¿Incongruencia o provocación?
El desafío no remite. El independentismo catalán vuelve a enfrentarse al Constitucional. el Parlament ayer una propuesta de resolución de ERC, JxCat y la CUP
para, además de rechazar la sentencia del Supremo, reprobar al rey y
reclamar la autodeterminación. Los letrados del Parlament advirtieron
del riesgo de incurrir en delito de desobediencia. Acto seguido, sin
apreciar la menor incoherencia, el Parlament exigió una solución
democrática.
Estos interrogantes responden además a una perspectiva de parte porque el problema que debe ser solucionado democráticamente, ¿cuál es exactamente? ¿el problema que tiene el independentismo catalán con España o el problema que tiene Cataluña incluyendo los catalanes no independentistas? Necesitamos precisar bien las preguntas antes de buscar las respuestas. La resolución de ayer en el Parlament nos muestra que el diálogo, que es el único camino de futuro, es completamente imposible en las actuales circunstancias. Enfrentarse al Constitucional y pedir al mismo tiempo soluciones democráticas es más que una incongruencia: es una provocación.
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