amanece en un charco líquido o con guarnición. Ains!

Manolo Monereo: “Mi mirada está puesta en el 11 y no en el 10 de noviembre”

  • Entrevista con el exdiputado de Unidas Podemos y teórico de la política

Su nombre está asociado a la polémica en los últimos tiempos. Ha sido protagonista de buena parte de los últimos y furibundos debates de las izquierdas españolas. Manolo Monereo (Jaén, 1950), exdiputado de Unidos Podemos y exdirigente de Podemos, repite en las elecciones de noviembre cerrando la lista por Córdoba de Unidas Podemos. El también colaborador de cuartopoder.es se ha mantenido en silencio durante las negociaciones entre PSOE y Unidas Podemos fallidas para una investidura de Pedro Sánchez. Ahora, explica a este medio cómo ha visto estos meses de gran intensidad política, cómo ve a Unidas Podemos y el panorama de las izquierdas, el reto de las nuevas elecciones y la situación de Catalunya. Spóiler: muy crítico, pero optimista ante el futuro.
- ¿Cómo ve a Unidas Podemos y al PSOE para afrontar una repetición electoral tras las negociaciones de estos meses?
- Las negociaciones son un fracaso de Unidas Podemos y de su estrategia. Fue un error de gran magnitud haber apostado como estrategia política por gobernar con el PSOE. Esto tiene consecuencias, ha debilitado la autonomía y propuesta política de Unidas Podemos, ha debilitado la organización y ha echado fuera a una parte de la militancia que no entendía qué significa esto de gobernar con el PSOE. Nos encontramos con que hemos entrado en la problemática IU.

La hipótesis del equipo dirigente era que Sánchez rectificaría en el último minuto, que no se atrevería a repetir unas nuevas elecciones y que Errejón no se presentaría. Esas tres hipótesis se han demostrado poco fiables. Hoy tenemos unas elecciones que nos obligan a hacer varias cosas difíciles a la vez: cambiar de discurso, cambiar de estrategia y revitalizar una organización dispersa y desunida.
Todo esto es complicado de hacer en una campaña electoral, por lo que esta campaña para nosotros es decisiva y temo que se convierta en una campaña más, una campaña donde lo fundamental sea preparar los efectos y mecanismos del debate entre candidatos y fiarlo todo a la movilización mediática, dejando a un lado la movilización de los militantes.
A mi juicio, esto sería un error, creo que en estas elecciones nos jugamos el 15M, una línea entre lo que podemos llamar ruptura democrática o restauración y perpetuación del bipartidismo. La política seguida hasta ahora ha fortalecido al PSOE y debilitado a Unidas Podemos.
- En su último artículo, ¿Morir para gobernar por el PSOE?, defendía que se ha supeditado un acuerdo de gobierno con los socialistas al programa de Unidas Podemos. ¿Qué ejes programáticos, según usted, debe plantear la izquierda estas elecciones?



"Nuestro proyecto de país se ha confundido con el de Sánchez"

