Y ahora volvamos al sol
eldiario.es/ 17/06/18
Fuimos
pioneros en el aprovechamiento de la energía solar para la generación
eléctrica. Protagonizamos una de las mayores movilizaciones populares
para su implantación y desarrollo en todo el país. Las placas
fotovoltaicas se convirtieron en seña de progreso ecológico y económico,
de desarrollo sostenible.
Nos convertimos en líderes mundiales en producción
fotovoltaica junto a Alemania. Estábamos conectados al sol y avanzábamos
a buen ritmo hacia la generación distribuida y el autoconsumo. El mundo
nos miraba para aprender como se hacía.
Pero entonces vinieron ellos.
Los responsables de energía de los gobiernos de Rajoy,
negacionistas del cambio climático y antagonistas del medio ambiente,
llegaron a las instituciones con un claro objetivo: frenar en seco la
transición energética hacia las fuentes renovables y afianzar la apuesta
por las fósiles y la nuclear.
Con un par de decretos volvíamos al humo, dejamos de ser
referente en transición energética y nos convertíamos en un obstáculo
para que la UE cumpliera con sus acuerdos firmados de reducción de
emisiones de CO2. Y todo ello condenando a quienes apostaron por las
renovables a la ruina económica y la inseguridad jurídica.
Pero ahora ya no están.
Nos han dejado un inmenso erial renovable donde antes
florecían las placas y los aerogeneradores. Han espantado a los
inversores, han dinamitado el gran desarrollo tecnológico de las
empresas españolas, unas empresas que o bien han sido absorbidas por
multinacionales o se han marchado al extranjero. Y han generado tal caos
en el sector energético que quienes seguimos su evolución apenas somos
capaces ya de saber quién está a favor de qué o de quién.
Recordemos que el simpar Álvaro Nadal, último ministro de
energía de Rajoy, acabó enfrentándose abiertamente a Iberdrola cuando
la eléctrica decidió el cierre de sus centrales térmicas de carbón. Una
medida aplaudida por la UE pero que el ministro bloqueó en un último
alarde de su estilo intervencionista y su ultranegacionismo.
Pero aunque nos hayan borrado el camino, todavía estamos a
tiempo de retomar el rumbo. Ahora toca volver hacia atrás para seguir
avanzando: toca volver al sol.
En su primera visita a Bruselas para asistir al Consejo
de Ministros de la UE, la Ministra para la Transición Ecológica Teresa
Ribera, que aglutina en una misma cartera las competencias de energía,
medio ambiente, desarrollo sostenible y lucha contra el cambio
climático, dejaba claro que España regresaba al futuro.
Ribera entonó el “como decíamos ayer” de Fray Luis para
dejar claro a sus socios europeos que España está decidida a recuperar
el liderazgo perdido en acción climática, dar un mayor impulso al
desarrollo de las energías renovables y ayudar a avanzar hacia una
economía circular que propicie un desarrollo más limpio y sostenible de
la UE.
Con ese ímpetu que tanto la caracteriza y esa capacidad
de generar consenso que la llevó a ser una de las principales
propiciadoras del Acuerdo de París (recuerdo aquella emocionante mañana
de domingo, enganchado a ella por whatsapp hasta que Fabius dio el
martillazo final que anunciaba el consenso), Teresa Ribera ha devuelto a
España al pelotón de cabeza del “Tour Climático”.
Así, y aunque se alineó con los países que defendían
fijar un reto aún mayor, no ha dudado en celebrar el acuerdo unánime del
Consejo, el Parlamento y la Comisión Europea para alcanzar un 32% de
mejora de la eficiencia energética y de aumento de las renovables para
2030.
Volvemos a estar conectados al sol. Regresamos al futuro.
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