jueves, 7 de junio de 2018

Un Gobierno sorprendente



¿Cómo es posible que un grupo tan sólido de profesionales haya aceptado formar parte de un gobierno que parecía condenado a ser muy efímero?









Las sorpresas no cesan. No nos hemos hecho aún a la idea de que Pedro Sánchez es presidente cuando irrumpe otra sorpresa más, y muy gorda, que es la de su gabinete. Hasta hoy, la imagen de Sánchez se correspondía con la de un político más líquido o gaseoso que sólido. Entre los bandazos propios, muchos, los inducidos por los terremotos en los que se ha visto atrapado y la maledicencia de sus adversarios se ha dado forma este retrato de Sánchez veleta, simple fachada con nada dentro. No se esperaba de él un equipo de gobierno como el que ha logrado seleccionar, o al menos no muchos lo esperaban. Un equipo que al menos en primera instancia se ha ganado el respeto general. Se subraya, como es natural, esa mayoría de mujeres que bate récords, no solo por su número sino por la importancia de las carteras que se les encomiendan: todo el paquete económico, por ejemplo. Es histórico, de un enorme significado, pero también lo es la alta cualificación de todos los miembros del gabinete con alguna excepción muy chocante, por cierto. Pero sobre todo destaca la cantidad y calidad de las señales que este gobierno emite, la primera, la gran apuesta Europea. Es un gabinete de mucho peso que sospecho no va a ser nada fácil de coordinar.
Hay otro aspecto que yo quisiera destacar: ¿cómo es posible que un grupo tan sólido de profesionales haya aceptado formar parte de un gobierno que parecía condenado a ser muy efímero?, ¿por qué arriesgar sus carreras con expectativas tan fugaces? Yo no sé qué artes utilizó el hipnotizador para convencerles, pero el hecho de que aceptaran y que la foto de equipo sea tan maciza apuntala al presidente y cambia la percepción. Ya no nos resulta inverosímil que sea capaz de agotar la legislatura. Todo se mueve a una gran velocidad. Aún no hace una semana de la moción de censura y Sánchez ya no parece tan gaseoso, al PSOE le han crecido las alas, el PP ha entrado en talleres para reparaciones de importancia, Ciudadanos ha pasado de gran favorito a simple grupo, con 32 escaños, Podemos se ha recogido en reflexión y de pronto un tiempo del que no esperábamos nada, tiempo basura, simple paso a las elecciones, se presenta rico y apasionante.

Posdata: Un saludo especial al nuevo secretario de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, compañero de tantos años en la Cadena Ser, que durante muchas mañanas presentó y dirigió este ‘Hoy por Hoy’.

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La sorpresa es el As en la manga que todos los seres humanos tenemos a nuestra disposición, si queremos, claro. Somos creadores y remodeladores de nuestras circunstancias vitales , no tanto por cómo producirlas y modificarlas, que también, sino sobre todo por cómo integrarlas y gestionarlas no sólo para nuestro limitado interés, sino, además, incluyendo nuestro porvecho en el provecho común. 
Ante el fracaso, la torpeza y la inexperiencia se puede reaccionar negando la realidad (el caso de Rajoy y el pp), tirando la toalla, convertidos en víctimas furibundas y rencorosas, envueltos en amargura y autocompasión con los lamentos de lo que pudo haber sido y no fue (el caso del viejo Psoe),  con la frustración y el quejío como banda sonora...Eso es lo frecuente, que se da en llamar "normal", cuando lo normal debería ser justo al contrario. Pero a los españoles no nos han educado para el reciclaje ni para aprovechar en positivo lo  difícil, lo inesperado, lo áspero, lo duro, lo inhóspito o lo imposible, sino para forzar situaciones, amedrentar, amenazar, agredir, envanecerse, fardar con arrogancia como ganadores sin piedad que se imponen por méritos o por chanchullos, el caso no es ser mejores por sí, sino en competición constante y comparativa, ganar como sea, y si no, resignarse a perder por falta de agallas mucho más que de inteligencia que aquí se limita a la picardía y al mejor dominio del tejemaneje,  si no se cuenta con ese kit del triunfador a la ibérica, sólo nos queda comulgar con ruedas de molino y vivir sometidos a la bota del vencedor si no se ha sabido dar las patadas y los pisotones adecuados para vencer o morir. 