- Pablo Iglesias se dio cuenta de una cosa, el ciclo político estaba cambiando. No lo dijo. En este caso había dos opciones. La primera, tomarla como base para un cambio, también, de estrategia política. Otra, ocultarlo y dar un salto hacia adelante, un atajo. Se optó por el atajo. El ciclo terminaba, empezamos un proceso de lucha de clases muy difícil y duro, de acumulación de fuerzas, de mucha subjetividad organizada, nuevas organizaciones… Eso duraba mucho tiempo, habíamos pasado de conquistar los cielos a instituirnos en la sociedad civil, a crear estructura en la sociedad civil.
El atajo era gobernar con el PSOE como alternativa y estrategia. Es decir, las tareas pendientes hacerlas desde el gobierno. La idea de que teniendo los poderes del gobierno se podría controlar mejor el nuevo ciclo. Para mí es un error. En el último Consejo Ciudadano, Iglesias dijo que su error había sido confiar en la palabra de Sánchez. Eso es nada o es demasiado. No se puede hacer política confiando en la palabra de otro. No hemos estado en la política, hemos estado en literatura y retórica este periodo.
Creo que hay que cambiar de discurso, hacia un discurso de oposición al PSOE y las políticas neoliberales. Seguir con un discurso de gobernar con el PSOE, no se lo cree nadie. Máxime cuando ha aparecido Ciudadanos que ya dice que está dispuesto a facilitar el gobierno de Sánchez, hasta el PP. La pugna es que todos quieren gobernar con Sánchez. Nosotros también. ¿A ver quién gobierna mejor con el PSOE? Me parece un error. Hay que plantearse un discurso de oposición desde la alternativa.
Unidas Podemos sigue teniendo una asignatura pendiente, demostrar un proyecto alternativo de país. Hay que entrar en lo concreto. Más fácil que decir que vamos a acabar con la reforma laboral, hay que decir qué modelo de relaciones laborales queremos. Hay que hacer un discurso en positivo para que la gente nos vote porque conoce nuestro proyecto de país, europeo, de defensa, relaciones laborales, democracia económica… Nuestro proyecto de país se ha confundido con el de Sánchez.
- ¿Los poderes económicos y del Estado van a permitir que Unidas Podemos entre a un Consejo de Ministros?
- Sí y no. Podíamos plantearnos gobernar con el PSOE cuando ellos tenían unos 80 diputados y nosotros más de 70.
- Ni aún así se pudo…



"Iglesias no ha valorado bien la correlación de fuerzas"


- Entonces había una correlación de fuerzas favorable. Yo eso lo viví dramáticamente. Hacíamos una oferta de gobernar con el PSOE, estábamos en alianza con el PSOE en el Parlamento y veía el maltrato que el PSOE tenía con nosotros, su derechización y que, una vez le dimos el gobierno, lo usaba contra nosotros para reducirnos a la mínima expresión. Cuando pasamos de más de 70 diputados a 42, defendiendo la política de gobernar con el PSOE, esa política estaba fracasando y la correlación de fuerzas nos estaba haciendo más débiles. Seguir defendiendo gobernar con el PSOE con 42 diputados ha sido un error político que nos ha pesado.
Creo que Iglesias no ha valorado bien la correlación de fuerzas. No era solo la parlamentaria, también en la opinión pública, medios de comunicación, organización y movilización que tienes y puedes desarrollar. Sánchez siempre tuvo como objetivo reducir a su más mínima expresión a Unidas Podemos. Ya no estábamos en la etapa anterior, sobre todo después de las municipales, autonómicas y europeas, ahí se cerró un ciclo. Nos situaron en un horizonte de IU. Tenemos que rectificar sobre la marcha ante una campaña electoral que el equipo dirigente nunca pensó que se iba a dar.
- Estas elecciones cuentan con un nuevo actor en la izquierda. Se presenta Más País, la fuerza política de Íñigo Errejón. ¿Aporta a la izquierda? ¿Suma o debilita?



"Errejón no va a aportar, a mi juicio, demasiado"

