Arranca À Punt: la nueva televisión valenciana es cuatro veces más barata que Canal 9
El canal público se estrena cuatro años y medio después del cierre de RTVV
El valenciano como vehículo de comunicación, los informativos y los programas de Clara Castelló y Carolina Ferre vertebran la propuesta del nuevo medio
El valenciano como vehículo de comunicación, los informativos y los programas de Clara Castelló y Carolina Ferre vertebran la propuesta del nuevo medio
La sociedad valenciana perdió su
radiotelevisión autonómica en noviembre de 2013, cuando el gobierno de
Alberto Fabra, del PP, apagó Canal 9 en medio de una fuerte polémica.
Cuatro años y medio después, nace una nueva radiotelevisión valenciana, À
Punt, con un esquema de funcionamiento que limita su presupuesto y una
explícita vocación de servicio público que su predecesora traicionó
mientras dilapidaba los recursos de la Generalitat Valenciana.
El presupuesto de À Punt, 55 millones de euros, no llega a la cuarta
parte del coste que llegó a alcanzar anualmente Canal 9, más de 250
millones de euros, porque está legalmente limitado entre el 0,3% y el
0,6% del presupuesto total de la Generalitat Valenciana y regulado por
un contrato-programa. Su directora, Empar Marco, profesional valenciana
procedente de TV-3 que fue seleccionada en concurso por la Corporació
Valenciana de Mitjans de Comunicació, el ente responsable de la empresa
pública, ha reclamado estos últimos días que en el futuro se aproveche
el margen para aumentar el presupuesto a 70 millones de euros.
À Punt Mèdia tiene limitado también por ley acumular
deuda, frente a los 1.200 millones con los que se liquidó RTVV, y sus
responsables pueden ser destituidos si la empresa arroja una desviación
económica relevante.
Tras un periodo de emisiones en
pruebas con contenidos de los archivos de la desaparecida Canal 9, las
periodistas Adelaida Ferre y Vanessa Gregori abrirán a las 14.30 de este
domingo 10 de junio, con el primero de sus informativos, la
programación televisiva de À Punt, un medio público con una plantilla de
poco más de 300 empleados, frente a los 1.800 que llegó a tener Canal
9, y que no funciona como una cadena de radiotelevisón al uso porque su
núcleo es una redacción integrada que produce contenidos para una
plataforma digital de la que se nutren sus emisiones de radio y
televisión. Sus periodistas, por tanto, producen información para todos
esos soportes indistintamente.
El edificio del
antiguo centro de producción de Burjassot, construido en los años
ochenta, ha sido reformado para dar cabida en su primera planta a la
redacción única y los estudios de radio. Los equipamientos técnicos han
sido renovados porque habían quedado obsoletos en su mayor parte y de
sus tres platós, en principio, solo se utilizará el destinado a
informativos, dado que la producción de espacios de entretenimiento y
ficción está externalizada.
En los estudios Galaxia,
ubicados en Paterna, no muy lejos de la sede de À Punt Mèdia en
Burjassot, se producirán los dos magacines diarios. El de la mañana,
conducido por Clara Castelló y el de la tarde, con Carolina Ferre como
presentadora.
Una parte de la programación que À Punt ofrecerá este
verano fue presentada el pasado viernes en un show organizado en la
propia sede de la radiotelevisión al que fueron invitados representantes
de la sociedad valenciana, con especial presencia de representantes del
mundo de la cultura y del audiovisual.
La industria
audiovisual autóctona ha empezado a resucitar con la puesta en marcha de
À Punt Mèdia tras el colapso que sufrió con el cierre de Canal 9.
Decenas de productoras preparan contenidos para la empresa pública en un
sector que ha creado cerca de 2.000 puestos de trabajo gracias a ese
impulso, según datos de la propia radiotelevisión pública.
Una recuperación lenta y polémica
La recuperación efectiva del servicio público de radiotelevisión, una
competencia recogida en el Estatut d'Autonomia de la Comunitat
Valenciana a la que el último gobierno valenciano del PP renunció cuando
cerró la antigua RTVV, ha costado más de lo que preveían las fuerzas
que integran la nueva mayoría de izquierdas y que firmaron el Pacto del
Botánico, el PSPV-PSOE, Compromís y Podemos.
El
intento de los sindicatos de anular el ERE de extinción que la mayoría
de ellos firmaron en la época del PP con el objetivo de reincorporar a
todos los trabajadores, pretensión rechazada finalmente por la Audiencia
Nacional en una decisión ratificada por el Tribunal Supremo; la
polémica por la baremación de las bolsas de trabajo mediante las cuales
se ha seleccionado al personal de À Punt, que ha sido impugnada por la
Unió de Periodistes Valencians porque primó hasta tal punto la
experiencia en la antigua cadena que una abrumadora mayoría de los
seleccionados proceden de ella, y la aplicación de procedimientos
propios de la Administración pública a su puesta en funcionamiento, han
contribuido al retraso.
Un ministro en el programa de humor
Precisamente las dudas sobre el inicio de las emisiones, que se ha ido
aplazando para desesperación de perodistas, políticos y ciudadanos,
centraron con humor la presentación que la propia À Punt hizo el viernes
de su programación. El humor, con "una mirada divertida y sarcástica"
sobre la forma de ser de los valencianos, protagoniza uno de los
programas inaugurales, titulado Assumptes interns y
conducido por Pere Aznar. En ese programa, que se emitirá este domingo a
las 20.05, entre los entrevistados sobre los tópicos valencianos
aparecerá Màxim Huerta, flamante ministro de Cultura en el nuevo
Gobierno que preside Pedro Sánchez.
De las 15.15 a las 20.00, tras el informativo que abrirá la programación, se ofrecerá una edición especial del magacín À Punt directe,
que conduce Carolina Ferre junto a Juan Nieto y Joan López, en el que
también participará la conductora del magacín de la mañana, Clara
Castelló. Por la noche, el espacio informativo no diario P unt docs ofrecerá un reportaje especial sobre el inicio de las emisiones.
A continuación, a las 22.30, el programa Trau la llengua,
con Eugeni Alemany como presentador, viajará por la geografía
valenciana en un reorrido que usa la lengua propia, sus palabras y
expresiones, como excusa de entretenimiento.
El valenciano, como vehículo de su programación, es el leit motiv
de la existencia de À Punt, un medio público que ofrecerá las películas
y espacios de ficción doblados a la lengua del país y que también prevé
el acceso en versión original a sus contenidos, así como un canal
específico orientado al público infantil, cuyos contenidos serán
acesibles mayoritariamente a través de la web y que incluyen
producciones en valenciano y también en inglés.
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