Es obvio que Pedro Sánchez ha roto el esquema de las inercias españolazas y nos ha dejado alucinando, a todos y a todas, a izquierda y a derecha, a tirias y troyanos. Y es genial que esto suceda, porque sencillamente es lo que estábamos necesitando y nadie daba en el clavo con la precisión necesaria, pero si alguien lo intentaba introduciendo sensatez, buenas prácticas y diálogo, se le despreciaba, ninguneaba y compadecía, a izquierda , a derecha y a dislexia, el último ejemplo más próximo ha sido el del propio hermano de Iñaki, Ángel Gabilondo, en la Comunidad de Madrid, denunciando sin pelos en la lengua la corrupción cifuentina y pepera. Sin embargo, su actitud ejemplar no pasó de ser una anécdota sin más repercusión institucional que dar la razón a quien no tiene más fuerza que las razones, pero no puede cambiar nada con palabras porque el sistema basado en la desigualdad y la injusticia legalizadas lo tiene maniatado y no se lo permite. 

¿Qué ha pasado esta vez? Varias cosas en paralelo, por un lado, la evolución lenta pero segura de Pedro Sánchez, que según parece decidió ir aprovechando con sabiduría como verdaderos masters, las hostias que la vida le estaba regalando sin parar como tratamiento intensivo para su anterior estado carencial de energías adecuadas a la vida que había elegido experimentar como político y  que podía derivar en un ejemplo de servidor público o de cínico aprovechón y jeta, como tantos otros, que no es cosa de citar ahora.
Pedro no eligió la vía fácil del acopling sino la más honesta, la de la reivindicación desde las bases de aquello que le parecía justo aunque mucho  más difícil y poco brillante que lo fácil. Empezar de cero no es una bicoca cuando se ha llegado a las alturas y todo se ha ido al garete, sobre todo en un país como el nuestro, domesticado y "bien educado" al modo Hidalgo del Lazarillo. 
Pedro se ha dejado pelar por la vida como una fruta, hasta quedarse en las semillas, se ha dejado plantar, regar y cultivar sin ofrecer resistencia al enenigo, incluso quedando fatal tantas veces...Entendió muy bien en su praxis, la parábola evangélica en la que el ego humano se compara con el grano de trigo que debe enterrarse y morir como tal, para convertirse en espiga que da pan. Si  el grano de trigo no muere y se diluye como tal, es estéril e inservible para el futuro, pero si no tiene miedo y acepta su ciclo y su reto, la vida triunfa en él y él en la vida. 
No hay peor enemigo que el ego del orgullo desmadrado y a su bola y no hay mejor remedio contra él que el jarabe de la humildad, hecho con el elixir de la inteligencia. Ningún inteligente es soberbio y ningún verdadero humilde es tonto, aunque en el mundo superficial y banal del podium y los laureles, con frecuencia lo parezca. ¿Cómo olvidar , a proósito de este marco incomparable el caso de Claudio, el emperador romano que consiguió sobrevivir a las ambiciones asesinas de su propia familia haciéndose el tonto y el deficiente (y era un crack como pensador, como estratega e historiador, sin demostrarlo,alardeando ce ciojo y tartamudo, hasta que se vio libre de competidores) mientras le llegaba el turno de heredar? Tampoco conviene olvidar que al final su mujer, Agripinilla para hacer emperador a su hijo Nerón, se lo cargó con un plato de setas venenosas  Amanita Muscaria  sustitutas  de las  casi idénticas y deliciosas Amanitas Cesáreas, que a Claudio le chiflaban.
La  Historia es la mejor maestra en muchas ocasiones.