- Es la evidencia de la fragmentación de Unidas Podemos y hay que verlo, desde Unidas Podemos como un fracaso colectivo de la izquierda. En este proceso y estrategia de gobernar con el PSOE ha habido un dato importante: Podemos dejó de ser el centro de aglutinación de las izquierdas del país. Podemos se fragmenta y eso es la señal de que ha dejado de ser el aglutinante. Hoy, Podemos tiene muchas dificultades de dirigir un bloque.
Errejón no va a aportar, a mi juicio, demasiado en este momento. Errejón podría haber aportado un españolismo de izquierdas, pero la paradoja es que se tiene que apoyar en fuerzas ferozmente contrarias a esa idea. El nombre mismo, lo normal es que fuera Más España, pero habría hecho imposible acuerdos en muchos sitios: Catalunya, Andalucía, Valencia… Esa es la vocación real de Errejón, pero no lo puede hacer. Por esto, esa corriente que existía dentro de Unidas Podemos no se puede expresar como tal fuera de Unidas Podemos.
No voy a entrar nunca en descalificaciones morales, estoy hasta el gorro de descalificaciones morales. Pero, desde el punto de vista de Podemos, el surgimiento de Errejón es un fracaso colectivo. Ahora hay que pensar en qué va a pasar el día 11 en las izquierdas. Ese día España habrá cerrado un ciclo político con una fragmentación de la izquierda mucho más grande de la que había hace años. Entonces, nosotros tendremos que resolver problemas que quedan abiertos y que no hemos sido capaces de resolverlos hasta ahora.
- Habla de “nosotros” y de que tendrán que “resolver problemas”. ¿Quiénes son “nosotros” y cuáles son esos problemas?



"Mi proyecto es Unidas Podemos"

- Mi proyecto es Unidas Podemos, voy cerrando la lista por Córdoba como la última vez. No tengo duda de dónde estoy. Eso no quiere decir que esté contra otros, pienso en positivo. Sigo pensando que el eje aglutinante del futuro de la izquierda española, subrayo lo de española, ha de ser Unidas Podemos. Eso nos obliga a pensar las cosas esta campaña y después de esta campaña. Mi mirada está puesta en el 11 y no en el 10 de noviembre. Está puesta en la necesidad de un balance general de lo que ha sido el ciclo del 15M, estamos obligados a hacerlo. Sobre una idea de fondo que ha desaparecido del debate político de Podemos, el debate entre restauración y ruptura.
A mi juicio hay un avance muy serio de la restauración. ¿Está la crisis de régimen resuelta? A mi juicio no. Todo el sistema político en estos años está pillado por alfileres. Bastarán tres noticias de 100.000 parados más cada mes para que todo el esquema mental que tenemos cambie. Por eso, ha sido un error la idea de gobernar con el PSOE cuando la crisis la tenemos a la vuelta de la esquina, hace falta acumular fuerzas, tener programa, proyecto y pensar en el futuro. En un tiempo habrá una crisis económica profunda, no tenemos que discutir entre los que esperan que llegue la revolución o la reforma, sino tener un programa a la altura de las circunstancias.
Yo hablo para las mayorías, no para las minorías ilustradas o revolucionarias. Las mayorías necesitan voluntad de mayorías y de gobierno. Creo que Unidas Podemos no tiene ya voluntad de mayorías y se ha convertido en una fuerza subalterna al PSOE, complementaria al PSOE. Por tanto, hace falta una Unidas Podemos con un proyecto de país claro y un programa a la altura de las circunstancias. El debate no es entre quien quiere gobernar y quien no, reformistas y audaces… No, el debate es qué queremos hacer, cómo y con qué fuerzas vamos a contar.
Yo soy optimista sobre el futuro de Unidas Podemos. Creo que saldremos más débiles estas elecciones, pero hay un duro suelo serio, capaz de fomentar una alternativa democrática, acumular fuerzas, generar cuadros y crear una perspectiva nueva. Estoy convencido de que eso se puede hacer.
- Usted irá cerrando la lista de Unidas Podemos por Córdoba. ¿Cómo ve a la izquierda andaluza? Adelante Andalucía apoya a Unidas Podemos, pero hay integrantes que se presentan con Más País.



"Hace falta un sujeto político autónomo andaluz, pero federado con Unidas Podemos"

- Adelante Andalucía y Unidas Podemos vamos juntos a la campaña electoral en Andalucía. Más País se presenta en cuatro provincias y eso va a debilitar a Unidas Podemos. Otra cosa es el debate estratégico. ¿Hace falta una fuerza autónoma en Andalucía que practique un andalucismo popular? Estoy de acuerdo. ¿Debe ser una fuerza independiente de Unidas Podemos? No estoy de acuerdo. Yo soy federalista. Me da igual que se llame Adelante Andalucía o Unidas Podemos, me da igual el nombre. Hace falta un sujeto político autónomo andaluz, no tengo duda, pero se tiene que federar con Unidas Podemos, no confederar.
Hace falta un proyecto unitario a nivel del Estado español, que reconozca la soberanía del pueblo español y que tenga una estrategia para todo el territorio español. Si nos convertimos en una especie de coordinadora de izquierdas regionalistas, creo que habremos perdido el norte, sobre todo en Andalucía. El andaluz no es contrario a España, es un modo de ser español. En Andalucía hay una reivindicación seria de nuestra tierra, una cultura que sabe que hay subdesarrollo porque otros tienen el desarrollo, pero eso no significa ser nacionalista, yo no lo soy. Hay nacionalistas andaluces, me parece muy bien, pero yo creo que hace falta un proyecto unitario del Estado español.
Yo veo al Estado español como algo complejo. Un ejemplo, ¿qué hacemos con los andaluces de Catalunya? ¿Les consideramos una minoría cultural en Catalunya o son un modo de ser catalanes en Catalunya? Tiene mucha importancia y quien lo niegue se está metiendo en un lío de tres pares de narices. El Estado español tiene una gran pluralidad, y existen realidades nacionales. No entro a discutir esta realidad.
- Más España. Soberanía del pueblo español. Ha hecho muchas referencias a España. En estos momentos, ¿sigue considerando que el Estado español es un estado plurinacional? ¿Cree que la relación entre los distintos territorios se debe regir por el derecho a decidir de los mismos?



"España debe ser construida desde abajo en una república federal y solidaria"

- Lo que viene no es el fin de los estados-nación, sino su fortalecimiento. Creo que hay que fortalecerlos. Es cierto que lo globalitario tienen como enemistad a los estados-nación, los quieren disgregar como un instrumento de dominio. Creo profundamente en la unidad del país, pero el país tiene que ser otro. Frente a la derecha y extrema derecha, a mi juicio España es un proyecto en construcción y debe ser construido desde abajo en una república federal y solidaria. Las regiones más ricas deben ser solidarias con las más pobres. Debemos convivir en un espacio común de libertades y derechos sociales y democracia económica. Renunciar a eso es dejarle a España a la extrema derecha.
Esa España es la de todos, como se ve cada día en Andalucía, Extremadura o País Vasco. Hay una gran mayoría de españoles que se sienten españoles, y para muchos ser español es un modo de ser vasco, castellano, catalán, valenciano o andaluz. La situación de Extremadura y Andalucía se debe a las transferencias de rentas entre regiones, sobre todo, la que más recibe es Madrid. Un Estado es un proyecto común, para mí, donde distintas federaciones se organizan en la convivencia y federación.
No iremos a la segregación, si se sigue por ese camino, iremos a una nueva guerra civil o lo que es peor, a otro golpe de Estado. Sobre el derecho a decidir, parto de la idea de que el demos es España. Cuestionar que el demos es España nos lleva a una guerra civil. Después de Yugoslavia no puede haber ingenuidad con la autodeterminación, no puede haber ingenuidad. Mi visión cambió después de Yugoslavia. Desarmar un estado-nación tendría consecuencias en primer lugar en Catalunya, se rompe la convivencia, pero luego, para una parte de Catalunya es una crisis existencial.
Si eres de Jaén y vives en Sabadell, yo lo he vivido, después de luchar por los derechos sociales, lingüísticos y nacionales de Catalunya te dicen que tienes que elegir entre ser andaluz o catalán. Se crea una crisis existencial, esa gente se convierte en minoría nacional. El día que haya una república catalana habría una minoría nacional española que tendría que ser defendida, eso no lo quiere entender el independentismo. Meterse en ese lío lleva a la ruptura de la comunidad catalana y a la derechización de España. España es más de derechas después del Procés. Un estado no se suicida. Si no somos capaces de entender esto, no encontraremos una solución.
- La sentencia del Tribunal Supremo a los dirigentes independentistas está a punto de salir, se prevé. Viene precalentada con la detención a activistas de los CDR hace unos días. ¿Cree que existe una operación de Estado que se dirige hacia una humillación de Catalunya, como se señala desde algunos sectores catalanes?
- Que hay una actuación del Estado contra la insurrección en Catalunya no lo discuto.
- ¿Qué papel debe tomar la izquierda española en esto?