Mientras Sánchez avanzaba despacio, letra a letra y paso a paso, por la vía iniciática de su realidad personal y política, los acontecimientos iban preparando el momento adecuado para comprobar la verdad de su camino y del camino compartido con la sociedad en la que vive y trabaja. Nada está desconectado en el tejido de la existencia, nuestras decisiones no van sueltas respecto  los acontecimientos que nos salen al paso.
La sociedad española, en sicronicidad, cada vez más rota y desgarrada por un gobierno de filibusteros amparado en una legalidad ilegítima, usando cloacas ministeriales y tramas policiales corruptas para investigar a políticos (el caso de Fernández Díaz o el espionaje en el caso Cifuentes y sus cremas) porque actuaba desde el fraude democrático amordazando al propio parlamento, amparado en los votos de una mayoría de estafados, que no tenían modo de quitárselos de encima, estaba ya rozando los límites de la hecatombe estatal, de la obscenidad más atroz y del disparate alucinógeno. 
Descomposición del estado por corrupción sistémica adaptada a la 'normalidad'. Degradación de un Poder Judicial que debería ser el árbitro y no lo era, porque estaba ocupando el lugar de la política mientras  la política del Gobierno hacía de su capa un sayo con las leyes. Políticos ignorantes y analfabetos cum laude, en todo menos en especular, enchufar, prevaricar y robar a saco, legalizados por leyes y protegidos por una impunidad escandalosa e intocable. Casi "sagrada". La cuestión territorial destrozando la convivencia con el crecimiento tóxico de partidos sanguijuela como los separatistas corruptos y c's, que como los insectos, las lamas y el mosquito tigre, crecen y se reproducen en las aguas estancadas y podridas. Así llegó la sentencia del caso Gürtel, que está en la base de todo el sistema gangsteril en el que el propio Rajoy está involucrado y citado como testigo en falso. Era y es un vedadero  rien ne va plus. No hay quién dé más en el tema.
Y ahí llegó la oportunidad para todos, el momento de ruptura natural de estructuras insoportables para la vida y el desarrollo de un espacio humano y geopolítico en forma de estado plurinacional que vive reducido a redil de cortijo unilateral en radicalizarse y destrozarse, pero esa realidad ancestral ya no es la realidad mayoritaria, por eso aparece la ventana providencial, la ocasión que pintan calva, donde van a coincidir los planos paralelos hasta entonces:  todo el trabajo personal, la madurez acumulada, la humildad descubierta como la vía de salida hacia la luz y el quilibrio, se ha podido hacer presente como resultado de una alquimia a la vez personal y colectiva, en Sánchez y en la ciudadanía.  
Ha podido coincidir en paralelo el proceso de maduración profunda de los servidores del pueblo y del pueblo mismo, una maduración que se ha reforzado con el estiércol de los malos tratos sociales, las torpezas infinitas y los abusos ya innumerables del pp, que unidos a los errores de representantes no capacitados para representar y mucho menos para ser la voz de lo que no comprendían ni compartían, estaban haciendo imposible el cambio cada vez más urgente y obligado de una sociedad que a estas alturas de la historia aun está siendo maltratada por sus gobernantes que se amparan en la palabra democracia para seguir sottovoce en una dictadura añeja, podrida y maquillada como las momias, que ahora seguramente ya disfruta del finiquito adecuado. 

Durante este tiempo de desierto, Pedro Sánchez y los compañeros de camino han reproducido en política y democracia la odisea del marino Shakleton en el Polo Sur. 

¿Sánchez tendría pensado ese gobierno sorpresa o lo habrá ido formando de repente sobre la marcha, con inspiración, nadie la he dicho que no y le ha salido redondo, cuando ha caído en la cuenta de que los mejores gobernantes no son gente profesional 'de partido' sino ciudadanía capacitada en todos los planos necesarios para resolver las necesidades sectoriales de la ciudadanía? ¿Qué puede aportar un periodista y escritor más bien marujo como Ministro de Cultura? Pues seguramente hacer que el marujismo se culturice ya que conoce bien por dentro los dos ámbitos, el de la escritura y el marujo. ¿Quién mejor que un ingeniero astronauta para poner alas a la ciencia y alma a la tecnología más puntera? ¿Quién mejor para adminsitrar la casa de todos, el estado, que un puñado de mujeres ministras de tantas cosas, con ese ojo de arquitectas organzadoras que la inteligencia femenina posee para repartir, organizar y multiplicar las cosas buenas y hacer que las malas al menos se reciclen en aprovechables ? 

De lo que no cabe duda es de que esta vez el universo inteligente se ha esmerado con la física cuántica y que en la balanza del Cosmos ha podido más la justicia poética que el garrulismo de la mediocridad, haciendo un cisne encantador del patito feo y una orquesta y coro sinfónicos con millones de pensionistas abusados, mujeres hartas de sufrir, niños en barracones-escuela, enfermos sin derecho a  medicinas que no pueden pagar porque no les llega ni para el alquiler, trenes AVE pasando por  el lado de la cama, presos políticos por ser catalanes, hablar demasiado, votar simbólicamente y no resitirse a la justicia,en fin, que el clamor infinito de los unos y la evolución adecuada de los otros han hecho el trabajo más limpio del mundo, y entonces la Justicia ha dado paso a esa moción de censura con la rúbrica mayoritaria de un Parlamento que esta vez sí ha sido el verdadero portavoz de una mayoría indiscutible.  

¿Qué pensar, cuando todas las piezas encajan, la máquina del alma social, atascada en tiempos remotos, vuelve a funcionar, eso, como un reloj. Divinamente?
Ahora no solo hay que exigir a Sánchez y a su equipo que den la talla de la esperanza, también nosotras/os, tenemos que darla sin tomarnos vacaciones en la responsabiliad y la autoexigencia. Dejando atrás los vicios del cenizo y la rutina mental de la miseria cognitiva y del analfabetismo en creación y reformas. No olvidemos que no sólo somos lo que nos gobierna, también nos acaba gobernando lo que somos, lo que pensamos , lo que decimos y lo que hacemos y a veces, lo que no pensamos, decimos ni hacemos ni somos, porque no nos reconocemos en los disparates que nos hacen padecer. Y es que los espacios que no ocupa el bien común que es nuestro oxígeno social, los ocupa su opuesto. Los espacios que  ocupa el ego no los puede ocupar la conciencia colectiva y viceversa.

Lo cierto es que el viejo Pedro Sánchez, el gaseoso, ha terminado por diluirse en la nada para dar paso a un Pedro  Sánchez desconocido, es como Cenicienta al revés, cuando han dado las doce en modo moción de censura han desaparecido la calabaza, los ratones, los andrajos de la indumentaria y Ceniciento ha resultado ser un príncipe del reino de la Democracia que nadie inaginó bajo su anterior aspecto  de joven humillado, obediente y mansueto a la 'estabilidad' del  Ibex, a los decretos morales de González y a todo lo demás, más el inri del servicio a su ppadrastro 155 con el añadido del rechazo a la plurinacionalidad tan invocada por él en momentos más frívolos, un mochilón que le impedía hacerse cargo de la herencia correspondiente. Pero tras la prueba del reloj, la princesa Democracia le esperaba con el zapato de cristal para probar que  tiene la medida de su número.
Y sí, hay que ser honestos y reconocer que la versión humillada y cenicienta de este genio del travestismo ad hoc, a mucha peña de izquierda nos puso de los nervios y de un humor de perros. Sobre todo en la cerrazón inicial que compartió con Iglesias y que nos partió por el eje en 2015 y 2016, como en la última etapa del baile de disfraces en la que la abstención socialista facilitó un nuevo pasaje al infierno con el pp. Personalmente,  confieso, que le habría dado un par de sopapos muy a gusto, cada vez que le veía o le escuchaba predicar una cosa amorfa y no hacer nada de nada más que de acólito rajoyano. Ir a entrevistarse con Rajoy y quedarse en el limbo mientras nadie hacía nada por sacar al tiranosaurio de la madriguera y que tampoco diera pasos para consolidar un bloque fuerte de izquierda como en Portugal, con un desprecio total al resto de formaciones para ningunear a Unidos Podemos y evitar el sorpasso. No ha tenido generosidad para hacer semejante hazaña en coalición y ha preferido alargar el suplicio de todo el país, para dar el golpe en solitario en el momento oportuno y recuperar el fuelle de un psocialismo por los suelos. Nos ha usado descaradamente. Y lo sabemos. A lo mejor no sólo es cosa suya, sino del sistema que afloja tuercas en vista de lo que hay. Otra cosa es que al compararlo con o que se acaba de ir nos alegremos un montón. Aunque al mismo tiempo tememos que esto pueda ser un juego de abalorios que nos distraiga del camino iniciado hacia la participación activa en la política desde las bases sociales y la vuelta al 'sensato' biparty, tan útil para la cleptocracia habitual. Como mosquea, igualmente, la repentina coincidencia de la conversión del Rey al laicismo, justo en la toma de posesión de Sánchez...