"Hay mucho de amateurismo en el independentismo catalán"

- Creo que hay mucho de amateurismo en el independentismo catalán. Cuando veo a la burguesía catalana de CIU, a mis muchos amigos de ERC y a las CUP juntos me lleno de ternura, estoy a punto de empezar a levitar. Pero, sobre todo, creen que con la fuerza que tienen, son la mitad de Catalunya, van a romper el Estado español. Esto es jugar a la revolución. Que los herederos de Jordi Pujol vayan a hacer una ruptura con el Estado español hacia la república socialista catalana, me llena de ternura esa idea. No saben lo que es España y no saben lo que es la Unión Europea. Ser partidario de la UE y ser partidario del derecho a la autodeterminación es no entender en qué mundo estamos.
Creo que hay que encontrar una base que combine dos cosas, la unidad del Estado y darle la voz al pueblo de Catalunya. Eso significa un estado federal. El problema político de Catalunya no tiene como alternativa la independencia de Catalunya. Plantear la independencia de Catalunya implica no entender la UE, que es terrible, ni a España, que en parte también es terrible.
Hay que darse cuenta de que en algún momento se quebró la legalidad del Estado de Catalunya y que eso tendrá consecuencias jurídicas. En el proceso de resolución y negociación política de ese conflicto, hay que llegar a una conclusión también sobre los que están en las cárceles en un proceso político profundo. Si todo esto no se tiene en cuenta, si vamos a un enfrentamiento directo entre la mitad de Catalunya y el Estado español vamos a una situación de guerra civil o de golpe de estado y derechización de España.
Lo que ha tenido de negativo el nacionalismo catalán es el resurgir con tanta fuerza del nacionalismo español. Hoy, las tres fuerzas de la derecha son más del 40% del mapa político español. Han conseguido poner en pie un nacionalismo español que era muy difuso y se ha convertido en conciencia política que tiene en Catalunya y la unidad de España el elemento central. Y eso es muy transversal.
- ¿Rebelión y sedición? ¿Comparte usted estas acusaciones?



"La respuesta del Estado va a ser muy dura, la izquierda tiene que ofrecer negociación política"

- La calificación jurídica ha sido excesiva. El Estado español se ha enfrentado a amateurs, creían que podían hacer lo que les pareciera porque tenían una especie de salvaguardia mundial. Pensaban que la UE y Alemania iban a aceptar la independencia de Catalunya. A mi juicio, eso no ha acontecido nunca.
Hay que reestablecer las leyes de la realidad. Hoy, en la España y Europa de hoy la posibilidad de la independencia no es viable. Todo lo que sea seguir una y otra vez solo nos conduce a la ruptura de la comunidad catalana y una derechización de España. Los estados no se suicidan.
La respuesta del Estado va a ser muy dura. La izquierda tiene que ofrecer negociación política, pero también tener claro qué proyecto de país tenemos. ¿Somos independentistas? ¿Jugamos con el independentismo? Tenemos que definir con mucha precisión nuestra propuesta de estado, por lo que sé, somos federalistas. Optamos por una federación plurinacional y creemos que hay que articular un proceso y proyecto donde las peculiaridades nacionales tengan reconocimiento constitucional para dar salida a una crisis del Estado. Es el momento de que Unidas Podemos defina un proyecto de Estado que pueda definir en todo el territorio

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