Si ha sido una estrategia dice mucho del lado poco fiable y oscuro del personaje. Si ha sido una carambola del destino dice mucho de su buena estrella pero no mejora el curriculum de la trayectoria cómplice. Aunque yo prefiero pensar y creer que sea lo que fuere ,nadie por retorcido o idiota que sea, no pasa por ese camino de desiertos y estepas sin aprender y cambiar algo al menos en su retorcimiento o en su estupidez, sin que su humanidad no crezca un poco y alcance cotas más dignas de respeto.

Si este nuevo Pedro va a trabajar para los españoles, y no sólo para rebobinar el Psoe y volver a las andadas Cánovas-Sagasta, bienvenido sea. Y el fruto será en las próximas elecciones un bloque de izquierdas fraternas, plurales y fuerzas consensuadas gobernando en coalición en una España más federal y abierta que la vieja carcasa en ruinas de ahora mismo, más republicana que borbónica. Si esto no es así,y no se camina en esa dirección liberadora de teatros y comedias interesadas, el resultado será más jabón de la misma factoría con otra envoltura, otra vuelta a la noria viejuna del bipartidismo inoperante y filocorrupto que nos ha traído hasta esta desnortada debacle con resurrección asistida. Y entonces quedaría tristemente claro el fraude mejor planteado de la política española. Esperemos que la conciencia limpia gane la partida esta vez y que el dolor del pueblo no siga siendo coartada y moneda de cambio para más cinismo indecente y  partidocéntrico.

Por lo demás hay que alegrarse con las personas de bien. Es un momento de celebración y no de nubarrones. España tiene el vicio de nublar lo más luminoso cuando sucede, con sus salidas típicas de El Séneca, aquel personaje de Pedro Ruiz que tan bien retrataba er cenizo ejpañó. Una tentación siempre a la carta. El hombre de casino provinciano que Antonio Machado dejó tan bien descrito, "lo demás, taciturno, hipocondríaco, prisionero en la Arcadia del presente, le aburre, sólo el humo del tabaco, dibuja algunas sombras en su frente".
En fin, que ya es hora de cambiar el paradigma, ¿no? Y demos una oportunidad a las posibilidades. ¿Y si sale bien y resulta que Ceniciento ha cambiado de perspectivas y se empareja para siempre con una Democracia de verdad? ¿Por qué no? Al fin y al cabo el nuevo presidente es Piscis (¡como Gonzalez y Aznar, nada menos! Menudo aval...) y como ellos, en su dualidad, igual puede acabar en los altares que haciendo bulling en los infiernos al mismísimo Pedro Botero...

De momento disfrutemos de esta especie de Show de Truman estupenda. Y luego, ya veremos qué pasa.
Lo cierto es que es genial levantarse por la mañana y pensar:
¡Que se han  ido!

Sólo por eso vale la pena dar las gracias a Sánchez, que por otra parte nunca habría hecho nada sin  los terroristas, separatistas, rompepatrias nacionalistas, con irrespetuosas rastas y coletas, como de  gentuza republicanota y descarada, mayormente rojaza federalista, peligroshamente ashamblearia, mucho dialogante, marishabidilla, feminazi y de malvivir.
Qué paradoja, ¿verdad?

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